Como parte de su programa Mares Circulares, que además de limpiar costas y fondos marinos, y sensibiliza sobre el reciclaje,Coca- Cola respalda la innovación y la investigación científica para la búsqueda de soluciones al creciente problema de la contaminación marina. En este marco, apoya a la empresa asturiana Semillas del Cantábrico que está trabajando en un robot que permite filtrar el agua para reducir la presencia de plásticos en el mar.
Como parte de su programa Mares Circulares, Coca-Cola apoya la creación del prototipo del robot, llamado Clean-Dock, que ya fue probado en 2019 en el Puerto de Gijón, y ha vuelto este mes al mismo recinto portuario para probar las mejoras incorporadas. Este robot recoge todo tipo de suciedad del mar, pero está enfocado tanto a los macroplásticos como a los microplásticos. Estos últimos, de un tamaño inferior a los cinco milímetros y fácilmente ingeribles, son los más peligrosos para la fauna marina, lo que entraña también riesgos para la salud humana.
El innovador aparato, que mide seis metros de largo por dos de ancho, cuenta con unas placas solares instaladas en la parte superior que le permiten funcionar de forma autónoma, lo que, según sus desarrolladores, hace posible su uso 24 horas todos los días del año de manera sostenible.
Además, la plataforma tiene un sistema de filtración que recoge agua de mar justo por debajo de la superficie, en el primer metro de profundidad, retirando los plásticos contaminantes, que se acumulan en un depósito para su posterior extracción. Se trata de una succión suave, de modo que no afecta ni a las algas ni a la fauna marina. De construcción modular, lo que facilita su instalación y replicabilidad en otros lugares, este robot puede filtrar 120 litros de agua por minuto, aunque su capacidad de recogida de residuos depende mucho de la zona en la que trabaje.
Coca-Cola no sólo apuesta por efectivamente poder reducir la cantidad de plásticos en el mar, sino que también busca con la mejora de este prototipo, lograr concienciar sobre la inaceptable cantidad de basura que acaba en el mar y realizar un análisis exhaustivo de los residuos recogidos. La idea es que los datos recabados sirvan de apoyo a estudios científicos, sobre todo a los que se enfocan en los microplásticos, unos auténticos desconocidos hasta hace solo unos años y en los que se centran últimamente cada vez más investigaciones.
Coca- Cola está fuertemente comprometida con la sostenibilidad y el medio ambiente. En esta línea, cada año desde 2018 el proyecto Mares Circulares recoge datos científicos y los pone a disposición de los investigadores para avanzar en la solución al problema de la contaminación marina. Lo hace con la monitorización de las playas y el análisis de los residuos recogidos en los fondos marinos en colaboración con cofradías pesqueras de España y Portugal. Además, en cada campaña impulsa tres nuevos estudios científicos y una iniciativa empresarial que aporten innovaciones en la lucha contra la basura marina a través del concurso Mares Circulares.
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