Cinco formas de reutilizar botellas de vino y reciclar sus tapones

Cinco formas de reutilizar botellas de vino y reciclar sus tapones

Todas esas botellas que se acumulan vacías en un rincón de tu casa pueden tener mejor vida sin salir de ella, como lámparas, maceteros o incluso como pared.

La gente ya canta eso de que "no quedan días de verano" en cuanto llega septiembre, y aunque con la Dana y sus efectos pueda parecerlo, aún pueden apurarse las horas cada tarde celebrando esta 'rentrée' copa en mano. Pero no hemos venido a explicarte cómo brindar por el comienzo (y el final) que pueda suponer este mes, porque eso seguro que ya lo sabes hacer bien. La cuestión llega después de tanto brindis: un montón de botellas que se te acumulan en algún rincón de la casa porque nunca hay suficientes para decidirte a llevarlas hasta el contenedor de vidrio.

Venimos a decirte que haces bien con no tirarlas, pero lo de dejar que se acumulen tampoco es lo mejor. ¿Cuál es la solución? Aunque estén vacías, pueden servirte para mucho (mucho más que para recordarte buenos momentos).

Como mera decoración, con nuevos usos que la convierten en otros objetos, dentro y fuera de tu casa… Hay mil formas de darles más vida, así que aquí te traemos algunas para que surja la inspiración.

Una iluminación diferente

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Si acostumbras a beber vino o simplemente tienes algunas botellas vacías que solo parecen estorbar, una buena opción a las puertas del otoño es hacer de ellas lámparas originales que con la tonalidad habitual que tienen aportarán a tu hogar luz, pero no cualquier luz, sino la luz tenue más otoñal posible.

Las botellas de vino son las más populares en este caso, por su tamaño y sus formas. Algunas requerirán de herramientas para cortarlas, aunque puedes utilizarlas entre bombillas para que el cristal cree efectos de luz en la habitación o introducir dentro de ellas guirnaldas.

Pensando en tus plantas

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Además de lámparas, una botella de vino vacía también puede ser el hábitat perfecto para pequeñas plantas como las suculentas. Eso sí, esta opción requiere un taladro o un cortador de vidrio para poder crear una abertura en la que quepa bien tu planta.

Luego simplemente utiliza un embudo para llenar la botella con tierra y colocar las suculentas como desees. Puedes hacer que cuelguen verticalmente o colocarlas horizontalmente, eso ya dependerá del gusto de cada uno.

Botellas, pero de aceite o vinagre

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Por lo general, tenemos las botellas en la cocina, y resulta que no hace falta que ni acabadas salga de ella. Se pueden quedar durante mucho, mucho más tiempo, y siendo botellas, pero de aceite o vinagre para aliñar tus platos. En ellas, además, podrás introducir especias en rama o en grano para aromatizar su contenido. Lo mejor de todo es que aquí no tendrás que hacer nada con los tapones para que sigan valiendo.

Un muro de privacidad

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Aunque esta idea requiere algo más de tiempo y esfuerzo, el resultado seguro que te sorprende y merecerá la pena. Para ello necesitarás algunos materiales de construcción básicos (barras de refuerzo, marcos de madera, etc.) y manos a la obra.

La parte más difícil es perforar el fondo de las botellas con una broca de diamante, pero una vez resuelto bastará con ir colocándolas y armándolas dándole forma a tu peculiar pared que servirá en cualquier jardín, en una terraza o en el interior.

El mejor bebedero para colibríes

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Esta manualidad es perfecta para aprovechar esas viejas botellas de vino con tapa de rosca. Si eres hábil con un taladro, lo tienes todo prácticamente hecho. No olvides llenarlo con un poco de néctar de colibrí y dejar que el tapón haga su función. Solo tendrás que colgar la botella en el exterior para que estas aves acudan.

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