Tras la crisis de las Sputnik VIP y el discurso en modo K de Fernández, Massa se afirma como el solitario punto de contacto con el voto blando del oficialismo.
Por: Claudio Mardones.
Aunque lo había anunciado a principios de año, el escándalo del vacunatorio VIP lo empujó a un segundo plano forzoso. Este martes el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, retomó la iniciativa y se reunió con los jefes de la CGT para escuchar sus propuestas y mejorar el proyecto que aumentará el mínimo imponible del Impuesto a las Ganancias. No lo hizo sólo, sino en una puesta en escena con las diputados y diputadas más cercanas al jefe de la bancada del Frente de Todos, Máximo Kirchner, que no participó de la reunión.
En su lugar estuvieron Vanesa Siley, titular de la Comisión de Legislación del Trabajo, y su par de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, además de Walter Correa y Daniela Villar. Se trata de cuatro interlocutores muy estrechos de Kirchner y formaron parte de la primera línea del oficialismo que escuchó los pedidos cegetistas para comenzar a negociarlos la semana que viene, cuando arranque el plenario de las dos comisiones para tramitar el proyecto.
La foto buscó instalar algunos gestos importantes para el oficialismo. La iniciativa que lleva la firma de Massa cuenta con el respaldo del kirchnerismo y abre puentes con el sindicalismo antes de que comience el tramo más duro de las paritarias de este año. Por encima de eso, encierra un activo político más relevante, porque luego del discurso que ofreció el presidente Alberto Fernández para inaugurar la Asamblea Legislativa, en el que por momentos cuestionó frontalmente a la oposición y a la justicia, la propuesta del massismo queda como uno de los pocos puntos de contacto con el voto blando del Frente de Todos. En su entorno explican que la foto revela "una nueva forma de tomar decisiones" que se repetirá en otras medidas orientadas a generar "alivio fiscal" para los trabajadores asalariados.
Puertas adentro de la coalición oficialista, la escena buscó mostrar unidad pero también fue leída como la forma que encontró Massa para salir del segundo plano que tuvo en estas semanas, luego de que estallara el escándalo por el funcionamiento de un vacunatorio VIP habilitado por el renunciado ministro Ginés González García. La titular del PRO Patricia Bullrich denunció que el padre y los suegros del titular de la Cámara baja se habían vacunado mediante contactos en el Gobierno, pero en el massismo aclararon que Alfonso Massa, Marcela Durrieu y Ferando Galmarini lo hicieron mediante la app oficial.
"Ella ve que Massa se queda con el centro derecha y busca siempre lijarlo. Además, sabe que Sergio tiene buena relación con (el alcalde porteño Horacio) Rodríguez Larreta", interpretaron cerca del tigrense para bajarle el precio al empeño que puso la exministra de Seguridad para darle impacto a su denuncia.
Esas nueces resonaron este martes en los alrededores del salón Delia Parodi mientras avanzaba la reunión con la cúpula cegetista. Tanto Antonio Caló, como Héctor Daer y Carlos Acuña respaldaron la iniciativa para subir a 150.000 pesos el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, pero pidieron tomar recaudos para evitar que el impacto se diluya en los próximos meses. Todos coincidieron en reclamar que queden afuera del cálculo impositivo las horas extras, el aguinaldo y los bonos por productividad, entre otros ítems que no son considerados como parte de la remuneración mensual.
La promesa del oficialismo es introducir esos cambios a partir de la semana que viene, en una negociación con Juntos por el Cambio que girará en torno al método de actualización. El proyecto original propone que sea a través del promedio de aumentos salariales que establece el RIPTE y la oposición quiere que incluya el índice de precios del consumidor.
La medida beneficiará a 1.200.000 trabajadores e implicará una pérdida de ingresos para el fisco de 44.000 millones de pesos. Según pudo saber este portal, la predisposición del Ejecutivo podría llegar a los 50.000 millones para ampliar su impacto porque forma parte del cálculo que hizo el oficialismo el año pasado antes de la aprobación del presupuesto 2021.
En el FdT no ahorrarán esfuerzos para que la medida sea votada con el mayor apoyo opositor posible, pero insisten en que el archivo no beneficia a Juntos por el Cambio, porque el oficialismo estaría cumpliendo con un cambio en Ganancias que el entonces presidente Mauricio Macri había prometido, pero con un alcance mucho mayor para que "ningún trabajador" pague ese gravamen.
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