Aunque tiene un equipo de más de 20 personas, para el detalle fino se recostó sobre un grupo reducido y de confianza. Es el que está al tanto del mapa integral de las medidas y fue su scrum en estos días de acuerdos y negociaciones. Tendrá un rol central en la gestión.
Por Pablo Ibáñez
El lunes, en las oficinas que ocupa en avenida del Libertador, el búnker donde -y desde el que- operó la última semana, Sergio Massa se reunió, largo y en secreto, con Axel Kicillof. No fue el único encuentro pero fue emblemático por algo: Massa recibió al gobernador, que fue acompañado por Augusto Costa, escoltado por cuatro dirigentes, el Club de los cuatro, que fueron figuras clave en el diseño del plan anti crisis del superministro de Economía.
Así como Massa tiene un equipo político, que opera con sigilo, en la previa de su llegada al gobierno se rodeó por varios colaboradores pero de esos hubo cuatro que fueron esenciales en el proceso. Uno, que hace años se mueve cerca de Massa, es Guillermo Michel, actual titular de la Aduana, y una figura con múltiples relaciones en el mundo político, económico y judicial. Michel seguirá, hasta donde se sabe, en su lugar pero sus oficios excederán, por mucho, la tarea que indica su cargo.
Otra figura determinante es Lisandro Cleri, que se convertirá en número dos del Banco Central, un stopper detrás de Miguel Angel Pesce que continuará, luego de estar una semana en el centro de las especulaciones, al frente de la entidad. Cleri aparece, en una escala de influencia, como el funcionario de más rango en material de finanzas. Viene de presidir el Fondo de Garantías Sustentables (FGS) de ANSeS, lugar al que llegó en tiempos de Martín Guzmán, por una serie de movimientos, no del todo lineales. Uno de sus sponsors fue Massa. Otro, muy activo, fue Sergio Chodos, que seguirá en la butaca de representante ante el FMI.
Cleri tiene, además, una historia que lo vincula al equipo que Diego Bossio armó en la ANSeS, donde había otro jugador de peso: Juan Manuel Pichetto, hijo del ex senador que fue compañero de fórmula de Mauricio Macri en el 2019. Silvina Batakis buscó a Cleri hace 20 días para que fuera su secretario de Finanzas, pero el funcionario dijo que no y propuso, para esa tarea, a Eduardo Setti, que formaba parte de su equipo. Setti, un economista con historia en el PJ, seguirá en ese cargo.
El tercer integrante del club que escoltó a Massa es Raúl Rigo. Con más de 25 años en Economía, Rigo es un conocedor, muy respetado en el sistema y con relaciones en todas las terminales. Sobrevivió, incluso, al volantazo que significó el triunfo de Macri en 2015, al punto que siguió como funcionario de Alfonso Prat Gay. Rigo no es massita pero, quizá, Massa es rigista en el sentido de que el funcionario, que queda como secretario de Hacienda, conoce como pocos los resortes del gasto y puede ser una figura clave para el proceso de ordenamiento que pretende el nuevo ministro.
El cuarto protagonista es Leonardo Madcur, que llega al dispositivo Massa a través de Roberto y Marco Lavagna. Este seguirá en INDEC; según se confirmó, aunque no está claro si eso será definitivo: Lavagna planteó que tiene que completar un proceso de modernización del instituto de estadística, que le llevará un tiempo más, y que luego -quizá- podría incorporarse al equipo de Massa. Todo, claro, si hay un después y, como susurran algunos en el massismo, en la cabeza del tigrense hay un plan de dos tiempos: un shock inicial, con este staff, para luego ir a un esquema expansivo, más adelante, que podría necesitar de otro perfil de funcionarios.
Madcur integró, hace 15 años, el equipo de Roberto Lavagna que hizo el canje de deuda en tiempos de Néstor Kirchner. Estaba bajo la coordinación de Guillermo Nielsen, que luego se convirtió en su suegro. Madcur será jefe de asesores del ministro y además de los temas vinculados a finanzas y deuda, tiene un saber adicional que puede ser determinante: se lo señala como un experto en temas de energía.
Hay, claro, otros referentes de extrema cercanía con Massa que intervinieron en todo el proceso, entre ellos Ignacio De Mendiguren y Matías Tombolini, que quedarán al frente de Desarrollo Productivo y de Comercio Interior respectivamente. Con menos día a día, pero con cercanía, aportarán Roberto y Marco Lavagna, y Daniel Marx, la figura que hasta acá generó más resistencias y reacciones negativas en el dispositivo del Frente de Todos.
“¿Sabés el escándalo que pudo haber ocurrido si Guzmán convocaba como asesor a Daniel Marx?”, se pregunta en voz alta, con picardía, un funcionario nacional que sigue al detalle las novedades del equipo que designó Sergio Massa.
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