El Rojo tiene puntaje ideal desde la llegada del DT; el proyecto, la alimentación, la tecnología y la importancia de todo el cuerpo técnico
Mauricio Pellegrino tiene a todos sorprendidos en Independiente por las formas y los resultados. Nadie imaginó que iba a adaptarse tan rápido a un plantel con demasiadas dificultades en los últimos tiempos. De formación europea, con cuidados que van desde la alimentación a un celoso estudio de los futbolistas propios y ajenos, el entrenador le sacó al equipo la costumbre derrotista y lo reposicionó en el campeonato local. Son seis victorias consecutivas -una por la Copa Argentina- las que hicieron que el conjunto de Avellaneda volviera a sentirse importante de una vez por todas.
Independiente ahora gana seguido. Es cierto que todavía no consiguió la confiabilidad que le gustaría a la mayoría y que en algunos partidos, como ante Defensa y Justicia (1-0), la pasó mal, pero cuesta vulnerarlo o descubrirle un hueco evidente. De hecho, en estos seis partidos apenas le hicieron un gol: fue en el 3-1 ante Olimpo, en el debut de Pellegrino, un DT que impuso una estructura en muy poco tiempo.
"Todavía no encontramos el 100 por ciento de lo que quiere el entrenador. Tenemos el protagonismo en los primeros momentos, pero al ponernos en ventaja nos venimos abajo y crece el adversario. Lo bueno es que podemos corregirlo desde la victoria", analizó Hernán Pellerano.
El grupo, que sintió el impacto de la salida de Jorge Almirón, con quien había tenido afinidad, supo que se venían cambios con una de las primeras decisiones de Pellegrino: comer en el predio de Villa Dominico después de cada entrenamiento. La propuesta es respetar los horarios y asegurar una alimentación balanceada en la que sobresalen los hidratos de carbono y el pescado. El nutricionista Mauro Sergio y el preparador físico Gabriel Macaya llevan adelante la idea.
La gran clave de Pellegrino es el cuerpo técnico. Él descansa en sus colaboradores más cercanos: Carlos Compagnucci, más apegado al trabajo en el campo, y el español Xavier Tamarit, a quien conoció en Valencia, más cercano a la tecnología y a los análisis de Independiente y de los rivales. El entrenador de arqueros Pablo Caballero y Macaya completan el cuadro.
"La evolución en la vida es constante. No podemos estar con los ojos cerrados en el fútbol. Nosotros consideramos fundamental una formación global del jugador. Siempre depende de la infraestructura que tenga el club y de sus posibilidades. Independiente nos puso a disposición lo que necesitamos", describió Tamarit, en ESPN Radio. ¿Cuáles son sus tareas? Les presenta a los futbolistas informes individuales y colectivos, estudia en vivo los partidos, toma notas y edita imágenes que hasta a veces llegan a verse en un entretiempo o después de los encuentros.
"La llegada de Mauricio cambió el ánimo y, en buena parte, renovó la ilusión en nosotros y en los hinchas. Tenemos orden y está muy claro lo que debemos hacer. Antes intentábamos ir desesperados y eso nos costaba demasiados puntos. De tres cuartos para adelante tenemos jugadores que van a desequilibrar. Una vez que los resultados se van dando, se trabaja con más tranquilidad y paciencia", manifestó el arquero Diego Rodríguez. Matías Pisano simplificó el tema: "Estamos metiendo las que no entraban en el campeonato pasado. Teníamos siete u ocho claras que no podíamos convertir. Ahora sí".
Pellegrino busca lo máximo de cada futbolista. De los titulares y de los suplentes. Siempre tiene a mano alguna herramienta extra para darles. No habla demasiado ni "aturde" con el exceso de información. Trata de dejar a un costado los gestos exagerados. Aprendió la carrera en los juveniles de Valencia y, sobre todo, como ayudante del español Rafa Benítez, en Liverpool e Inter. Voló solo en el mismo Valencia y, en la Argentina, condujo a Estudiantes, del que se fue en no muy buenos términos con el presidente Juan Sebastián Verón.
El perfil de Pellegrino siempre le gustó a Hugo Moyano, pese a la desconfianza de la gente. Serio, callado, moderno y profesional en cada detalle. El hombre que llegó sin identificación con un club que precisaba respuestas, poco a poco, empieza a ganarse el respeto. Independiente también..
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