Gabriela Durán es la mamá de Ezequiel, el niño de 9 años que falleció ayer a la mañana en el Hogar Escuela luego de que se le cayera encima una pared que no tenía sostén.
La sala velatoria reúne a una docena de personas, a penas pasadas las 20. Gabriela aún no entiende lo que sucedió. La conmoción no la deja procesar en su mente que su “hijito”, como le dice al oído, falleció. El cuerpo del niño está en un pequeño cajón de madera, recubierto con paños blancos; ella acaricia sus mejillas rodeada del resto de sus hijos. Aunque lo intenta abrazar y arrullar en sus brazos, Ezequiel ya no reacciona al cariño de su madre. Más dolor e impotencia le provoca a esta madre cómo se ve su hijo: “Mirá como tiene los ojitos... qué desgraciados”, grita Gabriela entre su llanto que es desgarrador.
Angel, uno de los hermanos de Ezequiel dialogó con El Tribuno. Contó que pasadas las 19.30 le entregaron el cuerpo del niño a su otro hermano, Moisés. “Yo fui quien recibió el cuerpo en la morgue; yo lo lavé y lo vestí. Mi mamá está muy shokeada porque recién lo ve”, explicó Moisés.
Angel contó que se enteró de la fatalidad por un mensaje de texto que recibió de una excusada. Él se comunicó al Hogar Escuela para preguntar y le confirmaron lo peor: A Ezequiel se le había caído una pared encima y había fallecido.
Angel fue hasta la escuela y allí vio el resto. Contó que las autoridades de la escuela lo llevaron hasta el lugar y ahí vio a su hermanito.
“Mi sobrino es compañero de Ezequiel y él fue quien lo vio ensangrentado, con los ojos salidos y la cabeza abierta. Él lo cacheteaba para que reaccionara, pero no lo consiguió”, relató con tristeza el joven,
Angel contó que aún no han realizado la denuncia en la comisaría de la zona porque van a esperar que se aplaquen los ánimos en sus familia. El dijo que habría otro niño accidentado del que hasta anoche, no tenían datos. “Esperamos que se haga justicia porque esto no puede quedar así.Un profesor que sabe que hay una pared que no tiene sostén, no puede mandar ahí a los chicos”, aseveró Ángel en nombre de toda su familia.
Los familiares del pequeño dijeron que Ezequiel era “un niño amoroso, al que le encantaba ir a la escuela”.
Reclamaron por otras escuelas
Docentes en actividad, jubiladas, representantes de agrupaciones de derecho humanos y algunos estudiantes se reunieron en plazoleta IV Siglos para manifestar el abandono actual del Estado para con las escuelas públicas. Manifestaron que en las escuelas hay pilas de presentaciones por arreglos u obras pendientes que el Ministerio de Educación de Salta no atiende ni da respuestas.
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