El alcalde porteño reunió a las figuras de la alianza opositora que pelearán por su sucesión. El presidenciable PRO muestra gestión y unidad en plena interna con Bullrich. López Murphy, ausente.
Por Gonzalo Prado
En 1991 el expresidente Carlos Saúl Menem recibió de parte del empresario italiano Massimo del Lago una Ferrari 348-TB y no tuvo mejor idea que probar la potencia del rodado en un viaje desde la Quinta de Olivos hasta Pinamar. Cuando los periodistas que cubrían su llegada a la ciudad balnearia le preguntaron qué iba a hacer con el auto dijo: “La Ferrari es mía”. Este martes el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, decidió mandar el mismo mensaje hacia sus rivales dentro de Juntos por el Cambio (JxC) con una foto con casi todas las figuras anotadas para sucederlo en lo que fue una forma de decir: “La Ciudad es mía”.
Bajo la presentación de un proyecto de ley para bajar impuestos para el sector privado, Larreta buscó dejar en claro que él es el jefe de JxC en la Ciudad y por eso se mostró junto a los candidatos Jorge Macri (PRO), Martín Lousteau (UCR), Roberto García Moritán (Republicanos Unidos) y la diputada Graciela Ocaña (Confianza Pública). El único ausente fue el diputado Ricardo López Murphy, quien todavía no definió con qué partido se presentará para competir en las PASO y que se encolumnó detrás de la titular en uso de licencia del macrismo, Patricia Bullrich.
“No necesitaba formar parte del acto. Vamos a ser francos, es un acto de campaña eso. Yo tiendo a pensar que el orador, el actor principal, es Horacio Rodríguez Larreta, que tiene todo el derecho”, dijo López Murphy sobre su faltazo. Y agregó: "No hay que ser ingenuo, la presentación le da un espacio valioso, importante, al jefe de Gobierno. Él está en una campaña presidencial”.
La decisión de incluir a casi todas las figuras anotadas para sucederlo es, según explicaron, una de las formas de Larreta de empezar a responder a los embates del ala halcón del PRO y de JxC que buscan debilitarlo de cara al cierre de listas. De hecho, el senador provincial Joaquín de la Torre había pedido que el alcalde declinara su candidatura.
Con esta jugada, Larreta buscó enviarle un mensaje a su propia tropa luego del impacto que tuvo la decisión de no seguir con la precandidatura del ministro de Salud, Fernán Quirós. “Hay que torcer la narrativa”, adelantó uno de los principales armadores del proyecto presidencial del jefe de Gobierno, quien decidió cortar con el cordón umbilical que lo unía a Mauricio Macri.
En los próximos días, Larreta se mostrará con Jorge Macri. “Vamos a dejar bien en claro que es nuestro candidato y de nadie más”, agregó otro de los funcionarios que trabaja para que Larreta desembarque en la Casa Rosada.
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