La situación se dio este lunes, luego de que el día viernes de la semana pasada, tras la denuncia de una familia, Bromatología inspeccionara • La lista de infracciones sería extensa y pone en duda los controles comunales.
Hace algunos días se conoció que una reconocida confitería céntrica fue clausurada de manera preventiva tras una denuncia realizada por vecino, la cual fue ratificada por el área de Bromatología del municipio. Lo que más llamó la atención no fue que el local colocara un cartel de “cerrado por refacciones y pinturas” en lugar de observarse la faja de clausura. Sino el estado general de la cocina que ponía de manifiesta la ausencia de las medidas mínimas de sanidad, siendo que –según fuentes comunales- existirían al menos dos inspecciones anuales de parte del municipio. Todo ello en el marco de la contraprestación por la tasa de Seguridad e Higiene que estos comercios deben abonar.
La denuncia
Según se conoció, el martes 3 de febrero una familia denunció que en el plato de canelones que pidieron para cenar en El Club (de avenida 29 y 20) había trozos de vidrios. Ante ello, la familia Sciutto, realizó la denuncia a la Bromatología Municipal por falta de higiene.
Nicolás Sciutto manifestó públicamente que “el dueño, Guillermo Paladino, no estaba ni se hizo cargo, ni se comunicó con la familia después del hecho” y aseguró que en otras oportunidades él mismo había encontrado pelos y cucarachas en su comida y que oportunamente había reclamado ante los mozos.
Consultada la Dirección de Salud de la Municipalidad de Mercedes, se confirmó que el viernes se realizó la inspección correspondiente, tomando imágenes del lugar como prueba y se clausuró de manera preventiva la confitería concesionada por el Club Mercedes. Se labró el acta correspondiente adjuntando las fotografías al Juzgado de Faltas Nº 2. Extrañamente no se colocó la faja de clausura.
La clausura
Según indicó la doctora Liliana Masserio, acudió al lugar el veterinario Ezequiel Cabrio Martínez junto a tres inspectores y se tomaron diversas fotografías donde se evidenciaba la falta de higiene general del lugar así como insectos en el sector de la cocina.
“A través de una denuncia que realizaron, más allá de las inspecciones que nosotros hacemos, acudimos al lugar. Cuando se fue al Club observaron un montón de irregularidades en cuanto a limpieza y fue clausurado hasta tanto corrija esos errores”, indicó Masserio y agregó: “fundamentalmente se encontró un depósito que no estaba en condiciones para alimentos, desorden, pisos no realizados y fundamentalmente elementos no limpios en la cocina: como la freidora, la cocina y pisos rotos. Todo ello hace no apto a un lugar donde se prepara comida”.
Respecto de la denuncia, Masserio indicó: “la denuncia es que notan que los elementos donde se servía no estaban limpios. El cliente se dio cuenta de ello, y que el lugar incluso no se hallaba en condiciones. No solo se inspeccionó el lugar de la denuncia sino que a todos lados y ahí se detecta todo esto”.
Respecto del periodo que durará la clausura preventiva, señaló: “El plazo será hasta que se cumpla todo lo que observamos. El jueves acudimos para ver si se estaba actuando y se vio cosas que se están haciendo. Pero la apertura se hará cuando se cumpla con todo. Esto incluye libretas sanitarias que también se encontraban vencidas”.
El titular del Juzgado de Faltas Nº 2, Carlos Méndez, señaló que el viernes 6 hubo una actuación por parte de Bromatología. “Al advertir que no se daban las condiciones de la normativa vigente respecto del estado en el que se debe encontrar el bufet decidieron una clausura preventiva. Dentro del plazo legal, de 24 horas, fue confirmada la medida hasta tanto el responsable subsane y acote su conducta a lo exigido por bromatología”, explicó y añadió que se le dio la citación, confirmando la medida y resta aún el descargo del propietario del buffet. “Eso no impide que, por una cuestión temporal, se pueda levantar la medida antes de cumplirse la fecha fijada ya que priorizamos que es un comercio y no se busca perjudicarlo, sino que trabaje como corresponde, cumpliendo la normativa. Lo que queremos es la reparación de la conducta, más aún si se trata de cuestiones salud e higiene. Es destacable la actitud del imputado de remediar rápidamente la situación”, explicó.
Sin embargo, hasta el día viernes no llegó al Juzgado de Faltas ni el pedido de levantamiento de la medida ni el descargo por parte del propietario por lo que hasta esta semana no correspondería que El Club funcione con atención al público.
¿Hay controles?
Bimestralmente los comercios deben abonar la tasa de Seguridad e Higiene. La contraprestación la reciben los clientes, ya que con esa tasa se abonan las inspecciones que les dan ‘garantías’ a los consumidores y clientes de que el lugar es apto.
Liliana Masserio indicó que las inspecciones se realizan en los locales de comidas “cada seis meses” realizándose “una rueda de inspecciones por todos los comercios de la ciudad. Son en forma sorpresiva y no hay una fecha definida que los comercios puedan conocer”.
Para los funcionarios la situación de este local fue realmente sorprendente, por la magnitud de suciedad en que se encontró. Extrañamente desde el municipio no pudieron precisar de cuando databa la última inspección. Si bien se insistía en sostener que se habían realizado los controles, no se pudo acreditar ni fecha, ni documento alguno que puede certificar esa afirmación.
Comentá la nota