La cervecera de renombre mundial Chimay, conocida por su cerveza trapense, confía en los cojinetes de igus libres de lubricación para su planta embotelladora. La empresa decidió sustituir los rodamientos de bolas oxidados por cojinetes de inserción igubal, lo que incrementó la eficiencia operativa y redujo la necesidad de mantenimiento.
La fábrica de Chimay es una de las doce fábricas de cerveza del mundo que comercializa cerveza trapense, es decir, elaborada por monjes trapenses o bajo su supervisión directa. Curiosamente, la mayor parte de sus beneficios se destina a proyectos sociales. En 2018, la abadía de Nuestra Señora de Scourmont, en la provincia belga de Hainaut, Chimay produjo alrededor de 18,5 millones de litros de cerveza. Los estrictos requisitos de producción presentaron auténticos desafíos para las plantas embotelladoras, especialmente debido a las frecuentes averías y el agarrotamiento de los rodamientos de bolas metálicos. Además, sustituir un solo rodamiento de bolas defectuoso podía llevar hasta un día y medio, lo que provocaba pérdidas en la producción. En el marco de un plan de optimización de las líneas de llenado, Chimay recurrió a igus para encontrar una solución permanente a este problema. Después de una extensa serie de pruebas, los cojinetes igubal H3 demostraron ser la mejor opción. Desde su implementación en septiembre de 2022, estos cojinetes prácticamente no han mostrado señales de desgaste1.
La fábrica de cerveza Chimay ha aumentado significativamente su productividad y reducido los costes de mantenimiento gracias a los cojinetes igus. (Fuente: igus)
Libres de lubricación y de limpieza fácil
Los cojinetes de inserción igubal H3 ofrecen muchas ventajas que mejoran significativamente el proceso de producción de la fábrica: están hechos de plásticos de alto rendimiento, por lo que no requieren lubricación ni mantenimiento y son resistentes a la corrosión; pueden soportar velocidades de hasta 200 r. p. m. perfectamente, y son mucho más fáciles de instalar y sustituir que los rodamientos de bolas metálicos, lo que disminuye considerablemente el tiempo requerido para el mantenimiento. Además, previenen daños en el eje asociados al desgaste, lo que prolonga la vida útil de todo el sistema. Otra ventaja es su alta resistencia a los productos químicos, ya que, incluso tras someterse a limpiezas periódicas, no muestran signos de deterioro. Gracias a estas características, la línea de llenado puede alcanzar una velocidad impresionante de hasta 55.000 botellas por hora. Tras una fase de prueba con éxito en tres transportadores diferentes, Chimay ha solicitado 150 cojinetes de inserción adicionales para sustituir los rodamientos de bolas restantes. “Con los cojinetes igubal H3 hemos podido resolver el principal problema de nuestros sistemas transportadores y alargar considerablemente la vida útil de nuestras máquinas”, afirma Vivien De Schryver, técnico de mantenimiento de Chimay.
Los rodamientos de bolas metálicos se sustituyeron por cojinetes de inserción igubal H3 (en gris), capaces de resistir velocidades de hasta 200 r. p. m. (Fuente: igus).
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