Respaldó el relato de Nicolás Ciccone cuando sostuvo que se reunió dos veces con Boudou
El fiscal federal Jorge Di Lello respaldó la declaración que prestó uno de los fundadores de Ciccone Calcográfica, Nicolás Ciccone, como testigo en la causa en la que el juez federal Ariel Lijo procesó al vicepresidente Amado Boudou.
Di Lello consideró válida la declaración testimonial de Ciccone, quien previo a ser llamado a indagatoria había afirmado ante el juez que sostuvo dos reuniones con Boudou para rescatar la imprenta apremiada por deudas fiscales, a cambio de entregarle el 70 % de la compañía.
La nulidad de la declaración de Ciccone había sido pedida por sus propios abogados, quienes sostuvieron que sobre la base de ese testimonio que prestó bajo juramento de decir la verdad, el juez Lijo terminó llamándolo a prestar declaración indagatoria (como acusado) y, finalmente, lo procesó.
Ciccone declaró como testigo el 5 de diciembre de 2013 y relató haber tenido reuniones con Boudou, las que luego ratificó al ser indagado. Aseguró Ciccone que el vice fue parte de las negociaciones por la imprenta. Señaló que en su primera reunión Boudou le dijo que "lo que tendría que conversar con él debía hacerlo con Núñez Carmona, porque era su hombre de confianza". Según Ciccone, ese encuentro ocurrió en una oficina en Telefé, cuando Boudou terminaba una entrevista en vivo y ellos concurrieron al canal para esperarlo y pedirle ayuda.
Allí, Núñez Carmona se explayó respecto de las intenciones de adquirir la compañía. "Afirmó que solamente accedería a una sociedad siempre y cuando nosotros cediéramos el 70% del paquete accionario", relató Ciccone.
La segunda reunión, dijo, tuvo lugar en el restaurante I Fresh Marquet de Puerto Madero, donde también estuvo Héctor Ciccone, ya fallecido, que se oponía en ese momento al acuerdo con Boudou y sus socios. Ese encuentro, contó, era para confirmarle a Héctor que Boudou estaba detrás del asunto y de la seriedad de su propuesta.
Cuando transcurría esa declaración, Di Lello había pedido pararla porque había dicho que el testigo corría riesgo de autoincriminarse, lo que el juez Lijo rechazó.
Pero para los abogados Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, la declaración fue utilizada como elemento autoincriminatorio en contra del propio Ciccone, lo que viola principios constitucionales como el derecho a defensa y el debido proceso, además de la protección sobre la declaración en su propia contra.
"No es correcta la afirmación respecto a que la declaración testimonial fue utilizada como prueba relevante para convocarlo posteriormente", rechazó Di Lello el argumento de la defensa.
El fiscal dijo que este rechazo es coincidente con todos los que firmó para desacreditar los reclamos de la defensa, "recién luego" de que sus clientes fueron procesados.
Dijo Di Lello que el juez Lijo hizo un "análisis global" de las pruebas colectadas y no sólo el relato de Ciccone, y eso fue lo que lo hizo abrigar una sospecha razonable sobre lo ocurrido. Le recordó el fiscal al defensor, que una persona puede ser testigo en un proceso, pero luego imputado, lo que obliga a excluir como prueba en su contra la declaración que prestó bajo juramento. "El ahora imputado supo de la posibilidad de que su situación procesal mutara durante el proceso, por lo que podría declarar con la libertad necesaria teniendo en cuenta que nunca se podría usar en su contra esa declaración", escribió.
El juez Lijo debe pronunciarse sobre la nulidad, pero, tras la opinión del fiscal, parece descontado que la rechazará y resolverán los jueces de la Sala I de la Cámara Federal..
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