Se calcula que al día se venden 1.900 millones de Coca-Colas al día. La empresa tiene más de 24 millones de puntos de venta en 200 países. Sin embargo, es probable que hayas percibido un sutil cambio de sabor dependiendo del país en que consumas el refresco.
Le das un trago y te sabe a gloria: la adictiva —y secreta— fórmula de la Coca-Cola está cuidadosamente diseñada para camelar a tu paladar, con su buena dosis de azúcar incluida.
No obstante, y al margen de las obvias diferencias entre formatos como Coca-Cola light, zero o normal, es probable que si has viajado hayas notado que este refresco adquiere un sabor ligeramente distinto según el país en el que te encuentres.
Desde la web Mashed explican por qué la Coca-Cola sabe diferente en cada lugar y recuerdan que al otro lado del charco siempre ha habido un gran debate sobre si la Coca-Cola mexicana sabe mejor o no que la de Estados Unidos.
La principal diferencia entre la Coca-Cola de otros países y la de Estados Unidos es el azúcar que se añade. Puede cambiar el tipo de azúcar, pero también varía la proporción de este ingrediente presente en los diferentes formatos de bebida.
Tal y como recoge Smithsonian, la Coca-Cola mexicana suele utilizar azúcar de caña, mientras que la estadounidense emplea jarabe de maíz de alta fructosa. Esta diferencia obedece a la guerra comercial que México y Estados Unidos mantienen por el azúcar.
Los distintos países y culturas también tienen preferencias diferentes en cuanto al dulzor de la Coca-Cola y otros refrescos, lo cual es otra razón por la que la cantidad de azúcar que contiene el refresco carbonatado puede variar de un país a otro, destacan por su parte desde un hilo de Quora.
Lo que no varían son sus componentes básicos y el proceso de fabricación. El embotellado en franquicia también puede ser otro de los motivos de un sabor alterado entre unas regiones y otras.
En un restaurante en el que tú mismo te sirves la bebida, la Coca-Cola puede ser más dulce, más concentrada o más suave, ya que la bebida se mezcla allí mismo y varían las proporciones de agua, carbonatación o incluso el tipo de edulcorante. Desde Easy CO₂ Gas destacan que en lugar de jarabe de maíz de alta fructosa puede usar el azúcar de caña, el azúcar moreno o el caramelo.
Las condiciones en que consumes el refresco también repercuten en la experiencia sensorial. "Es posible que un mismo refresco varíe ligeramente de sabor debido a otros factores como la temperatura a la que se consume, los alimentos con los que se consume o las condiciones en las que se almacena antes de su consumo", destaca la propia web de Coca-Cola.
Como curiosidad, un vaso de Coca-Cola de 250 mililitros contiene 105 calorías. Si es sin cafeína, son 110 calorías. Sin embargo, y según datos de la compañía, la zero tiene 0,5 calorías.
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