La nueva ley para el mercado de capitales tiene tres ejes: re-regular el mercado, reforzando la capacidad de supervisión y sanción del Estado facilitar el ingreso de más actores como oferentes y demandantes de instrumentos financieros y crear nuevos títulos de ahorro que sean una alternativa al dólar y los plazos fijos.
A partir de ahora se elimina la obligatoriedad de reunir “la calidad de accionista para que un agente intermediario pueda operar en un mercado determinado”. Actualmente, sólo pueden operar de forma directa en la Bolsa sus socios. Para pertenecer es necesario comprar una acción del MerVal, que equivale a desembolsar unos cinco millones de pesos. La desmutualización termina con esta condición como sucedió en la Bolsa de Nueva York una década atrás y más recientemente en los mercados de Sudáfrica, los dos más grandes de India, el mercado de futuros Nymex y el tecnológico Nasdaq. Además, la ley rompe el oligopolio de las calificadoras de riesgo Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s, pues deja de ser obligatorio que las emisiones de deuda cuenten con una nota y se abre la posibilidad de que universidades públicas funcionen como calificadoras.
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