La situación del servicio de transporte público en la capital neuquina se ha transformado en la primera pelea electoral en este distrito, y aparece como fundamental no solo para el oficialismo, sino también para la oposición, asentada en el lugar más cómodo, el de la crítica.
Gastón Contardi, asumido ya como candidato por un nuevo partido (Confluencia por Neuquén), lejos tanto de la UCR que ahora propone internas como del PRO y NCN, confirmó este sábado (en Sin Pelos, por AM 550 y el canal de noticias 24/7) que se suma la oposición a la compra de 15 colectivos nuevos por parte del Municipio.
“El Intendente Quiroga debería pensar en un nuevo llamado a licitación del transporte público de pasajeros de la ciudad de Neuquén y no en la compra de 15 colectivos para la empresa Autobuses de Santa Fe”, dijo Contardi.
Señaló que habría que “acelerar” la auditoría de la Universidad Nacional del Comahue, que “seguramente clarificará” cada uno de los incumplimientos de la empresa concesionaria. Y no dudó en indicar que “de esta manera podremos avanzar en el pedido de caducidad del contrato, que obligará al municipio a hacerse cargo del sistema, por unos meses, hasta tanto se pueda adjudicar a otra empresa”.
Más o menos por el andarivel discurre tanto Libres del Sur como la CC-Ari en el Deliberante. Por lo que en definitiva el aval o el rechazo a la propuesta oficialista de reasignar partidas presupuestarias, por unos 24 millones de pesos, para comprar los colectivos, quedará en manos del MPN.
El partido provincial, que hará todo por ganar en los próximos comicios capitalinos, no se ha opuesto por ahora a la compra de colectivos, sino que ha centrado su oposición en el tema obra pública: la plata, dicen sus concejales, no debería salir de lo asignado a este rubro, pues no hay obra que pueda pararse ya que todas son importantes.
Se verá en los próximos días qué cálculo hace el MPN pensando en lo que más lo favorezca. En concreto, si contribuir a hacer naufragar la iniciativa oficialista, o distinguirse dándole una mano, sobre la base de aquel ya famoso teorema de Baglini, que indica que la responsabilidad es directamente proporcional a la cercanía con la posibilidad concreta de gobernar.
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