Club de París: el plomero del Titanic tapa un agujero grande y saca pecho político

Club de París: el plomero del Titanic tapa un agujero grande y saca pecho político

Massa mejoró las condiciones de repago de la deuda con europeos y aliados, ganó tiempo y bajó la tasa de interés. El acuerdo aumenta su poder de fuego.

Por Ariel Maciel.

Sergio Massa firmó un acuerdo de renegociación de la deuda que tiene el país con el Club de París apoyado en el programa de facilidades extendidas que cerró con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La addenda del entendimiento logrado por Axel Kicillof en 2014 le permite extender los plazos de repago hasta 2028 y una considerable baja de la tasa de interés, con un piso del 3,8% y un promedio ponderado del 4,5%. El ministro de Economía logró, así, tapar otro agujero en su rol de plomero del Titanic e intentó ligarlo con los beneficios financieros otorgados a las pymes industriales, de modo de mejorar la capacidad exportadora local para conseguir más dólares para las reservas del Banco Central. La foto productiva y el anuncio financiero le permitieron ganar músculo político en medio de la crisis de liderazgo y la sequía de voluntades electorales que degrada al Frente de Todos.

El jefe del Palacio de Hacienda llegó este viernes a un parque industrial en la localidad bonaerense de Escobar luego de que su encargado de las negociaciones con los organismos internacionales y, además, titular del INDEC, Marco Lavagna, y su jefe de Gabinete en el Ministerio de Economía, Leonardo Madcur, le dieran la buena nueva. A todos les adelantó que el anuncio de créditos productivos iba a ser superado por el nuevo esquema de pago de la deuda externa con el bloque europeo, hecho que le permitió rodearse de elogios. Luego se conocieron los detalles: extensión del repago de 13 cuotas semianuales.

Otro de los puntos centrales es la reducción de la tasa de interés, que pasará del actual 9% a una tasa "step-up" que comenzará con un piso del 3,9% durante tres meses y luego irá subiendo "paulatinamente". Fuentes del Ministerio de Economía señalaron "la tasa ponderada será del 4,5%, que es buena para el contexto global, caracterizado por el alza de tasas internacionales". "El reembolso, denominado en las monedas originales del préstamo, por parte de la República Argentina de las sumas correspondientes se realizará en 13 cuotas semestrales sucesivas, la primera en diciembre de 2022 y la última en septiembre de 2028", señaló el organismo internacional.

"El esquema ofrece un marco para una solución sostenible a la cuestión de la mora adeudada por la República Argentina a los acreedores del Club de París, cubriendo un stock total estimado de mora de 1.972 millones de dólares, al cierre de septiembre de 2022. La modificación consiste en una reprogramación de 100% de los importes totales de principal e intereses vencidos y no pagados a 30 de mayo de 2022 inclusive y una reducción de los intereses aplicables a partir del 30 de mayo de 2022", destacó el Club de París en su página oficial. Este dato mostró la importancia del reencauce de las negociaciones, luego de que el FMI le diera el visto bueno a las revisiones técnicas del EFF sorteadas por la gestión Massa.

De acuerdo con la información oficial, el promedio de las cuotas semestrales será de 170 millones de dólares, sumados capital e intereses. De ese modo, el perfil de pagos es "sostenible" y "no compromete" el proceso de fortalecimiento de las reservas del Banco Central. Además, compromete la devolución del 40% del capital, lo que implica una reducción del 18% para el corto plazo del repago, en el esquema del acuerdo 2014. Este entendimiento contrasta con los plazos de Kicillof, que dejaba un mayor peso del pago de la deuda para los últimos años, pero también con la propuesta que había realizado el exministro Martín Guzmán. "En junio de este año, la gestión que entonces estaba a cargo del Ministerio de Economía había hecho una propuesta que no llegó a ser negociada y mucho menos aceptada. Esa propuesta también planteaba devolver el 58% del capital para 2024", dispararon en el entorno de Massa.

"Muchas de las empresas que están acá tenían vedado el acceso al crédito en Europa y para comercializar con empresas del bloque europeo porque veníamos trabados en las negociaciones con el Club de París", destacó el jefe del Palacio de Hacienda en el acto en el que también estaba presente el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren. Esa platea de la economía real ponderó de manera positiva un acuerdo clave para reactivar el financiamiento internacional, en momentos en que las trabas para el acceso a las divisas extranjeras complicaron la marcha de la actividad productiva.

La deuda con el Club de París es un conjunto de préstamos que la Argentina tomó en forma bilateral con algunas de las 22 naciones que lo componen. De la ronda de negociaciones participaron representantes de los gobiernos de Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Israel, Italia, Japón, Países Bajos, España, Suecia, Suiza, Estados Unidos Unido y los Estados Unidos de América; mientras que hubo observadores de Australia, Brasil, Irlanda, Corea, Noruega y la Federación de Rusia. También estuvieron presentes veedores del FMI, del Banco Mundial, de la Comisión Europea,del Banco Interamericano de Desarrollo, de la Organización para Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE) y de la Secretaría de la UNCTAD.

La reunión estuvo presidida por Emmanuel Moulin, presidente del Club de París y director general del Tesoro del Ministerio de Economía, Finanzas y Soberanía Industrial y Digital de Francia. Además de Lavagna y Madcur, participó de las negociaciones de cierre el subsecretario de Sostenibilidad de la Deuda Pública, Nicolás Segal. "El Gobierno de la República Argentina se compromete a obtener la provisión por parte de sus otros acreedores bilaterales oficiales de nuevos desembolsos en línea con los supuestos de su programa financiero. El Gobierno de la República Argentina trabajará periódicamente con el Club de París sobre los avances en dicho frente", destacó el Club de París.

Corre, Sergio, corre

Como viene señalando Letra P, el Frente de Todos sufre un inédito déficit de hambre de poder. El clamor por una candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner recibió un baldazo de hielo cuando el hijo de la vicepresidenta, Máximo Kirchner, dijo que no la ve de nuevo en el ruedo electoral y que, además, "el peronismo no tiene candidatos". El presidente Alberto Fernández pide que no lo dejen afuera, pero, al mismo tiempo, ofrece bajarse de la pelea por un segundo turno. Tal es la sequía, que en las últimas horas el dirigente social Juan Grabois avisó que podría postularse.

Massa llegó al Ministerio de Economía con bríos presidenciales, pero enseguida vio algo que no le gustó: la economía. Puso en el freezer su proyecto 2023 y empezó a hablar de 2027. En su última columna dominical, Gabriela Pepe relató la carrera contra el tiempo que corre el hincha de Tigre: puso mayo como fecha límite para poder exhibir una fecha sostenidamente descendente en las filminas de la inflación. El acuerdo con el Club de París, como el que cerró con el FMI, lo fortalece, pero sabe: los precios, si no logra domarlos, pueden matarlo.   

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