Las elecciones en las provincias no sirven para registro de resultados nacionales, pero aportan fotos sobre el armado de cada espacio. Presentes y ausentes en el festejo de Juntos por el Cambio en Jujuy (JxC), viajeros a La Rioja y la preferencia del jefe político misionero para el armado del Frente de Todos (FdT). El triple tropiezo de Javier Milei que no logra transferir sus votos y le escapa a las votaciones locales. El lanzamiento de Wado que hizo un ganador del domingo.
Pablo Ibáñez
El domingo, a la misma hora que Horacio Rodríguez Larreta aterrizaba en Jujuy para sumarse a la victoria radical que tejió Gerardo Morales, Patricia Bullrich miraba el super clásico River-Boca en el Monumental. Casi en paralelo, Javier Milei desembarcaba en Tucumán, para sumarse a la campaña de Ricardo Bussi, mientras Sergio Massa seguía, online, las novedades electorales de las tres elecciones provinciales del domingo pero atento, sobre todo, a un resultado: el resultado, bajo una lluvia torrencial, en Misiones.
Desde el NEA, en las próximas horas comenzará a bullir un clamor destinado a postular al ministro de Economía como candidato único del FdT. Carlos Rovira, jefe político del Frente Renovador misionero, tiene una estrechísima relación con Massa y activará un operativo para pedir, con la intención de que se plieguen otros gobernadores, que haya un acuerdo en el oficialismo para alinearse detrás de la postulación del tigrense.
Una confusión nominal puede llevar a minimizar el clamor misionero. Rovira, gobernador entre 1999 y 2007, fundó hace dos décadas el Frente Renovador de la Concordia, marca electoral que luego utilizó Massa cuando se autonomizó del cristinismo en el 2013 y que permanece, hasta hoy, como una identidad política aunque sea una figura que orbite en eso llamado panperonismo. Más allá del nombre similar -que alguna vez derivó en un entredicho judicial- Rovira y Massa construyeron una empatía que ubica al misionero como uno de los promotores, hasta acá sigilosos, de la postulación del ministro.
La victoria, con más de 65%, de Hugo Passalacqua completa el trámite local y allana, según cuenta cerca de Rovira, la decisión para que los renovadores misioneros empiecen a gestionar su intervención en el FDT. “En la nacional vamos a jugar ahí, nos parece que la mejor propuesta es que sea Massa como candidato de unidad”, contó a elDiarioAr un funcionario misionero que se queja de que no hay una mesa política donde el frentodismo avanza con la definición de la táctica electoral cuando falta poco más de un mes y medio para el cierre de listas.
Sergio Massa con Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck
El efecto del clamor misionero se verá con el paso de los días. En paralelo, podría verse alguna gestualidad cruzada entre figuras del espacio que comanda Rovira y el ministro. Luego de la elección en Neuquén y Río Negro, Massa tuvo una foto con los dos electos: el rionegrino Alberto Weretilneck y el neuquino Rolando Figueroa. Con ese movimiento, el ministro buscó aparecer en la foto de los ganadores en un momento particular: una apuesta de sectores del PRO de hacer aparecer a Figueroa como un referente ligado a Mauricio Macri.
El Frente Renovador misionero ha sido, con más o menos distancia, un socio del Frente para la Victoria en su momento y del FDT en los últimos cuatro años. Oscar Herrera Ahuad, gobernador saliente que encabezó la lista de diputados provinciales -boleta en la que Rovira fue tercero, al igual que en 2019- habitualmente formó parte del scrum de mandatarios provinciales aliados de la Casa Rosada, pero no de manera lineal ni total: no se acopló, por caso, al juicio político a la Corte Suprema.
Ensayo de una fórmula
La victoria de JxC en Jujuy sirvió, por su lado, como clarificador de las alianzas en el conglomerado opositor. La presencia de Rodríguez Larreta en el escenario, junto a Morales, no solo explicitó la ausencia de Patricia Bullrich sino que animó una idea que circula hace tiempo en ese menú: la hipótesis de que Larreta y Morales conformen una fórmula presidencial para participar en las PASO cambiemita, asociados frente al binomio que encabezará Bullrich y que, aunque todavía no está cerrado, también podría completarse con un radical. Se afirma que la exministra quiere en ese lugar a Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes.
La gestualidad no cuenta en términos de volumen porque Jujuy es una provincia de bajo impacto en la cuenta nacional: tiene el 1,67% del total de votantes de todo el país. Pero para Larreta forma parte de una maniobra que constituye, quizá, su apuesta a todo o nada: atraer al mayor porcentaje de votos radicales para tratar de compensar la preferencia que Bullrich tiene, según la mayoría de las encuestas, entre los votantes puros y duros del PRO.
La elección, y sobre todo el festejo, de Jujuy clarifica esas posiciones: Larreta viajó para subirse al escenario en medio de una celebración con identidad esencialmente radical mientras que Bullrich, que luego saludó a los ganadores, decidió quedarse en Buenos Aires. Carlos Sadir, el gobernador electo, superó lo obtenido por Morales en el 2019 y, además, duplicó a su seguidor inmediato, Rubén Rivarola, candidato del PJ oficial, aunque no el único: otra vez, el peronismo se bifurcó en varias ofertas. En Jujuy fueron tres, mientras que en Misiones hubo dos versiones PJ: una, que postuló a Issac Lenguaza, con respaldo de La Cámpora y otra, en la que fue candidata Julia Perié. Juntas no llegaron a los 8 puntos.
Algo parecido ocurrió con La Libertad Avanza, el partido de Javier Milei que tuvo un domingo menos explosivo de lo que esperaba: además de presentar candidatos silvestres en Jujuy y Misiones, con poco volumen y que luego el propio libertario deslegitimó, la gran apuesta de LLA en La Rioja, con Martín Menem como candidato, fue mucho menos potente de lo que se esperaba. Se especulaba que Menem, sobrino nieto del expresidente, podía desplazar a Felipe Álvarez, el candidato de JxC, y quedarse con el segundo lugar.
No ocurrió. Menem no logró, siquiera, retener el voto del peronismo disidente que en 2019 expresó Luis Beder Herrera que, por fuera del FdT de Ricardo Quintela, el gobernador reelecto este domingo, había obtenido 22%. Menem quedó en algo más de 15 puntos y aunque la identidad y razón del voto siempre es imprecisa, no parece que la figura de Milei haya sumado demasiado. Con razón, en el entorno de Milei intentan desvincular los resultados locales con su proyección como candidato presidencial. Los datos, en algún caso, lo validan: en Misiones, según las propias encuestas del rovirismo, Milei tiene una intención de voto superior a los 25%, pero sus candidatos no llegaron al 1%.
El domingo próximo, Milei tendrá otra prueba de fuego en la que repite el escenario de La Rioja: en Tucumán, donde llegó el domingo para hacer campaña, va aliado a Ricardo Bussi, otro dirigente con mucho rodaje en la política y varios cargos, hijo del represor Antonio Bussi, que tuvo sus minutos de visibilidad en esta campaña cuando propuso la libre portación de armas en un spot que generó polémica.
Postulados
Si de Misiones surgirá, en estas horas, un clamor silencioso por Massa, de La Rioja nació días atrás una postulación explícita de Eduardo “Wado” De Pedro, el ministro del Interior que intenta consolidarse como candidato presidencial en medio de las versiones cruzadas sobre lo que hará, finalmente, Cristina Fernández de Kirchner. El fin de semana pasado, el reelecto gobernador riojano Quintela, le levantó la mano y planteó que su deseo es que De Pedro sea un precandidato del FdT para suceder a Alberto Fernández.
El presidente, ya fuera de carrera como candidato, sigue involucrado en el armado del FdT y apuesta a que se conforme un esquema de primarias competitivas en las que él podría acompañar a un candidato en particular, sea Daniel Scioli o Agustín Rossi, quizá contra un exponente como De Pedro. En esa ecuación falta Massa pero Fernández, cada vez que le preguntan, afirma que el ministro le afirma que no quiere ser candidato a presidente este año. Este lunes, Fernández tiene agenda en La Rioja, una forma de involucrarse en la victoria de Quintela que mejoró, incluso, sus números del 2019: superó el 50% de los votos.
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