No se trata de una decisión de los padres que esté vinculada a un factor económico, porque como dijo Guillermo Arbesu, jefe del servicio de Hematooncología del Notti, “el cáncer nos iguala a todos”.
Por ello, en el Hospital Notti se desarrolló una jornada de lucha contra el cáncer infantil destinada a profesionales. En una conferencia de expusieron muchos datos e información, que tal vez para un médico sea familiar y conocida. Sin embargo, la insistencia de algunos datos es para concientizar a los profesionales y que la difusión sirva llegar a los padres quienes ante cualquier algún síntoma desconocido en un chico, de inmediato sea llevado al médico.
Sucede que la detección temprana del cáncer favorece al niño en que el pronóstico es más alentador y recibirá un tratamiento menos invasivo.
Porque el cáncer es la primera causa de muerte por enfermedad en menores de 15 años y en la Argentina hay 140 casos nuevos por cada millón de niños por año. Actualmente hay detectados unos 13.000 pacientes.
La cifra es alta y sobre todo cuando se tiene en cuenta la tasa de mortalidad es de 450 por cáncer en niños hasta 15 años. En esto quieren focalizarse los médicos, en disminuir esta última estadística.
Guillermo Arbesu, jefe del servicio de Hematooncología del Notti, manifestó que Argentina está muy cerca de Estados Unidos en cuanto a tratamiento y tecnología y esto es saludable esto. Porque en los países desarrollado el 75 por ciento de los niños con cáncer sobrevive gracias a la detección temprana de la enfermedad.
De todos modos, a nuestro país le falta para asemejarse a los países desarrollados y hace, entonces, más necesario “concientizar a los médicos y a la población que el cáncer en los niños es tratable y curable”.
Arbesu habló de manera sencilla y con contundencia. “El cáncer nos iguala a todos” respondió al ser consultado sobre cómo reaccionan los padres más instruidos y con mayor poder adquisitivo que los más humildes. “La primero que ocurre es que un padre se pregunte ‘por qué a mi, por qué a mi hijo, por qué no hice tal cosa para evitarlo’, se hacen todas estas preguntas sin respuestas”, reflexionó el médico. Y remató: “Cuando un padre se entera que su hijo tiene cáncer hay un reacomodamiento de valores y comienzan a priorizar lo importante”.
Esa definición democratizadora a la que hizo referencia Arbesu no es casual. En el análisis de los niños registrados desde el año 2000 al 2009, el 80% de ellos fueron atendidos en instituciones públicas y el resto en instituciones privadas.
Por ello el profesional no hace distinción en cuanto a donde se atienden los niños y les solicitó a los padres que ante cualquier modificación en el cuerpo de un chico “lo lleven al médico y le insistan a éste sobre ese cambio, para que les dé un diagnóstico preciso”. Esto ayuda también a la detección temprana del cáncer.
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