Los ceos cuentan que escuchan del PRO una preocupación seria por la elección bonaerense. El enigma del candidato nacional del FDT, las posibilidades de Massa, el rol de CFK y el temor a Bullrich en el poder.
Por Leandro Renou
A varios meses de las elecciones, el empresariado empezó a a hacer una especie de encuesta propia para saber, de boca de los protagonistas, cuáles son los escenarios posibles en oficialismo y oposición de cara a las presidenciales. En una práctica que, sobre todo, impusieron los grandes dueños de empresas nacionales ante las imprecisiones de las encuestas y el mensaje contaminado que les llevan los gerentes, se arman almuerzos, cenas y conversaciones de todo tipo con los actores centrales de los partidos. La idea, según contaron a Página I12 varios de los protagonistas de la histotia, es un sinceramiento de escenarios reales, que se viene dando con los precandidatos del PRO y los grandes ceos, y algunos dirigentes del Frente de Todos, fuerza que aún no tiene candidatos.
El primer dato que surge en este contexto es que en las charlas con los varios pre candidatos del PRO, los empresarios se llevaron casi la única certeza a meses de los comicios: que los números de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires, aún en un contexto económico muy complejo por la alta inflación, son de regulares a malos. Allí, por caso, no hay diferencias con lo que reflejan las encuestas. El que más claro tiene ese escenario es el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el único en Juntos que está mirando el post comicios. Varios ceos que frecuentaron su entorno se fueron con la idea de que Larreta empezó a pensar cómo sería una presidencial favorable a Juntos en la nacional y una derrota bonaerense de su candidato, Diego Santilli, a manos del gobernador Axel Kicillof.
El dato bonaerense es central porque el distrito concentra 4 de cada 10 votos, y el Frente de Todos gobierna buena parte de los distritos más populosos de la tercera, donde en la legislativa del 2021 se logró una recuperación notable tras los números de las PASO. Los empresarios ven en Kicillof, hoy, a uno de los personajes con más perspectiva de la política. "Es duro y disputa, pero dialoga, escucha y si le sirven tus ideas lo debate", contó un empresario que trabaja en la diaria con funcionarios de la gobernación.
Adicionalmente, dirigentes del PRO les contaron a dueños de empresas que el factor Javier Milei en terreno bonaerense es un problema sin solución aparente. Un altísimo dirigente opositor le dijo a un ceo de la alimentación que tiene cargo en la Unión Industrial (UIA) que "si no empezamos a pincharle a Milei las posibilidades, vamos a terminar peor". Lo del candidatoo libertario es curioso: no tiene candidato en ninguna provincia con peso electoral y menos en Buenos Aires, pero las mediciones de Juntos le dan entre 10 y 15 puntos. Si esa intención de voto es real, para el PRO es dramático porque Juntos precisa que, en un distrito en el que se gana por un voto y no hay ballotage, Milei "regale" sus votos a Juntos tras las PASO. Para que ese fenómeno se de, aseguran en el macrismo, "tiene que sacar menos de 8 puntos". Si eso pasa, la suma de Juntos por el Cambio más Milei sí pondría pareja la elección bonaerense. Porque además descartan en el establishment que habrá un acuerdo entre Juntos y José Luis Espert, otro libertario que sí será candidato y tiene juego en provincia.
Patricia y Larreta, en el espejo
"Por todo esto, Larreta insiste con acuerdos extrapartidarios con el peronismo y el famoso consenso del 70 por ciento", relató otro ceo que charló con cuadros cercanos al alcalde. Hubo en las últimas semanas varias reuniones de dirigentes del PRO con referentes de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que comandan Arcor, Techint y Clarín, y la Cámara Argentina de Comercio (CAC), en las que quedó plasmada la preocupación por una elección que consideran "un misterio". Naturalmente, esas dos entidades juegan fuerte para la oposición al Gobierno, pero no niegan que casi nada, a esta altura, está claro respecto a la votación.
Contaron a este diario varios ceos que para entender el escenario hay que mirar lo que ven Paolo Rocca, ceo de Techint, y Luis Pagani, dueño de Arcor. "Son los que no se comen las curvas", se sinceran. En ese contexto, para concluir el escenario del PRO, ven además que Patricia Bullrich "ya está siendo bendecida por Macri", lo que consideran un problema por el perfil de la hipotética triunfadora de la interna del PRO. Patricia estableció un bunker de recaudación de campaña en el Hotel Palladio, del centro porteño, donde en almuerzos con ceos promete "liberalizar la economía, terminar con los sindicatos y el kirchnerismo". No es que al establishment esa idea le disguste, pero se imaginan un estallido social de aplicarse la teoría Bullrich. Por eso, hoy bancan a Larreta.
El factor Cristina, Massa y Scioli
En las terminales del peronismo les cuentan a los ceos muy pocas realidades palpables. En medio de las internas y las diferencias entre el presidente Alberto Fernández y la vice, Cristina Kirchner, los empresarios se llevan la sensación de que "el candidato se definirá bastante más cerca de la elección y depende de varias cosas".
Sí aseguran que CFK tendrá un rol clave en la campaña bonarense y muchos ya la ven "candidata a Senadora". Los empresarios creen, y lo mismo recogieron en charlas con el PRO, que "una Cristina en la boleta cambia toda la elección, no sé si ganan, pero es un personaje muy fuerte".
Un altísimo empresario que se reunió con dirigentes kirchneristas se llevó la sensación de que hay en CFK algo de arrepentimiento de haber dicho que no sería candidata. Por ese motivo, dirigentes y militantes organizan el operativo clamor para tratar de convencerla de que de marcha atrás con su decisión que consideran temprana.
A decir verdad, más allá de esas especulaciones, CFK está casi obligada a tallar en una formula nacional competitiva, que tenga a uno de los propios, porque tiene un interés central: cuidar las chances de su protegido, el gobernador Kicillof. Los otros dos nombres muy en la agenda de la duda empresaria son el ministro de Economía, Sergio Massa y Daniel Scioli. Sobre ambos hay dudas de cómo y dónde jugarán. Como le dijo un referente del kirchnerismo a un dirigente bancario, "hasta tanto no ver el destino de nuestras políticas y modelo a futuro, los nombres no van a aparecer".
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