La Compañía Coca-Cola busca brindar soluciones sanitarias de impacto inmediato, y continúa con sus proyectos de largo plazo en Uruguay para el cuidado de este recurso tan vital.
En el Día Internacional del Agua, Coca-Cola reafirma el compromiso con el cuidado del agua a través de su estrategia global al año 2030 con una visión: lograr la seguridad hídrica para las comunidades en las que opera y brindar soluciones de impacto inmediato.
Este es un objetivo compartido con Coca-Cola FEMSA, embotellador de los productos de la Compañía en Uruguay- e implica una asociación con diferentes ONG, el sector público y privado para hacer la diferencia donde más se necesita.
Reducción del impacto del COVID-19
Durante el último año, y en un contexto de pandemia, el problema de acceso al agua tomó una dimensión especial: según la ONU, el 40% de la población mundial carece de servicios de sanidad adecuados; es decir, unas 3.000 millones de personas no cuentan con instalaciones adecuadas para lavarse las manos con agua y jabón, un acto tan simple como imprescindible para el cuidado de la salud.
En ese marco, Coca-Cola Uruguay se enfocó en soluciones sanitarias de impacto inmediato en los sectores más vulnerables. Así, en alianza con el Proyecto Agua Segura y el Instituto del Río Negro (INDRA), Coca-Cola Uruguay logró garantizar el acceso a agua potable en 37 escuelas rurales y una policlínica, ubicadas en Tacuarembó, Salto y Durazno, mediante la instalación de filtros purificadores y capacitación a niños, maestros y familias, impactando en más de 1.700 personas.
Cuidado del agua a largo plazo
Hace más de una década la Compañía desarrolló una política marco de manejo de agua basado en cuatro pilares: Proteger cuencas, Reabastecer el agua que utiliza en sus bebidas, Reducir el consumo de agua en sus plantas y Reciclar el agua de sus procesos productivos.
En Uruguay, desde el 2017 y en alianza con la Fundación Indra, Avina, la Intendencia de Rivera, el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) y productores locales, Coca-Cola Uruguay lleva adelante un programa de conservación del bosque nativo y los recursos hídricos en el Valle del Lunarejo ubicado en el Departamento de Rivera, que viene siendo amenazado por la acción del hombre.
El trabajo sostenido por esta alianza permitió que se alcanzara el objetivo de recuperar 3.000 hectáreas de bosque nativo en una zona que posee una flora y fauna únicas para el país. La infiltración del agua en el suelo mejoró hasta cinco veces de acuerdo a las mediciones avaladas por el SNAP y la Universidad de la República, que dan cuenta del impacto positivo del programa en la preservación de los recursos hídricos de Uruguay.
Por otra parte, desde 2019 Coca-Cola Uruguay lleva adelante un proyecto en la cuenca del Río Santa Lucía en asociación con las ONG The Nature Conservancy y Vida Silvestre y la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua para la protección de nueve hectáreas de humedales, la restauración de 94 hectáreas de praderas y pastos, la protección de una hectárea de bosques y de cuatro hectáreas de áreas rocosas. Además, en colaboración con la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua, la Compañía Coca-Cola se encuentra desarrollando junto a Fundación FEMSA, BID y Coca-Cola FEMSA una estrategia de largo plazo para avanzar la seguridad hídrica en el país.
Reducir el uso de agua en plantas
A su vez, siguiendo con el compromiso de cuidar este recurso tan vital, Coca-Cola FEMSA Uruguay ha incorporado líneas de llenado eficientes e implementado diversas tecnologías en todos sus procesos productivos. Además, ha llevado adelante un programa de identificación de pérdidas y de reutilización de agua en diferentes instancias, ya sea para riego, limpieza o enjuagues. Todas estas acciones han permitido disminuir un 30% el consumo de agua en los últimos diez años, lo que equivale a llenar unas 50 piscinas olímpicas.
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