La III edición del Concurso Mares Circulares ha premiado a dos estudios científicos españoles y uno portugués, así como una start-up española. Todos los ganadores recibirán financiamiento para seguir desarrollando sus propuestas. De este modo, la compañía refuerza su compromiso con cuidar el plantea, especialmente los océanos.
Si hay algo que es seguro, es que la pandemia de la COVID-19 nos ha traído un contexto lleno de incertidumbre. Sin embargo, hay una certeza que no solo no ha cambiado, sino que se ha reafirmado tras la crisis: la necesidad de cuidar el medio ambiente y la urgencia de apostar por la economía circular y Coca-Cola está muy convencida de ello. Es por esto, que la compañía mantiene su apuesta por poner la sostenibilidad y la economía circular en el centro de su negocio.
Ahora más que nunca, y con el objetivo de trabajar para encaminar los esfuerzos hacia una recuperación verde y conseguir un mundo sin residuos, Coca-Cola ha premiado, dentro de la III edición de su Concurso Mares Circulares, coordinada desde la Asociación Chelonia, y con la participación de Liga para a Protecção da Natureza, a tres estudios científicos y una start-up, para que puedan seguir desarrollando sus iniciativas y proyectos de lucha contra la basura marina. Cada uno de los estudios ha sido premiado con 5.400 euros, y la start-up con 5.000 euros de capital semilla, por sus proyectos para luchar contra la basura marina.
El certamen se enmarca dentro del programa Mares Circulares, un proyecto en red impulsado por Coca-Cola en España y Portugal y cofinanciado por The Coca-Cola Foundation, para la limpieza de costas, entornos acuáticos y fondos marinos, la sensibilización y formación sobre el reciclaje y el fomento de la economía circular. Coca-Cola, siguiendo su estrategia global ‘World Without Waste’ (‘Un mundo sin residuos’) que en Europa Occidental se traslada a ‘Avanzamos’, en concreto su pilar de envases, da un paso más en sus esfuerzos por contribuir a la conservación del planeta y en su compromiso de recoger y reciclar el equivalente al 100% de los envases que comercializa.
Ana Gascón, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola Iberia, afirmó que “en Coca-Cola tenemos el firme compromiso de que ninguno de nuestros envases termine como residuo, sino que se integren de nuevo como materia prima en el ciclo de producción. Por eso, dentro de Mares Circulares apostamos firmemente por promover la investigación y el desarrollo de soluciones científicas que ofrezcan una respuesta viable al problema de la basura marina. Porque apostar por la investigación es apostar por el futuro, un futuro más sostenible para todos”.
En la categoría de estudios científicos, el primer estudio premiado ha sido “Valorización energética de microplásticos en hotspots de la Macaronesia (VALORIZAMAC)”, dirigido por Javier Hernández Borges, de la Universidad de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife), cuyo objetivo es tratar de minimizar el problema de la contaminación por microplásticos en las costas de la Macaronesia a través de la búsqueda de tecnologías de separación de microplásticos del sedimento, de su recolección y análisis y de su revalorización, analizando su rendimiento energético para poder transformarlos en fuente de energía.
Le sigue el proyecto “Plumbum”, dirigido por un equipo de la Asociación Hippocampus compuesto por Juan Diego López Giraldo y José Luis Alcaide Sanjurjo (Murcia), que pretende minimizar la presencia de un metal pesado como el plomo en los fondos marinos, proveniente principalmente de la pérdida de artes y útiles de pesca. Su geolocalización es vital para su recogida y posterior reincorporación al ciclo productivo, promoviendo una economía circular y un modelo de responsabilidad social corporativa para la conservación del entorno marino y la biodiversidad. En tercer lugar, en Portugal, María Teresa Ferreira Cesário, de la Associação do Instituto Superior Técnico para a Investigação e Desenvolvimento (Lisboa), lidera la otra propuesta premiada “Valorización de macroalgas enteras y residuales a bioplásticos sostenibles e ingredientes proteicos para su aplicación en aquafeed”, que busca realizar un aprovechamiento de los residuos de algas utilizadas en la extracción de hidrocoloides para la producción de bioplásticos biodegradables (PHAs) producidos por microorganismos. En esta iniciativa también se pretende la extracción de una proteína de otra especie de algas para ser utilizada como ingrediente proteico en piensos para la piscicultura.
Por último, en la categoría de start-ups, el premio ha sido para “FYCH: Start-up de base tecnológica dedicada al desarrollo y comercialización de una nueva tecnología para reciclar envases multicapa”, presentada por Andrea Cabanes Gil e impulsada por los socios de la start-up: Andrea Cabanes, Oksana Horodytska, Andrés Fullana y la Fundación Parque Científico de Alicante. El proyecto busca solucionar las dificultades para reciclar envases multicapa gracias a su tecnología de deslaminado, en proceso de mejora y escalado, que hace posible la separación de las capas, además de la eliminación de tintas y adhesivos. Gracias a ella, se pueden recuperar materiales que actualmente no se pueden reciclar, mejorando así la calidad del plástico para su reciclado y contribuyendo a la economía circular.
Los ganadores han sido seleccionados por el Jurado del Concurso de Mares Circulares, que está formado por cinco miembros externos al proyecto, siendo especialistas tanto en el ámbito de la investigación, como del ámbito empresarial, con representación tanto de España como de Portugal. El jurado se ha encargado de evaluar las candidaturas según los criterios técnicos, sociales, ambientales y de integración en la economía circular antes de facilitar su fallo a la Asociación Chelonia.
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