El candidato libertario reunió a un centenar de figuras del empresariado en Mar del Plata. Entre cocteles, habló de los fideos con tuco de Melconian. Balance con gusto a poco. La razón de su faltazo al Coloquio.
Por Eugenia Muzio
"Tenemos tuco, tenemos fideos", se mofó Javier Milei, parafraseando la metáfora que usa Carlos Melconian para criticarlo, luego de asegurarle al grupo de empresarios con el que compartió un almuerzo blue durante el Coloquio de IDEA que, de todas las formas posibles de dolarizar, en su equipo están evaluando cinco alternativas. Su caballito de batalla electoral -espejitos de colores, para sus críticos- lo dejó para el final de un discurso de 35 minutos, con palabras repetidas, que el candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA) recitó de memoria y pobló de tecnicismos. El selecto círculo violeta que lo escuchó en Mar del Plata se fue con una sensación de Déjà vu, con las mismas dudas que tenían antes de comer acerca del cómo implementará el libertario su plan de "tres generaciones", una reforma por etapas.
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El candidato de La Libertad Avanza llegó a su evento paralelo al que se desarrolla en el hotel Sheraton de Mar del Plata acompañado de su hermana, Karina Milei, el presidente del Banco de Valores, Juan Nápoli, quien fue organizador del evento, y otras figuras de su equipo. Apenas entró, se abrazó con el periodista Eduardo Feinmann y saludó tanto a la candidata a gobernadora de LLA, Carolina Piparo, como a la aspirante a diputada, Marcela Pagano.
Milei focalizó en su reforma del Estado y planteó que se montaría en un escenario de caos. "Tenemos un desequilibrio monetario como el que teníamos en la previa del Rodrigazo. Tenemos un balance del Banco Central en una situación crítica como la que teníamos previo a la hiperinflación de (Raúl) Alfonsín, pero con el agravante de que los indicadores sociales que tenemos hoy son mucho peores que los que teníamos en el 2001", argumentó ante un público que fue perdiendo atención con el paso de los minutos.
Solo en dos ocasiones el diputado de LLA interrumpió su monólogo. La primera, cuando sonó un celular y desconcertado, hizo un chiste: "¿Hola?", dijo y provocó algunas risas. La segunda, cuando el vicepresidente de Cabrales, Martín Cabrales, saludó a otro empresario en la esquina del restaurante Furia Puro Fuego del centro de la ciudad balnearia. Al escuchar el murmullo, Milei se dio vuelta y le dedicó una mirada filosa al cafetero.
El selecto empresariado reducido pudo escucharlo mientras degustaba una serie de tapeos que incluyeron preparados de pescado, carne y cocteles. El grupo se fue igual, en su mayoría, con sabor a poco y el gusto a "nada nuevo". "Tiene un plan de reformas, que es necesario para la actualidad Argentina y una dolarización en el medio, el problema es el cómo", advirtió un referente del sector financiero.
Entre los comentarios posteriores, ante Letra P, varios miembros del Círculo Rojo describieron a Milei genérico, "sacado" y con poca profundidad sobre nada. "Muchos se fueron diciendo que no lo votarían", alertó uno de los presentes. Algún comentario destacable hubo: "Me gustó que planteara el escenario con más detalle", dijo un integrante de la agroindustria.
Entre las PASO y hoy, la dolarización dejó de causar miedo entre el mundillo de negocios, pero se profundiza la incertidumbre ante la magnitud de la crisis, apuntaron dos de los espectadores, mientras tomaban Gin tonic. "El otro conflicto es la política. Sin consenso político no va a poder hacer cambios. El mundo va hacia un sistema más parlamentario y hoy en Argentina no está ese consenso", comentó un industrial.
Nápoli, organizador del evento y también asesor económico de LLA, lanzó una chicana a quienes cuestionaron la cita paralela, que fue tema de debate permanente en los pasillos del Coloquio de IDEA: "Algunos picaros dicen que es un contracoloquio. Y (el candidato a vicepresidente de JxC, Luis) Petri, que es un desaire, pero ésto lo organicé en junio cuando Milei ni era candidato".
Dentro del restaurante, el malestar entre quienes se quedaron afuera no llegó a colarse. "Lo importante es que vino a hablarnos", apuntó un empresario del sector financiero. Milei se fue apenas le puso punto final a su discurso y después de una breve charla con su equipo en el pasillo. El candidato se subió al ascensor: a modo de despedida, le dijo a los medios: "No fui a IDEA porque no me tratan bien".
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