Fue una reunión de casi tres horas, la primera actividad del jefe de Gabinete después de su internación por un problema de salud. Participaron el radical Vischi, también Luis Juez, por el PRO, el salteño Juan Carlos Romero y el oficialista Atauche, entre otros
Por Eduardo Menegazzi
En un día clave por el debate en el Congreso del veto a la reforma jubilatoria, el presidente Javier Milei, la vicepresidente Victoria Villarruel, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, recibieron esta mañana a un grupo de senadores dialoguistas en el Salón de la Ciencia Argentina, en la Casa Rosada.
En su primera actividad después de haber sido internado el fin de semana, el ministro coordinador recibió a los legisladores que mañana tendrán que debatir dos medidas de alta relevancia para el oficialismo: el DNU que asignó fondos reservados a la SIDE y el presupuesto de las universidades.
Entre los convocados, según pudo confirmar Infobae, estuvieron los senadores Ezequiel Atauche (titular de la bancada de La Libertad Avanza), el radical Eduardo Vischi, el cordobés Luis Juez (PRO), el peronista federal Juan Carlos Romero, el correntino Carlos Espínola y el entrerriano Edgardo Kueider (integrantes de Unidad Federal, uno de los bloques del Frente de Todos), Lucila Crexell (Comunidad Neuquén) y Beatriz Ávila (monobloque Por la Justicia Social); sobre el tramo final del encuentro se sumó el libertario Bartolomé Abdala.
En representación del Gobierno también dijeron presente la ministra de Seguridad y referente del PRO en el Gabinete nacional, Patricia Bullrich, y los vicejefes de Gabinete, Lisandro Catalán y José Rolandi.
La participación de Francos intentó demostrar hacia afuera que el ministro está fuerte dentro del elenco gubernamental, después de las versiones que circularon sobre diferencias internas entre el veterano dirigente y el asesor presidencial Santiago Caputo, que puertas adentro todos se encargan de relativizar.
La reunión, que duró casi tres horas, se produjo el día después de que el Presidente recibiera en Balcarce 50 a un grupo de diputados de la Unión Cívica Radical que en la sesión que está convocada hoy para las 11 están dispuestos a apoyar el veto del Ejecutivo a la Ley de Reforma Jubilatoria.
La reunión del 30 de agosto de Javier Milei con diputados para informarles del veto a la reforma jubilatoria.
Luego de los reveses legislativos tanto en el tratamiento del tema jubilaciones como de los fondos destinados a los servicios de inteligencia el oficialismo en las últimas semanas optó por convocar al diálogo político nuevamente a los sectores más afines como estrategia para sumar voluntades que fortalezcan su posición en el Parlamento.
Como primer paso, el viernes 30 de agosto Milei se encontró en la Rosada con una treintena de legisladores de ambas Cámaras. Allí les anticipó las razones por las que iba a proponer el veto total a la reforma sobre los haberes de jubilados y pensionados. El líder libertario les explicó, además, el impacto fiscal que iba a significar el incremento que impulsaba la oposición y que en esa ley no se establecía de dónde saldrían los fondos para afrontar dicho gasto.
El lunes de esta semana, pese a la ausencia por la internación que sufriera Francos tras padecer un cuadro gastrointestinal, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei y el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, convocaron a representantes del PRO como Cristian Ritondo, Silvia Lospennato y Silvana Giúdici, además de a los desarrollistas Oscar Zago y Eduardo Falcone, con el objetivo de reforzar el apoyo de los que en la Rosada definen como los principales aliados, dada la poca fuerza de la La Libertad Avanza en la Cámara Baja donde solamente posee 36 bancas, tras la deserción de Lourdes Arrieta que conformó un unibloque.
Un día más tarde se produjo el encuentro con parte del bloque radical. Una delegación conformada por Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol, Pablo Cervi y Federico Tournier le manifestaron a Milei y a gran parte de su mesa chica que se reúne cada martes que estaban dispuestos a revertir su posición a la hora de votar sobre la reforma previsional y que el Gobierno consiga los 90 votos para que no se reúnan los dos tercios.
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