Invitada por el Partido Socialista, el domingo pasado brindó una charla en Luján la diputada nacional Alcira Argumedo. El encuentro contó con el apoyo de Unidad Ciudadana y con la participación de los candidatos a concejales Miguel Prince, Griselda Krauth y César Siror.  

“Organizamos esta actividad para establecer un debate sobre las alternativas al neoliberalismo, que es una tarea que trasciende el marco de estas elecciones y que debemos darnos la tarea de construir entre distintos sectores”, señaló Marcelo Rodríguez, presidente del PS, al dar la bienvenida a los presentes.

Bajo el título “Alternativas ante el avance neoliberal”, la fundadora de Proyecto Sur caracterizó la etapa actual del capitalismo global y afirmó que “estamos ante una crisis de carácter civilizatorio y estos son los últimos manotazos de ahogado de un régimen que se niega a desaparecer”.

Argumedo enumeró los índices de empleo formal, desocupación y pobreza que había en nuestro país antes de que comenzaran a aplicarse las políticas neoliberales y los comparó con los actuales, señalando que “este es un sistema que puede subsistir solo si logra deshacerse de millones de personas”.

La socióloga e investigadora indicó que, desde entonces, el Estado perdió ingentes recursos a partir de la toma indiscriminada de deuda, la privatización de los recursos energéticos, la destrucción de la flota mercante y la desarticulación de los grandes polos industriales ferroviario, naviero y aeronáutico.

Asimismo, cargó contra el modelo extractivista -la agricultura transgénica, la megaminería y el fracking- “porque contamina nuestros recursos naturales, envenena a nuestra población y está generando un genocidio silencioso”. “Además está el cambio climático y el recalentamiento del planeta, todos signos que indican que este modelo no va más”, agregó.

Argumedo también opinó sobre los medios masivos de comunicación y apuntó que “su influencia es mayor cuanto más se desintegra el sistema laboral”. “Mi sensación es que esto tiene patas cortas, porque la combinación de este modelo político es explosiva. La toma de deuda, la bicicleta financiera, el acoso al sector pyme, la retracción del consumo, todo eso es inviable en el corto plazo. Sigue el camino de las crisis de 1981 con las políticas de Martínez de Hoz, de 1989 con las políticas de Sourrouille y del 2001 con las de Cavallo”, opinó.

Por otra parte, destacó que “somos privilegiados porque todavía somos un lugar de paz. Tenemos una baja densidad de población en relación a nuestros recursos naturales. Podemos recuperar a esas 3 millones de familias excluidas”.

En este sentido, pidió tender la mirada a “las culturas originarias de América, que tenían características igualitaristas y no concebían la existencia de personas que no tuvieran cubiertas sus necesidades materiales y espirituales. Tenían un profundo sentido comunitario, con relaciones fuertes de solidaridad y reciprocidad”.

“Tenemos que reorganizar a los sectores populares y pensar cómo reconstruimos el tejido social. Este es el desafío, más allá del resultado de las elecciones de octubre”, concluyó.