Y al final Colman sí. Después de tantas especulaciones sobre si el volante ofensivo iba a tener una chance desde el arranque en el partido ante Huracán, Eduardo Coudet jugó una carta importante en ese sentido. No lo confirmó porque la práctica fue a puertas cerradas, pero el hecho de que lo haya incluido entre los once es un indicio con cuerpo y forma. Pero otro dato no menor es que Nery Domínguez y Damián Musto conservarán sus respectivos lugares. Quien salió del equipo fue Jonás Aguirre. Y esto no alterará la estructura táctica, más allá de algunas variaciones que puedan darse en medio del partido y de acuerdo a la forma en la que se mueva el rival. La idea es continuar con el 4-2-3-1 que se venía utilizando.

  Todas esas especulaciones que aparecieron la semana pasada tenían razón de ser. Desde ese momento el Chacho ya manejaba la posibilidad de que Colman tuviera nuevamente la chance de salir desde el arranque. El DT considera que el ex Chacarita puede darle un salto de calidad al equipo y de allí la apuesta, que, de concretarse, llevará consigo un reordenamiento por parte de Franco Cervi.

  Hasta aquí el hábil volante venía jugando por derecha o bien por el centro (la posición que ocuparía Colman), trocando posición con el Chelito Delgado, pero ahora su principal función estará sobre el carril izquierdo.

  Indudablemente hay algo que Coudet intuye en relación a esta variante. Si lo lleva a la práctica es porque considera que de mitad de cancha hacia adelante el equipo puede llegar a tener un mayor control del balón, lo que le daría, en principio, más agresividad en los metros finales de la cancha. Tal vez se vea un Central con menos vértigo, pero con una pausa mucho más pronunciada.

  Y no es un dato menor que haya mantenido el doble cinco. En este sentido también queda demostrada la buena valoración que tiene el técnico sobre la forma en la que se están complementando Nery Domínguez y Musto, de quienes se pensaba que alguno de ellos podía dejar el equipo. Si prefería alguien para quitar iba a ser casildense, si optaba por un mejor traslado era Nery. Pero nada de eso ocurrió. Coudet puso el ojo un poco más allá y, a priori, consideró que en zona de tres cuartos estará la clave. Y el convencimiento está, teniendo en cuenta que Jonás Aguirre venía con ritmo sostenido, con cinco partidos como titular.

  Después, ese 4-2-3-1 que se intuye estará desde el inicio podrá variar en medio del encuentro. La ventaja que tiene Coudet es que con los nombres que tendrá en cancha puede rectificar estructuras y amoldar el equipo de acuerdo a las necesidades que el juego imponga.

  El final del partido ante Estudiantes fue un primer indicio. Aún en el campo de juego, Coudet se lamentó (en una entrevista para la TV) por no haber apostado antes por Colman (ingresó a los 31’ del complemento). Ahora parece decidido a todo.

  De concretarse lo ocurrido en el ensayo futbolístico de ayer, el del sábado será el segundo encuentro como titular para Colman. La única vez que arrancó desde el primer minuto fue en Misiones, ante Crucero del Norte, y fue reemplazado por Walter Montoya a los 19’ del segundo tiempo. En otros cinco cotejos ingresó desde el banco.

  Coudet tendrá el sábado la posibilidad de pegar un pleno con la apuesta. Y Colman la de demostrar que más que una alternativa en los segundos tiempos está para ganarse un lugar entre los once.

Fútbol para varios que están buscando ritmo

La práctica de fútbol de ayer le sirvió a Coudet no sólo para probar el equipo que enfrentará a Huracán, sino para ver en acción a varios jugadores que están buscando ritmo. En ese grupo están Pablo Becker y Tomás Berra. El volante padece una hernia de disco y el defensor se repone de una operación por una hernia inguinal. También pudo cumplir con algunos minutos para el conjunto alternativo Pablo Alvarez, quien intenta ponerse a punto físicamente después del largo parate que sufrió. Mientras, Walter Montoya fue otro de los que volvió al ruedo.

El primer paso de los seis que se avecinan

El del sábado será el primer paso en este segmento futbolístico que afrontará Rosario Central previo al receso que habrá por la Copa América. Por delante hay seis encuentros en los que el Canalla apuntará a hacer lo mejor con el objetivo de llegar al parate lo más arriba posible. Tanto el cuerpo técnico como los jugadores entienden que no hay metas en cuanto a puntos y que la idea es el famoso partido a partido, pero sí coinciden en la necesidad de llegar a ese mojón bien posicionados.

  Desde estas páginas se habló sobre el guiño que hace el fixture en relación a que de los seis encuentros tres serán en el Gigante de Arroyito, a diferencia de lo sucedido hasta aquí, en los que sólo cuatro de los diez partidos disputados fueron en condición de local. Está claro que la localía no garantiza nada, pero siempre es mejor jugar en casa.

  “No nos fijamos ninguna meta en cuanto a puntos. Buscaremos ganar todos los partidos que quedan, pero sabemos que va a ser duro y difícil, pero estamos convencidos de la idea de juego que tenemos para afrontar estos partidos que van a ser importantísimos”, declaró César Delgado durante la semana cuando fue consultado sobre el tema. Y la palabra del Chelito está en consonancia con la mayoría de sus compañeros, lo que no quiere decir que puertas para adentro sí se hayan establecido algunos parámetros mínimos, no en cuanto a comportamiento futbolístico sino sobre una línea a alcanzar.

  Lo que hasta aquí hizo Central es muy bueno. Ser uno de los escoltas (el otro es Belgrano) de los líderes Boca y River forma parte de un mérito incontrastable. Pero estas seis fechas que quedan también pueden tomarse como un desafío en sí mismo. Más atendiendo a que millonarios y xeneizes deberán cruzarse no sólo por el torneo, sino por la Copa Libertadores, con todo el gasto físico y psicológico que ello implica.

  En ese sentido Delgado también entregó algunas consideraciones y lejos de poner el acento en lo ajeno priorizó el comportamiento que espera de su equipo. “No creo que sea una ventaja que Boca y River tengan que enfrentarse. Nosotros dependemos de nuestro juego y no de otros resultados. Apuntamos a jugar un buen fútbol y a conseguir puntos para seguir prendidos arriba”, apuntó.

  Lo cierto es que la pelea que viene llevando adelante el equipo del Chacho implicará un último envión. Teniendo en claro que el torneo es largo pero que estas 6 fechas pueden fortalecer más las ambiciones. Y Huracán es el primer escalón.

Giuria dejó de ser el médico canalla

Hernán Giuria dejó de ser ayer el médico del plantel profesional de Rosario Central. De hecho no estuvo en el entrenamiento de la tarde en el predio de Arroyo Seco. A esa hora el facultativo estaba en la sede de calle Mitre resolviendo su situación contractual con algunos directivos. Según le confió el propio médico a Ovación, el alejamiento se debió “a cuestiones personales y profesionales en relación a la agenda laboral. No hay nada más que eso respecto a mi salida”. En el partido del sábado quien saldría a la cancha sería Marcos Diez, quien venía trabajando con la reserva.

La noticia tomó por sorpresa a muchos. Es que la decisión se conoció recién ayer, pese a que “era algo que venía analizando desde hace un tiempo. Tengo muchas cuestiones personales y profesionales a las que atender y por eso este paso que di”, analizó Giuria, quien intentó poner algo de claridad en medio de muchos rumores que se tejieron.

Giuria ayer estuvo en la sede, donde se reunió con el presidente Raúl Broglia y el tesorero Roberto Fattal Jaef, a quienes les presentó el telegrama.

Todavía no están del todo claros los pasos a seguir. Hay quienes pretender continuar trabajando con el sanatorio Mapaci, pero este diario pudo constatar que ya hubo contactos con Gabriel Martínez Lotti, director del Centro de Ortopedia y Traumatología (COT), entidad que hasta hace apenas unos meses le brindó cobertura médica a Newell’s.