En la actualidad, según la consultora Ellen Macarthur Foundation, a nivel mundial solo se recoge el 14% del plástico de empaques, mientras que el 72% va a los rellenos sanitarios o a cuerpos de agua. Adicionalmente, se estima que el 50% de los plásticos existentes se han emanado en los últimos 15 años. Solo en 2018 el mundo produjo 359 millones de toneladas.
Aunque mundialmente se promueve la separación de residuos y la adopción de hábitos que faciliten el reciclaje del plástico, gran parte de estos, por su composición química, no pueden ser reciclados a partir de métodos mecánicos tradicionales.
“Todos aquellos plásticos que estén compuestos de dos o más polímeros, necesitan un proceso químico que lo descompone hasta lograr otro material de características similares que puede ser utilizado de diferentes maneras, una y otra vez” afirma Daniela Sotello, directora del Comité de la Industria Química de la ANDI.
El plástico es un elemento que facilita la vida de todos gracias a sus propiedades de conservación y durabilidad. Adicionalmente, de ser bien gestionado, contribuye con la consolidación de un ciclo de consumo circular y es aquí donde una mezcla entre reciclaje químico y reciclaje mecánico cobra alta relevancia. A continuación, cinco cosas que debes saber sobre el reciclaje químico.
¿Qué es? Consiste en romper el polímero en unidades más pequeñas para luego ser reconfiguradas en la producción de nuevos materiales o en la producción de monómeros que serán usados nuevamente para la producción de plásticos.
Tipos de reciclaje químico. Existen tres tipos principales: calentando los plásticos a una temperatura superior a 450°C, para obtener una solución líquida que contiene apropiadamente un 95% del monómero original; utilizando un reactivo para descomponer el polímero; o por medio de enzimas que rompen la cadena molecular para reconvertir el plástico en un monómero.
Solución al polipropileno: casi una cuarta parte de los residuos plásticos del mundo son hechos de polipropileno. Botellas plásticas, ropa, tuberías, envases de alimentos, entre otros. Gracias a un proceso químico, este puede ser convertido en aceites que sirven como insumos para otros productos químicos.
Ejemplos de reutilización: pirólisis es un proceso que permite convertir en combustibles aquellos plásticos para los que no hay opción en el reciclaje mecánico. Gracias a la química, la mezcla de este combustible con plasma frio produce hidrógeno, metano y etileno. Por otro lado, el reciclaje químico permite que los residuos plásticos se conviertan en el equivalente a petróleo crudo o materia prima petroquímica para alimentar refinerías.
¿Cómo está Colombia? Para Daniela Sotello el reciclaje químico en Colombia apenas comienza y está siendo liderado por las empresas privadas. “Es necesario que se construya un marco legal de la mano de los diferentes actores para que esta alternativa que permite la reducción de residuos plásticos adquiera un mayor volumen”
Se estima que para 2030 un tercio de la demanda de materias primas para producir plásticos será cubierta por fuentes provenientes del reciclaje, lo que contribuirá a cerrar el círculo de la reutilización de recursos, pasando de una economía lineal a una circular, en la que se fomente el consumo responsable y se gestionen los residuos de manera eficiente e innovadora.
TODOS AQUELLOS plásticos que estén compuestos de dos o más polímeros, necesitan un proceso químico que lo descompone hasta lograr otro material de características similares./Cortesía
¿Qué es el reciclaje químico?
El reciclaje químico se refiere a un proceso que tiene como objetivo convertir los desechos plásticos nuevamente en plástico de calidad virgen (como nuevo) a través de una combinación de calor, presión, oxígeno reducido, catalizadores y / o solventes.
¿Cuándo se utiliza?
El reciclado químico es exclusivo de los plásticos. Se trata de un proceso que descompone las moléculas de polímeros en materias primas petroquímicas que se pueden utilizar, entre otras cosas, para fabricar nuevos plásticos.
¿Cuál es la finalidad?
El reciclado químico consiste en someter al plástico a diferentes agentes químicos, biológicos y/o a procesos térmicos para romper los enlaces que lo conforman, transformándolo en pequeñas moléculas de interés para la industria.
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