Urtubey y funcionarios de Nación prometieron algunas soluciones.Los manifestantes levantaron el corte y esperan una repuesta al mediodía.
"¿Por qué no estuvimos todos anoche, por qué se fueron a sus casas?"
- Algunos se quedaron chupando y había que controlarlos, es verdad, pero hay que reconocer que se quedaron firmes aguantando La mayoría se fue!
De esa manera comenzó ayer la quinta jornada en la ruta nacional 50 con el corte que los bagayeros decidieron instalar desde el jueves a la tarde. Elena y Romina se encargaron de arengar a los compañeros y recriminar con fuerza la ausencia de muchos de ellos en la madrugada. Un puñado de 50 personas, entre hombres y sobre todo mujeres, se quedó en la zona de acampe interrumpiendo la circulación normal del tránsito. Cada dos horas dejaban pasar a los vehículos durante 10 minutos, luego volvían a cerrar el paso.
"No tenemos que ser bol... y dejar que nos vean disminuidos, tenemos que estar unidos porque esta es una pelea de todos. Yo estoy cansada, hace cuatro noches que mi hijo duerme solo, con mi marido estamos acá y si él va en cana, yo lo sigo por atrás", insistió.
Luego del reto, la discusión pasó a otro plano. Querían saber quiénes "negociarían" su futuro con las autoridades de Nación y Provincia, en un principio con la presencia del gobernador JUAN MANUEL URTUBEY. "Tienen que ir dos de cada lado -en alusión a las personas que se dividieron para cortar la calzada en ambos sentidos-, además de un chofer y un loneador (es el encargado de hacer las lonas o bolsones de mercadería y trasladarla a lomo). Lo importante es que no nos dividamos", insistió Romina a viva voz.
"Y si nos dicen que no hay solución, ¿qué hacemos?", preguntó uno de los jóvenes evidentemente desgastado por el trajín de estar a la vera de la ruta casi sin comer. "Seguimos cortando hasta que se solucione". Fue la respuesta casi al unísono.
Tras algunas horas, donde se formó una especie de asamblea con todos los presentes en la ruta 50, quedó conformado el grupo de portavoces que irían cerca del mediodía a dialogar con los funcionarios. Nueve fue el número de bagayeros que se dirigió cerca de las 12 a la Casa del Bicentenario ubicada al frente de la plaza General Pizarro. Allí los trabajadores de frontera tuvieron que esperar más de dos horas y media para ser escuchados y escuchar una posible solución.
En medio del compás de espera, los cortes cada dos horas siguieron todo el tiempo, al igual que la sensación de un posible "despeje" -represión- de las fuerzas federales.
Llegó y se fue volando
Directo en avión. Así llegó el gobernador Juan Manuel Urtubey, junto a su esposa, al aeropuerto de San Ramón de la Nueva Orán, a las 12.30. De allí se trasladó a la Casa del Bicentenario. Junto al resto del gabinete provincial y varias personas de distintas áreas del Estado salteño se reunieron con funcionarios de Buenos Aires y el intendente de Orán, Marcelo Lara Gros. El paso del mandatario provincial fue tan veloz que solo alcanzó a dejar algunas "instrucciones" a los "funcionarios técnicos".
"Vamos a ver de qué manera se puede, desde el trabajo conjunto entre Nación y Provincia, ofrecer alternativas superadoras a una situación de muchos trabajadores del sector", argumentó Urtubey frente a los grabadores, cámaras y micrófonos. Luego desligó responsabilidades directas al tratarse de un tema netamente federal: "La cuestión vinculada con la frontera no es competencia de la Provincia, por lo cual yo no soy opinador, digo las cosas que desde la Provincia se pueden hacer para colaborar con alternativas que permitan sustentabilidad productiva".
Tras la retirada del mandatario provincial, lo hizo su gabinete; el jefe de Gabinete, Carlos Parodi; el ministro de Trabajo, Eduardo Costello; el secretario de Desarrollo Social, Cristian Saade, y el ministro de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario, Luis Gómez Almaraz entre otros. Los funcionarios nacionales también se fueron, pero a comer para luego regre sar.
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