El gobernador comenzó temprano a “medir” dirigentes. Una inesperada alianza con La Libertad Avanza entró en la grilla.
Por Carlos Guajardo.
Ignacio Torres no se pronunció acerca de si adelantará o no las elecciones de medio término como ya lo han hecho algunos de sus colegas. Por otra parte, no es que le quite importancia, pero días atrás le había confesado a Diario RÍO NEGRO que “no es para nada un plebiscito de mi gestión. No lo tomo así. Más bien es un plebiscito nacional. Y si uno enciende el televisor todo es Milei y Cristina”.
De todas maneras, el gobernador de Chubut no estará ajeno a la conformación de una lista que pueda ser un arco partidario abierto, esto es cerrar alianzas con otros partidos. En ese sentido, también le había dicho a este medio: “No descarto nada, ni siquiera que pueda haber un peronista entre los candidatos”. Incluso dijo que “veremos quien mide mejor”.
Pero lo que está haciendo ruido y mucho en los alrededores del mandatario es que tampoco descarta una alianza con la Libertad Avanza, que al igual que su partido (el PRO) tiene escasa dirigencia a la vista. Y los que más se hicieron ver de los libertarios o forman parte del gabinete provincial o se pelean entre ellos.
Chubut renueva dos bancas en los comicios de este año. Las dos están ahora en manos de mujeres: Ana Clara Romero (PRO) y María Eugenia Alianiello (Justicialismo). La lista se compone de dos titulares y dos suplentes.
A la vista de todos, Torres tiene un puesto resuelto: el intento de reelección de Romero, una dirigente que es su máximo referente en Comodoro Rivadavia, donde alguna vez intentó ser intendente, pero fracasó en su intento.
Ana Clara Romero estuvo a punto de renunciar a su banca y quedarse a trabajar en Comodoro como un apéndice del gobierno, pero finalmente y a pedido del gobernador se quedó en su banca del Congreso Nacional. Por eso se especula que, “salvo” el primer lugar, el segundo titular estará reservado para otro partido ya que es una constante de Torres tener gente en su equipo que no pertenezca a su partido. Ya hablamos del “arco iris” del gabinete, que tiene todos los colores políticos.
¿De quién será el segundo lugar? Es lo que el gobernador y sus más íntimos colaboradores quieren decidir pronto para no tener que estar ocupados demasiado tiempo en un tema que, por ahora, no les preocupa demasiado.
Igual, bien sabe el joven mandatario que no estará nada bueno para su futuro político perder una elección de medio término y mucho menos si su legítima ambición pasa por ser reelecto en 2027.
Es difícil que arriesgue a alguien de su equipo. Y quizá tampoco al vicegobernador Gustavo Menna quien supo manejar con mano de hierro la Legislatura provincial a tal punto que se jacta de que, en un año, la casa de las leyes sesionó más y sacó más proyectos que la Legislatura anterior en cuatro.
Es por eso que se abre un abanico importante, aunque los puestos escasean: por ahora, un titular (el otro sería Romero) y dos suplentes. Demasiado poco para muchos con intereses de plantarse en la Cámara Baja.
El año arrancó también con las expectativas puestas en que Ornella Costa, la pareja de Torres, abandonará su bajo perfil y comenzará a transitar los mismos caminos que su compañero de vida. Por ahora, permanece en un cargo sin mucha exposición, aunque con contactos con entidades intermedias y sociales. Torres la nombró presidenta de la Fundación del Banco del Chubut cuando terminaba marzo del año pasado en un cargo ad honorem, es decir sin sueldo.
Pero la posición de Costa (oriunda de Río Turbio, abogada y licenciada en Relaciones Internacionales, con un posgrado en política internacional en la Universidad de Nueva York) no cambió. Es socia de un estudio de abogados y pese al cargo oficial sigue trabajando en el sector privado.
No hay micrófono que haya recogido alguna palabra de la joven mujer del mandatario. Ni periodista que le pueda sacar algún reportaje. Ornella Costa era simpatizante del kirchnerismo cuando conoció a Torres, pero tal vez a partir de allí algunas de sus ideas políticas empezaron a cambiar.
Todo esto viene a cuento porque ya hay quienes, circundantes al gobernador, la ven con buenos ojos para una futura candidatura. Formación no le falta y además dicen que su opinión es decisiva en algunas cuestiones de gobierno: “observa, opina, dispone, ordena”.
Torres hace silencio al respecto. Y son muchos los que creen que el gobernador no la expondrá tanto. Y arriesgan: “Nunca”.
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