Terminó la edición número 60 del tradicional encuentro empresarial. El cierre del mandatario y el balance de los ejecutivos
Por Sebastián Catalano
Trece veces aplaudieron los hombres y mujeres de negocios del Coloquio de IDEA a Javier Milei, quien cerró la edición 60 del tradicional evento empresarial. Ninguna estuvo cerca de ser una ovación y varias fueron, podría decirse, casi de compromiso, luego de pausas del mandatario en su discurso de más de una hora. Como sea, está claro que el discurso presidencial fue muy bien recibido.
Había expectativa por escuchar a Milei, cuya exposición podría definirse como “clásico” dentro de los que ya es su sello personal. Algo de repaso de la herencia recibida, una descripción de algunas medidas que vendrán (ya planteadas en algún momento), imitaciones con voces deformadas (pocas esta vez, comparativamente) y alguna crítica genérica dura. El mandatario afirmó que la parte más fuerte de su ajuste fiscal la hizo durante las vacaciones “para que la gente no se enterara tanto” y si bien anticipó que el peso se fortalecerá aún más por la entrada de inversiones, volvió a ratificar su plan de cerrar el Banco Central.
Luego, al final, hubo una media hora de euforia, selfies y abrazos con algunos ejecutivos e invitados e, incluso, con dirigentes del PRO, como Hernán Lombardi y Cristian Ritondo. De muy buen humor, Milei saludó a propios y extraños. Hubo dos momentos de risas sonoras en el salón central del Hotel Sheraton de “La Feliz”, lleno con unas 1.200 personas: cuando aludió a Alberto Fernández, sin nombrarlo y casi despectivamente, y cuando volvió a cargar contra algunos de sus colegas, a los que, sin alusiones directas, volvió a definir como “econochantas mandriles”.
A Luis Caputo, que habló con tono político y criticó al kirchnerismo, también se lo aplaudió en la apertura del Coloquio, el miércoles. Menos que a Milei. Ese día, la presidenta del evento de este año y group country manager de Visa Argentina y Cono Sur, Gabriela Renaudo, abrió el evento con un guiño al Gobierno: “Celebramos que se estén encarando cambios profundos”.
Justamente, Renaudo le dijo a Infobae: “Celebramos las transformaciones, hablamos de nuestro compromiso de invertir y seguimos diciendo que para hacerlo sostenible aún hay desafíos, como las restricciones cambiarias, tener reglas de juegos claras y fortalecer la institucionalidad. Más del 70% dicen que ven un 2025 moderadamente mejor o mucho mejor”.
Fue el tono general de un Coloquio a todas luces optimista que pareció dar por descontado que la macroeconomía está resuelta, o al menos muy encaminada. Este año no hubo paneles de economistas ni de gremialistas en Mar del Plata; sí una agenda que apuntó a lo que viene. En ese contexto se plantearon y discutieron temas como las reformas impositiva y laboral, con un fuerte pedido de condena y resolución al tema de los bloqueos sindicales a las empresas.
Opiniones cruzadas
Eduardo Bastitta, fundador de Plaza Logística y +Colonia e integrante del Consejo de Asesores Económicos de Milei destacó la invitación concreta a invertir que hizo el mandatario. “Fue un Coloquio impresionante, hay un ánimo increíble. Vi optimismo. Sirvió que estuvieran varios funcionarios importantes, para acercarlos más a este sector”, expresó.
El Presidente con los principales directivos de IDEA
Un experimentado dirigente empresarial reconoció, un poco a regañadientes, que el mandatario habló con menos agresividad que otras veces. “Veo que tiene una secuencia lógica lo que plantea hacia adelante. El tren no para en todas las estaciones; hay un alineamiento de planetas que hay que aprovechar”, dijo.
“Es una tarea titánica la que hay que hacer”, resumió Sofía Vago, CEO de Accenture. “Se deben resolver cuestiones de corto plazo, como estabilizar la macro y el equilibrio de las cuentas públicas para dar certezas. Tenemos que empezar a hablar de que la competitividad no es para el sector privado, es para todos, porque genera empleo y más recaudación en la medida que nosotros crezcamos”, aseguró.
“El camino no está allanado, pero estamos caminando en el sentido correcto. Los procesos de inversión no se deciden de una semana a la otra, son meses o años”, agregó Santiago Nicholson, de PwC.
Roberto Murchison, presidente del grupo portuario homónimo y director de IDEA, está convencido de que se vio un cambio de clima con respecto a 2023. “Los temas propuestos están ocurriendo, por eso el clima de optimismo. Aunque depende de cada sector. En el nuestro vemos una recuperación a partir de julio”, dijo.
“Vemos que lo peor de la caída de la actividad ya pasó, y que en agosto y septiembre hay una tendencia de mejora. A medida que aumente el crédito van a crecer las inversiones”, aseveró Federico Amos, de Acindar.
Quizás la opinión más disonante -incluso polémica- fue la de la empresaria autopartista Carolina Castro, ex funcionaria y ex candidata a diputada nacional, quien en medio de un contexto donde la visión mayoritaria de los empresarios aplaude la decisión de reducir el peso del Estado y las regulaciones a la actividad privada, pidió “más Estado”, porque -dijo- “Argentina está yendo hacia un nuevo péndulo; quiero advertir sobre el riesgo de un Estado ausente”.
“Tiene que haber reglas claras para salir de la pobreza, los roles tienen que estar claros”, dijeron desde la organización sin muchas ganas de polemizar.
Terminó otro Coloquio. Hubo un nuevo evento paralelo que trajo comentarios , concurridas y muy bien regadas tardes de networking en la bodega Costa & Pampa de Trapiche, y también travesías 4x4 con Ford, padel con Grupo Dass (Asics) y experiencia tech con Accenture. Y mucho run run en los pasillos del Sheraton.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, dio por inaugurada la era de la “deep motosierra” y regañó a los empresarios: “No nos pidan que bajemos impuestos, pídanos que bajemos el gasto”. Luis Cordero, secretario de Trabajo habló de IA de bloqueos sindicales y volvió a Buenos Aires a echar a su segundo.
El cierre fue un show de selfies presidenciales. “Mi hijo se vuelve loco con esta foto con Javier. ¿Viste cómo están los chicos con él?”, se justificó el CEO de una multinacional al borde del escenario, mientras enviaba la imagen por Whatsapp.
Los chicos y los no tan chicos, también. Al menos por el momento.
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