A las 21.30, Quilmes y Peñarol se verán las caras en el Polideportivo por segunda vez en la temporada, con la necesidad de ganar para ingresar al Súper 8.
Los últimos cinco años han sido todos con victorias para el "Milrayitas". Sin embargo, quizás como nunca en este tiempo, el "Cervecero" aparece con claras posibilidades de pelear por la victoria. Está instalada la sensación que el elenco de Leandro Ramella, de gran presente en la Liga, llega mejor que un Peñarol abatido por la eliminación de la Liga Sudamericana, afectado por las lesiones (más allá del retorno de Campazzo) y con mucha irregularidad en el certamen casero.
Quilmes será local en esta ocasión. Reconfortado por el triunfo del domingo ante Argentino de Junín, en Once Unidos, el "Tricolor" está a un paso de ingresar al Súper 8 de Mendoza, que se realizará el mes próximo. Un triunfo hoy, lo colocará en ese certamen. La gran noticia de la victoria ante los juninenses significó el retorno de Diego Romero, que no jugaba desde la segunda fecha. El interno misionero, la carta más importante bajo el aro por experiencia y jerarquía, volvió y con protagonismo para colaborar en el último cuarto en la victoria. En tanto, Lucas Ortiz estará disponible para Ramella, tras su ausencia el domingo por un dolor abdominal.
Por el lado de Peñarol, después del mal trago por la eliminación de la Liga Sudamericana en Montevideo, el jueves pasado, volvió al país y venció a Bahía Basket como visitante, el domingo. El equipo de "Tulo" Rivero tuvo como noticia inesperada la vuelta de Facundo Campazzo, a 25 días de haber sufrido un esguince de ligamentos en su rodilla derecha. El base cordobés jugó 19 minutos y anotó 4 puntos. Pocos esperaban su retorno tan rápido. Esta noche estará disponible, pero como ya declaró, lejos de su mejor forma física.
En tanto, el "Milrayitas" sigue adaptando al nuevo extranjero, Kejuan Johnson, mientras se rumorea una posible vuelta de Kyle Lamonte. Sin Franco Giorgetti (45 días más por la fractura de su muñeca izquierda), Peñarol no está en su mejor versión. Sólo sus arrestos individuales hoy lo sostienen, dentro de un panorama adverso en cuanto a resultados. Pero el equipo de Gutiérrez y Leiva sabe reponerse de adversidades, y su "chapa" es de respetar, máxime en ocasiones como las de esta noche, donde la presión está en juego.
Se espera un partido emocionante, de final cerrado. Dos equipos con buenas defensas y mucha entrega. Quilmes quiere cortar la racha adversa de cinco años; Peñarol, estirar su paternidad. Noche de básquetbol en Mar del Plata, con dos equipos que hacen latir a toda la ciudad.
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