Alemania es el principal acreedor. Fue una gestión que realizó ayer el presidente Alberto Fernández con su par alemán, el canciller Olaf Scholz. A cambio, Scholz pidió trato igualitario en la cancelación de la deuda. El Gobierno busca modificar el Acuerdo de 2014, extender vencimientos, recortar las tasas de interés y despejar el pago de la deuda para los próximos años.
Por Julián Guarino
(Enviado especial).- Alberto Fernández llegó hoy a París desde Berlín con una buena noticia bajo el brazo. Según pudo saber Ámbito, ayer, durante el encuentro que mantuvo el mandatario argentino con el canciller Olaf Scholz, Fernández le pidió al germano su apoyo para llevar adelante una negociación clave para el futuro de las finanzas: le solicitó a Scholz que acompañe a la Argentina en la renegociación y modificación del Acuerdo cerrado en 2014. En los hechos, significa cambiar las condiciones en las que la Argentina deberá pagar unos u$s 2400 millones.
Dos elementos le dan volumen a la gestión: por un lado, el Gobierno ha señalado que mira con preocupación la posibilidad de que le falten dólares a las reservas del BCRA este año. Por otro, al margen de la deuda con el Club de París, ya existen conversaciones para que el FMI le solicite a la Argentina sentarse a renegociar algunas cláusulas cuantitativas y condicionalidades del último acuerdo firmado. Es en ese entramado que el Gobierno quiere también mejorar el escenario de vencimientos con el Club.
Hay otro detalle que ayuda a comprender: Alemania es dueña del 37% de la deuda que mantiene la Argentina. Eso explica el interés de Scholz por empujar un desenlace rápido en esta conversación y por recibir un “tratamiento igualitario”, es decir, que cada vez que la Argentina cancele deuda con otros acreedores, pueda disponer de recursos proporcionales para ir cancelando la que mantiene con el Club. Fue lo que volvió a prometerle Fernández ayer. Para tener un cuadro completo de los acreedores, el resto de la deuda la tienen Japón (22%), los Países Bajos (8%), España (6,7%), Estados Unidos (6,3%), Italia (6,3%), Suiza (5,3%), Francia (3,6%) y algunos países más por el 4% restante. Huelga decir que, de todas formas, los miembros del Club de París toman las decisiones en conjunto.
El dato es que el presidente Alberto Fernández piensa que el Acuerdo cerrado en 2014 es malo para la Argentina. Por esa razón no sólo busca una prolongación de las fechas de vencimiento, sino también una reducción fuerte en la tasa de interés del crédito. Aún hoy el Presidente estima que el esfuerzo debe estar puesto en despejar los próximos años de vencimientos de deuda, para que el país pueda utilizar los dólares para expandir la actividad económica.
Volviendo al 2014, en esa oportunidad, el Gobierno había reconocido al Club de París una deuda de poco más de u$s 9000 millones (sin quita de capital ni intereses punitorios) y por el que la Argentina se comprometía a pagar la totalidad en un plan de cinco cuotas anuales, con dos años más de plazo. Producto de la pandemia, y de las dificultades financieras que se desataron a partir del 2018, el crédito, que debería haberse cancelado en 2020, mantuvo vigente su última cuota de unos u$s 2400 millones.
En rigor, en aquella oportunidad, y con la renegociación de Guzmán con los acreedores privados en marcha, el Gobierno pidió utilizar un mecanismo para extender por un año la obligación de pagar ese dinero. Fue entonces que Fernández y Guzmán decidieron acercar una propuesta para modificar los términos que se habían cerrado en 2014. Es la negociación que está en marcha.
Hace sólo algunas semanas, a fines de febrero de este año, Guzmán pagó unos u$s 190 millones de capital al Club de París, honrando lo que había comprometido en 2021 (donde había desembolsado otros u$s 226 millones). En marzo, el ministro logró evitar el default y extender el plazo puente. Según señaló ayer Alberto Fernández, el Gobierno avanza en la negociación. Si bien el compromiso de las partes era que el Acuerdo debía ser renegociado antes del próximo 30 de junio, fuentes cercanas al presidente sostuvieron que el Gobierno podría correr ese plazo hacia adelante, ya que es sólo referencial.
Esa fecha había sido pactada en el encuentro de marzo pasado entre Guzmán y el presidente del Club, Emmanuel Moulin. Precisamente con Moulin fue que Guzmán volvió a reunirse a fines de abril de este año, en el marco de su participación en la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington.
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