Gallardo cumple hoy medio centenar de partidos en el banco de River y aspira a festejarlo en la punta, para ratificar la fe que le tienen los hinchas para la histórica seguidilla ante Boca.
Cuenta conmigo. Fue lo que le dijo a Enzo Francescoli en el primer acercamiento. Lo que le afirmó a Rodolfo D’Onofrio apenas se produjo la sorpresiva salida de Ramón Díaz. Es lo que transmite cada vez que su equipo sale a la cancha desde el 27 de julio del año pasado, cuando debutó en un chato 0-0 contra Ferro por Copa Argentina. Lo que demostró en cada uno de los desafíos históricos que afrontó. Lo que comunicó con su serenidad en los escasos momentos difíciles. Lo que les confirma a los hinchas constantemente con su ideología futbolística. Y lo que quiere ratificar esta tarde ante Banfield. Marcelo Gallardo cumple hoy 50 partidos en su exitoso ciclo como entrenador de River y desea festejarlo a su estilo, en la cima del campeonato, para seguir irradiando esa confianza, que ya es una marca registrada, justo en el preludio de la tremenda seguidilla de superclásicos.
El Muñeco se sentó en el banco del Monumental con la sombra del prócer riojano sobre su acotada experiencia como DT (únicamente en Nacional), pero la ahuyentó en un puñado de partidos. Enamoró a los hinchas con una identidad moldeada al tradicional paladar negro de la casa y ejecutó sus ideales con un fútbol tan sólido como vistoso, hiperdinámico, agresivo y contundente. Con audacia y personalidad, transformó al campeón de Ramón en un equipazo que además de brillar desarrolló carácter y espíritu ganador para imponerse, principalmente, en el histórico cruce con Boca de la Sudamericana, y en las finales ante Nacional de Medellín y San Lorenzo (Recopa). En medio centenar de partidos, Gallardo dejó su marca en River. Y hoy empieza a prepararse para seguir haciendo historia en el inminente duelo de Copa. Para repetir cuenta conmigo. Cincuenta conmigo.
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