Un grupo de investigación del INTEMA de Mar del Plata produce el tetrabord, un innovador material que puede reemplazar a las maderas comerciales para la realización de muebles de interior.
Por Agustín Casa.
Un equipo científico del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA) de Mar del Plata desarrolla paneles, fabricados a partir de envases reciclados, que pueden reemplazar a las maderas comerciales (como aglomerados) para la confección de muebles de interior.
Este novedoso material compuesto, denominado tetrabord, se genera en su totalidad a partir del reciclaje de sachets de leche y yogurt y de envases teratapacks.
“El tetrabord es un panel similar a las maderas comerciales, como el MDF o el LDF, los aglomerados que se venden hoy en día. Las propiedades que tiene son similares mecánicamente, es decir, resiste el mismo estilo de esfuerzos que los que resisten esos materiales que son utilizados para hacer muebles o artículos de interior, con la ventaja de que es más aislante a la temperatura y más resistente a la humedad”, cuenta a Bacap Valeria Pettarin, doctora en Ciencia de Materiales, investigadora del CONICET en el INTEMA, profesora de la Facultad de Ingeniería de la UNMDP y referente de este proyecto.
Tanto los sachets como los tetrapacks son envases multilaminados que están compuestos por más de un material. “El sachet de leche está compuesto por polietileno y polietilen-vinil-alcohol (EVOH), y el tetrapack por polietileno, aluminio y cartón. Esos envases tienen esa estructura multilaminada para tener ciertas propiedades. La idea del tetrabord es no perder esas propiedades de cada capa, no perder esa estructura multilaminada. Y por un proceso de limpieza y prensado bajo ciertas condiciones específicas de presión y temperatura, y con cierta disposición de los envases, se logra un aglomerado”, detalla Pettarin.
En esta línea, la especialista destaca que el tetrabord mantiene mucho más tiempo sus propiedades frente a condiciones de humedad que las maderas comerciales.
Desde el grupo de investigación, aseguran que este innovador material tiene las mismas aplicaciones que los fibropaneles de densidad media (MDF) y los fibropaneles de densidad baja (LDF), sobre todo para muebles de interior o placas para paredes -por sus propiedades como aislante térmico-. Asimismo, a diferencia de las maderas o los aglomerados comerciales, el tetrabord podría utilizarse para muebles de baño porque tiene mayor resistencia a la humedad.
“Principalmente lo que sorprende de este desarrollo es que, a partir de residuos, se genera algo que tiene buena resistencia mecánica. Generalmente los procesos de reciclado dan productos de baja resistencia, pierden propiedades mecánicas en los procesos de reciclado. En cambio, acá no se pierden y se generan buenas propiedades”, subraya la investigadora del INTEMA.
“Que fuera más aislante térmicamente era dentro de todo esperable -continúa la doctora en Ciencia de Materiales-, porque hay mucho polímero metido ahí en el medio. Los polímeros son peores conductores del calor y, por lo tanto, son más aislantes térmicos. Y que absorbiera menos humedad también era esperable por la misma cualidad de los polímeros. Pero que tenga buenas propiedades mecánicas es lo más positivo que encontramos en nuestro producto”.
El grupo de trabajo está integrado por Valería Pettarin, Exequiel Rodríguez, María Alejandra Costantino y Federico Morales.
La posibilidad de confeccionar muebles sustentables a partir de residuos
La producción de este tipo de materiales podría tener diferentes impactos positivos. Por un lado, brinda una solución sostenible para el aprovechamiento de desechos plásticos, ya que se reciclan materiales descartables de un solo uso, como sachets y envases tetrapack. Al mismo tiempo, se reemplaza en parte el uso de maderas comerciales que se obtienen de la tala de árboles.
“Cambiar de una economía lineal, como es desarrollar el producto, hacer los empaques multicapa, que tengan un solo uso y se descarten, a una economía circular en la cual reingresa ese descarte -no va a parar a basurales, sino que reingresa al sistema productivo, aunque sea en otra forma-, es fundamental”, señala Pettarin.
En este sentido, la científica resalta: “Este tipo de reciclado que proponemos podría ser útil para generar nuevos puestos de trabajo, porque tiene una parte de separación, limpieza y disposición manual de las distintas capas. La limpieza no es manual, pero si la separación y la disposición. Entonces eso, en una economía del estilo de la que hay en Argentina, podría ser muy útil. Y además tanto los sachets como los tetrapacks se reciclan en un porcentaje muy bajo porque la separación de las capas es casi inviable”.
Hasta el momento, el equipo del INTEMA ha realizado las pruebas de laboratorio, han fabricado pequeños paneles de 20 cm x 30 cm y también paneles de 1 m x 1 m. Además, ya hicieron la presentación correspondiente para poder patentar el desarrollo científico tecnológico. Los próximos pasos serán obtener la patente y luego elaborar paneles más grandes en una prensa industrial.
El grupo de trabajo que desarrolló el tetrabord está integrado por Valería Pettarin, Exequiel Rodríguez, María Alejandra Costantino y Federico Morales, todos con lugar de trabajo en el INTEMA, dependiente del CONICET y la UNMDP.
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