Detalles inéditos sobre el conflicto que comenzó con el gobernador del PRO "Nacho" Torres y luego llevó a una pelea de los mandatarios provinciales con la Casa Rosada. El expresidente, Bullrich y las provincias. Las amenazas y los encendidos mensajes de Whatsapp.
Por: Ezequiel Spillman.
Hace una semana Ignacio “Nacho” Torres y el asesor presidencial Santiago Caputo chatearon. El clima hostil entre Chubut y la Nación venía incrementándose. Aún la discusión por la quita de $13.500 millones de coparticipación federal no se había consumado pero era una posibilidad. “Se están equivocando, hay cosas de las que después no hay vuelta atrás”, le dijo el gobernador del PRO al consultor preferido del presidente Javier Milei. “No podés criticar así al Gobierno y después decirnos soberbios”, la respondió Caputo.
El entonces senador Torres, cuando imaginaba una candidatura a gobernador, había contratado los servicios de Rodrigo Lugones, socio del ahora asesor presidencial, de quien también escuchó consejos en estrategia y comunicación.
El diálogo entre ellos tomó temperatura. “Me chupan un huevo las redes”, completó Torres. Le habían acercado un screen de pantalla de una conversación donde Caputo planteaba: “Vamos a sacar los tanques a las redes, lo vamos a romper todo”, en referencia al mandatario provincial.
"Me chupan un huevo las redes"
Todo comenzó el martes pasado cuando Torres se desayunó con la novedad: justo cuando había logrado cerrar la paritaria docente y se encaminaba a anunciar que, por primera vez en más de 10 años, las clases empezarían en tiempo y forma en Chubut, le aparecería un rojo millonario no previsto.
Su ministro de Economía, Facundo Ball, le dio la noticia de que le faltarían varios millones de la coparticipación. Pero no solo eso. Le mostró un mensaje de un funcionario de Hacienda de segunda línea que decía: “Vamos a ver cómo paga sueldos tu gobernador”. Hay capturas de pantalla. Guillermo Francos, el ministro del Interior, estuvo al tanto del conflicto desde ese mismo día.
"Vamos a ver cómo paga sueldos tu gobernador"
El gobierno provincial aduce que intentó refinanciar la deuda con el Fondo Fiduciario de Infraestructura, con el que Chubut tiene una deuda de unos $120.000 millones de los años del peronista Mariano Arcioni.
El argumento que puso el ministro Luis Caputo: en el contrato para devolver ese monto se especificaba que se descontaba de la coparticipación. En la provincia patagónica argumentan que eso se suele refinanciar para no complicar las cuentas.
Con todo, ese mismo martes “Nacho” Torres, con Rogelio Frigerio (gobernador de Entre Ríos) fueron a ver a sus oficinas en Martínez a Mauricio Macri. Le adelantó: “Vamos a tener que cerrar la olla. Si no se arregla el tema no sale un barril más de petróleo”. El expresidente le respondió: “Dame un día”.
Por chat, al otro día Macri se lamentó: le dijo que no encontró interlocutores válidos de la Casa Rosada que puedan resolver el tema. Era una decisión política, pensó el gobernador del PRO. Y una decisión que implicaba “disciplinamiento” como botón de muestra para otras provincias más grandes como Córdoba o Santa Fe.
Así, Torres empezó a tantear el terreno de un conflicto áspero y largo. Preparó la demanda que presentó en estas horas ante la Corte Suprema para la devolución de los fondos de coparticipación y, a la vez, habló con los gobernadores patagónicos y lo de Juntos por el Cambio. Cree que el Gobierno no reculará y que lo resolverá la Justicia.
Ignacio 'Nacho' Torres, gobernador de Chubut. Foto: Tëlam
Entre los gobernadores el primero que se envalentonó fue Claudio Vidal, de Santa Cruz, quien había recibido con una sonrisa a Milei hace semanas. Fue el primero en apoyarlo públicamente. “Es espalda con espalda”, le dijo a Torres. Se sumaron luego todos los mandatarios patagónicos. “Esto es transversal a todos”, se leyó en el chat que tienen y donde interactuán hasta con emoticones y bromas.
“Esto es una medida disciplinadora para ordenar a todos”, plantearon varios mandatarios. Entre los de JxC, fue Frigerio quien planteó “salir todos a la vez” en un comunicado y no de manera aislada. Sorprendió el apoyo de Axel Kicillof, quien chateó en privado con Torres. Casi no se conocen.
Además, a sabiendas de lo que podría pasar, la llamó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con quien tiene una relación personal. Incluso, decidió no dar su apoyo final a Horacio Rodríguez Larreta en las PASO para no dinamitar puentes con ella. Le contó que estaba listo para cortar el gas y el petróleo si la Rosada no daba marcha atrás. Con la amenaza ya hecha pública, Bullrich lo criticó. “Soy funcionaria, tengo que bancar al presidente”, le explicó en estas horas.
El tweet de la ministra en contra del gobernador del PRO fue pasando de Whatsapp en Whatsapp por todas las figuras del partido amarillo. Incluso por el de Macri, quien sigue distanciado de la ministra. El frío a un acuerdo con el oficialismo es el ánimo que recorre hoy las filas amarillas. Bullrich no piensa eso y varios diputados nacionales tampoco, y prefería un acuerdo con LLA. Pero el expresidente empezó a convencerse de los problemas que traería sellar una alianza hoy en este estado de cosas.
De hecho, en el bloque de diputados del PRO, hasta diciembre, había dado vueltas la idea de armar un interbloque con La Libertad Avanza. Hoy nunca estuvo tan lejos.
De todos modos, el fin de semana Torres deambuló por cuanto medio de comunicación lo requería. Entrado el sábado soltó ante sus íntimos una conclusión de su semana: “Tengo 35, gobierno una provincia chica. Es muy difícil que me pongan en el lugar de Moyano. Esto es como David y Goliat”.
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