Coca–Cola es una de las empresas que más éxito tiene desde hace ya muchas décadas. La bebida americana es un referente no sólo en Estados Unidos, su mercado natal, sino en todo el mundo.

Una empresa que factura millones de dólares al mes y que, cómo no, se ha ido adaptando poco a poco a las necesidades del sector así como a las diferentes normativas de contaminación.

Es por eso que, ahora que la sensibilidad en torno al medioambiente y a la contaminación es más alta que nunca, Coca-Cola ha decidido darle una vuelta de tuerca a varios de sus envases para hacerlos aún más sostenibles.

El nuevo envase de Coca-Cola

Uno de los mejores métodos para reducir la huella medioambiental que dejan sus envases y su fabricación es reduciendo el peso. Tal y como apuntan en El Español, en el caso la botella de vidrio más icónica de la marca Coca-Cola, la denominada Contour, su peso se ha reducido un 21% con respecto al año 2000.

En el caso de la botella de plástico de 2 litros, su peso ha disminuido un 35% desde el año 2010, mientras que las latas pesan a día de hoy ni más ni menos que hasta un 60% menos que hace 30 años.

Si nos centramos en el material reciclado, en el caso de las botellas, éstas contiene ya un 25 por ciento de material reciclado, una cifra que Coca-Cola quiere aumentar hasta el 50 por ciento en este mismo año, como apuntan en el citado medio. Teniendo en cuenta que en 2013 la cifra era del 17 por ciento, es evidente el empeño de la marca en este sentido.

De hecho, uno de los logros de los que más orgullosos están en Coca-Cola es que ni más ni menos que el 99,6 por ciento de sus envases son completamente reciclables. Con estos nuevos diseños revolucionarios el avance de la marca de bebidas americana en cuanto a la sostenibilidad de sus productos es más que notable.