Hace unos meses, Coca-Cola se unió a la start-up danesa Paboco (The Paper Bottle Company) para crear botellas a partir de materiales renovables, reciclables y biodegradables. El resultado de estos esfuerzos de I+D es el desarrollo de un primer prototipo de botella hecha de papel que permite avanzar hacia un mundo sin residuos.
Esta innovación se enmarca dentro de la estrategia de Coca-Cola por crear envases más sostenibles que permitan avanzar hacia un mundo sin residuos.
"Nuestro objetivo es crear una botella de papel que pueda reciclarse como cualquier otro tipo de papel. Este modelo es el primer paso para lograrlo. Una botella enteramente de papel abre todo un mundo de posibilidades y estamos convencidos de que los envases en este material jugarán un rol importante en el futuro", ha señalado Stijn Franssen, EMEA R&D Packaging Innovation Manager de Coca-Cola, que forma parte del proyecto.
La iniciativa se enmarca dentro de World Without Waste (Un Mundo sin Residuos), la estrategia global de Coca-Cola en materia de envases, por la que se compromete a recoger y reciclar el equivalente al 100% de las latas y botellas que comercialice para 2030, aunque en Europa Occidental este objetivo se ha fijado para 2025. También contempla, entre otras cuestiones, reducir sustancialmente la utilización de materia prima virgen en la fabricación de los envases y que estos sean 100% reciclables. Para ello, desde hace años Coca-Cola invierte continuamente en ecoinnovación, explora las tecnologías más punteras y, lo que es más importante, busca asociaciones y colaboraciones que impulsen una mayor sostenibilidad de sus envases.
Este prototipo de botella es un primer paso, pero queda camino por recorrer, pues su fabricación aún no es posible sin la utilización de una pequeña cantidad de plástico. "Consta de una carcasa de papel con un tapón de plástico y un fino revestimiento de este material también en el interior. Se trata de plástico 100% reciclado y que se puede procesar nuevamente, pero nuestro propósito es crear una botella de papel que se pueda reciclar como cualquier otro papel. Lo próximo será encontrar una solución que permita generar una botella sin ese revestimiento plástico", ha apuntado Stijn.
Igualmente, se están realizando pruebas exhaustivas para que esta futura botella sostenible cumpla con todos los estándares actuales en cuanto a calidad y seguridad alimentaria. Sin olvidar, como cuenta el propio Stijn, el debido debate sobre cómo reaccionarán los consumidores a una innovación de tal calibre, o sobre cuándo y dónde se podría vender y cómo se puede reciclar. "Esta innovación debe explorarse desde todos los ángulos para asegurarnos de que ofrecemos la mejor botella posible”, asegura.
Stijn confía en que las nuevas tecnologías permitan el desarrollo de esta botella de papel que se recicle como tal, y también que pueda emplearse para una gran cantidad de bebidas del portafolio de la compañía. "Todo esto es parte de nuestro viaje para encontrar soluciones de envases más sostenibles con el fin de que los consumidores disfruten de nuestras bebidas cómodamente sin perjuicio para el planeta".
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