Sin términos medios el desembarco de San Lorenzo en el básquetbol es de una potencia que impacta. De estar 30 años fuera de la escena, a componer una armada contundente con aspiraciones a quedarse con la Liga Nacional . Cuando algunos entienden que gastar en esta disciplina es demasiado riesgoso para la vida de un club, como lo ha analizado Boca, el club de Boedo ocupa el centro de la escena con la conformación de un plantel que muestra la ficha más importante del básquetbol argentino. Incluso, se habla de un costo de casi 20 millones de pesos anuales. Más allá de los números la apuesta es estructural, con un cuerpo técnico que encabeza Julio Lamas y que tiene como asistente a Carlos Duro, dos hombres de altísima experiencia que pretenden construir desde las bases una casa de básquetbol azulgrana. La aventura comenzó anoche, ante Quimsa.

"La idea fue hacer una apuesta importante, acorde a lo que representa este deporte en la historia de nuestro club. Y el hecho de que sean los primeros deportistas que defienden la camiseta de San Lorenzo en Boedo, después de 30 años, nos hizo elevar la vara". Las palabras del presidente Matías Lammens , ponen en contexto cómo se pensó esta incursión en la Liga Nacional. Si bien se acordó una fusión con Sportivo 9 de Julio de Río Tercero, institución que había alcanzado la máxima categoría por mérito deportivo, con el subcampeonato logrado en el último TNA, San Lorenzo pretende consolidarse en la competencia y hacerlo casi sin respiro.

El impacto es indudable y como todo lo que causa olas, despierta miradas celosas. El poderío económico de San Lorenzo es un tema sensible. Los apellidos que componen el plantel, construído desde las ópticas de Lamas y Duro, impresionan: Walter Herrmann, Marcos Mata, Nicolás Aguirre, Lucas Faggiano, Bernardo Muso, Fernando Martina, los Sub 23 Eric Flor y Roquez Johnson, más los desembarcos de Courtney Fells y Marcus Lewis.

Los apellidos que componen el plantel, construído desde las ópticas de Lamas y Duro, impresionan: Walter Herrmann, Marcos Mata, Nicolás Aguirre, Lucas Faggiano, Bernardo Muso, Fernando Martina, los Sub 23 Eric Flor y Roquez Johnson, más los desembarcos de Courtney Fells y Marcus Lewis.

Es una apuesta muy fuerte, que comenzó con el desembolso de casi 4.000.000 pesos por la compra de la plaza, tras la alianza con Sportivo 9 de Julio (el valor que estipula la ADC por la plaza es de 4 millones de pesos). Los costos son grandes, porque también se estima que el valor del estadio que está levantando la entidad en Boedo (con capacidad para 2.200 personas), es de casi 20.000.000 pesos. Estaría terminado para enero de 2016: la estructura desmontable podría reubicarse cuando se construya el nuevo estadio de fútbol en Avenida La Plata. Se acordó que mientras se finaliza esa construcción, el Ciclón jugará como local en Obras, escenario que utilizó la última temporada . "La verdad es que en Obras nos sentimos muy cómodos y por eso entendimos que era la mejor alternativa para jugar en el comienzo de la Liga", explicó Román Perroni, el jefe de equipo.

Es tan grande la apuesta, que crecen los interrogantes sobre cómo se sostendrá semejante proyecto, porque los 2.500.000 pesos que recibiría de la televisión no parece un número significativo para un plantel y un proyecto tan ambiciosos. Por eso Marcelo Tinelli le explicó aLA NACION: "El nivel del plantel tiene que ver con la competitividad que tiene la Liga. Sabemos que es importante, pero nosotros somos muy equilibrados con los números. San Lorenzo va a recaudar por venta de abonos y palcos en el futuro estadio. Además, contamos con los derechos de televisión y ocho sponsors que se sumaron al proyecto. El básquet será el primer deporte en Boedo". Según se pudo averiguar, una de las ideas de los dirigentes del Ciclón es poder tener ingresos, por ejemplo del Banco Ciudad, que es sponsor del equipo de fútbol, y de otros auspiciantes por una cifra cercana a los 10.000.000 pesos. También pretenden recaudar, cuando tengan el estadio en Boedo, en concepto de entradas y abonos en palcos, otros 5.000.000 pesos.

Lo usual en los equipos nuevos que desembarcan en la Liga Nacional es que se toman un período de adaptación antes de intentar conquistar el torneo, pero San Lorenzo buscó un camino bastante más intenso. Los protagonistas no esquivan ese desafío: "Está claro que la idea es ganar la Liga, pero uno sabe que esto es básquetbol y la Liga la va a ganar el que mejor juegue al final de la temporada. Los nombres ayudan, pero si como equipo no funcionás, no sirve de nada. Sabemos que arrancamos de cero para alcanzar el cien por ciento lo más rápido posible. No sé cuándo lo conseguiremos, pero apuntamos a lo más alto. Por tener buenos jugadores no somos los cucos de la Liga", dice Herrmann, a un costado del gimnasio de la UADE, donde se entrena el equipo de Boedo. Y Lamas coincide: "Tenemos buenos jugadores, pero no somos el mejor equipo , porque no sabemos cómo vamos a responder. Hay otros que lo son, tienen tiempo trabajando juntos y se conocen. Tenemos buenos elementos para ir detrás de esa idea. Si creemos que vamos a ganar partidos porque San Lorenzo tiene 4.000.000 aficionados o porque Tinelli o Lammens son exitosos, estamos equivocados. Tenemos lo principal para intentar ser un buen equipo, que es tener buenos jugadores. En el único lugar en donde la palabra éxito está antes que trabajo, es en el diccionario".

Todos tienen claro que la apuesta al básquetbol también implica potenciar la vuelta a Boedo. El club ya presentó oficialmente una escuelita de básquetbol con más de 500 chicos (de entre 5 y 12 años), que funcionará en la sede de Las Casas y Avenida La Plata. Varios jugadores y el cuerpo técnico participaron de la inauguración que se realizó el 10 de septiembre último. Está claro el objetivo deportivo y social: "Todos sabemos que tenemos una obligación un poco más grande por lo que San Lorenzo quiere representar en el básquetbol con su vuelta a la Liga y con su retorno a Boedo. Es un proyecto que recién arranca, con Julio a la cabeza y jugadores de experiencia. Pero todo comienza desde cero. Se armó un buen equipo y ahora tenemos que tratar de mostrarlo en la cancha para consolidar el proyecto. La idea es pelear todo lo que se pueda y para eso tenemos que entrenarnos duro para una Liga muy competitiva", explicó Marcos Mata.

"Cuando San Lorenzo iba a comprar la plaza, lo veía raro, porque si tenés una persona como Tinelli, con todo lo que él genera, lo tenés que recibir con los brazos abiertos. Que esté interesado en difundir el deporte, cuando muchos no lo hacen, es algo positivo. Además, estamos tratando de levantar nuevamente el básquetbol después de todo lo que le dio la Generación Dorada y no se aprovechó. Por eso es bueno tener alguien con un apellido tan convocante. Entiendo que la gente se va a acercar más a la cancha y eso le va a hacer bien a la Liga. Ojalá que más empresarios apuesten por el deporte. Es una alegría enorme para todos que le hagan bien al básquetbol" opina Herrmann. Y también una reflexión de Lamas ayuda a comprender el alcance de la idea: "Estamos construyendo un proyecto de básquetbol dentro de un club de fútbol. Hay presiones y exigencia de resultados positivos. Sin embargo, tenemos claro que si no jugamos bien al básquetbol no vamos a ningún lado".