El proyecto de ley, anunciado este miércoles por la Presidenta Cristina, y que llegará al Congreso en los próximos días permitirá completar aportes hasta el 31 de diciembre de 2003, con quita de la deuda con la Anses y un plan de 60 cuotas. Con esos beneficios, el noventa y nueves por ciento de los argentinos podrá acceder a la jubilación.
"En San Luis se verían incorporados cinco mil sanluiseños, si se aprueba el proyecto de ley, que creemos que será así porque se trata de un inclusión social. Una vez aprobada la ley, el jubilado va a tener que solicitar un turno donde se fija un día y el Anses analizará la situación. Se liquida la deuda previsional y se establece el plan de cuotas", explicó Gastón Témoli, de Anses San Luis.
Y agregó: "Este proyecto posibilita que un hombre que cumplió 65 años pero que le faltan diez años de aporte, va a poder pagar a través de esta moratoria los años de aporte que le falta", sostuvo el funcionario del organismo nacional. Los beneficiarios de la medida serán, en su mayoría, adultos mayores –sobre todo mujeres– que se encuentran entre el 30 por ciento de los hogares más vulnerables.
El Plan de Inclusión Previsional puesto en marcha en 2005, durante el gobierno de Néstor Kirchner, permitió incorporar 2,8 millones de adultos mayores al sistema. La cobertura previsional trepó de 66,1 hasta el 93,8 por ciento actual, el nivel más elevado de toda América latina. El instrumento redundó en una sensible mejora distributiva entre los adultos mayores y se convirtió en una política de igualdad de género, ya que el 73 por ciento de las jubilaciones otorgadas gracias a aquella moratoria fueron para mujeres.
Ese plan estableció 1993 como fecha límite para regularizar la deuda previsional. Si alguien debía 10 años de aportes entre 1990 y 2000, por los primeros tres podía acogerse a la moratoria pagando con una importante quita y en cuotas que se descontaban de su jubilación, mientras que la deuda correspondiente a los siete años siguientes, precisamente la época del auge neoliberal, debía ser abonada íntegra y en efectivo.
"La segunda etapa del Plan de Inclusión, que arranca ahora, ampliará la fecha límite para regularizar aportes hasta el 31 de diciembre de 2003 para incorporar a 474 mil personas", señaló Témoli.
Con respecto a la tarjeta Argenta, el funcionario indicó que se van a incrementar los montos del plástico y que, además, el carnet va a servir de identificación del jubilado cuando deba hacer trámites en cualquier organismo municipal, provincial o nacional. Todos los beneficiarios del Sistema Previsional Argentino (SIPA), casi 6 millones de personas, recibirán el plástico en su domicilio a través del Correo Argentino en el transcurso de los próximos diez meses.
Argenta tendrá entonces dos características: servirá como tarjeta de compra y como carnet de identificación previsional. Respecto del primer punto, todos los jubilados podrán acceder a un crédito de hasta 20 mil pesos. Para activarlo deberán concurrir a una oficina de la Anses y firmar un formulario donde quedará especificado el monto del préstamo a tomar y la cantidad de cuotas para devolverlo.
Las cuotas se debitarán del haber mensual que cobran jubilados y pensionados. El límite máximo son 40 cuotas, con tasas de interés fijas del 20 por ciento si el crédito es a un año (el costo financiero total trepa a 26,25 por ciento), 23 por ciento a dos años (29,25 por ciento) y 26 por ciento en 40 cuotas (32,44). El costo financiero total de cualquier crédito bancario al consumo ronda en la actualidad entre 70 y 100 por ciento, tres o cuatro veces más de lo que cobra Argenta.
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