Se le considera uno de los mayores fracasos de marketing de todos los tiempos. A mediados de los años 80, Coca-Cola enfrentó una crisis que casi le cuesta su posición de liderazgo global. Lo que parecía una jugada estratégica terminó convirtiéndose en un error monumental que hoy es estudiado en universidades y escuelas de negocios.

Para comprender cómo ocurrió este desliz, es necesario retroceder a la década de los 70. Pepsi comenzaba a ganar cuota de mercado gracias a campañas dirigidas a un público joven y menos tradicionalista. Aunque no logró superar a su histórica competidora en ventas, sus esfuerzos preocuparon a los ejecutivos de la empresa en Atlanta.

Roberto Goizueta, entonces CEO de Coca-Cola, dejó claro que no habría "vacas sagradas" en la estrategia de negocios. Era crucial tomar decisiones radicales para frenar la caída en las ventas.

New Coke fue uno de los fracasos más rotundos de la empresa (Fuente: Archivo)

El 25 de abril de 1985, Goizueta sorprendió al mundo anunciando un cambio definitivo en la fórmula del refresco, que ahora se comercializaría como "New Coke". Según el ejecutivo, el nuevo sabor era más "audaz", "equilibrado" y "armonioso". 

Los periodistas no tardaron en preguntar: "¿Este cambio se hizo para competir con Pepsi?". La respuesta era evidente incluso para Roger Enrico, CEO de Pepsico, quien celebró otorgando un día libre a sus empleados.

La guerra de las bebidas cola

La rivalidad entre ambas marcas se intensificó en 1975 cuando se lanzó el "Desafío Pepsi", una prueba a ciegas en la que los consumidores preferían su sabor. Esta campaña puso en alerta a Coca-Cola, que vio su liderazgo amenazado por primera vez.

Mientras la empresa proveniente de Atlanta se presentaba como un símbolo familiar y tradicional, Pepsi apelaba a la juventud y a la rebeldía. La competencia se convirtió en un ejemplo clásico de guerra de marcas en la historia del marketing.

Dentro de Coca-Cola, el desarrollo de la New Coke se conocía como "Proyecto Kansas". El objetivo era simple: recuperar el liderazgo perdido. La nueva fórmula era más dulce, pero se diferenciaba lo suficiente de Pepsi.

Los estudios de mercado iniciales indicaban éxito. Sin embargo, cuando se les preguntaba a los consumidores si aceptarían que el nuevo producto reemplazara a la fórmula clásica, muchos lo consideraban una falta de respeto a un ícono cultural estadounidense. Pese a estas advertencias, Goizueta fue contundente: "Es New Coke o nada".

Un lanzamiento turbulento

En ciudades como Nueva York y Miami, el lanzamiento inicial fue exitoso. Sin embargo, en el sur de Estados Unidos, el panorama era diferente. Coca-Cola era un símbolo cultural arraigado, y el cambio fue visto como una traición.

Las protestas no se hicieron esperar. Personalidades de la televisión ridiculizaron la decisión, mientras miles de consumidores exigían el regreso de la fórmula original. El 11 de julio de 1985, sólo 79 días después del lanzamiento del nuevo refresco, la empresa anunció el retorno de la receta clásica bajo el nombre Coca-Cola Classic.

A sólo 79 días después del lanzamiento del nuevo refresco, la empresa anunció el retorno de la receta clásica.

(Fuente: Shutterstock)Lecciones aprendidas

Aunque New Coke no fue un desastre total en ventas, se convirtió en un símbolo de errores estratégicos en marketing. Intentar modernizar un producto profundamente arraigado en la cultura estadounidense resultó contraproducente.

La fórmula original pronto superó en ventas a sus competidores. El refresco fue rebautizado como Coke II en 1992 y retirada definitivamente en 2009. El episodio se convirtió en una lección obligada para empresas de todo el mundo.

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En un giro inesperado, New Coke regresó brevemente en 2019 gracias a una colaboración con Netflix para promocionar la tercera temporada de "Stranger Things", ambientada en 1985. Esta vez, el lanzamiento fue recibido con entusiasmo, transformándose en un tributo nostálgico a una época donde incluso los errores quedaron inmortalizados.