Con la eliminación del Fondo Sojero, los municipios vuelven a sufrir el recorte. La medida se suma a las adoptadas por el Gobierno bonaerense y se complican las cuentas.
Una vez más, los intendentes bonaerenses se ven obligados a avanzar en recortes en sus estructuras comunales como respuesta a una decisión política de los gobiernos nacional o provincial. Es que la medida de Mauricio Macri de eliminar el Fondo Federal Solidario (Fondo Sojero) no hace más que dejar a los municipios sin un importante aporte económico a la hora de llevar adelante las gestiones.
En definitiva, conforme a lo estipulado desde el Ministerio de Economía de la Provincia a La Tecla, en 2019, los distritos no percibirán unos 2.500 millones de pesos. En el mismo sentido, el gobierno de María Eugenia Vidal no recibirá 6.000 millones de pesos. Todo, como consecuencia del fin del Fondo Sojero.
No es la primera vez que los jefes comunales reciben la noticia del fin de un derecho adquirido como parte del recorte del gasto público para buscar un freno a la crisis. En lo que va del año es el tercer ajuste que pega de lleno en las arcas municipales. Primero fue la resolución del OCEBA que limitó a las comunas la posibilidad de cobrar tasas municipales como parte de la factura eléctrica. Claro, en algunos distritos, para mantener una tasa de cobrabilidad aceptable, algunos servicios -como Seguridad e Higiene, Vial, Caminos Rurales- formaban parte de la boleta por el gasto en electricidad.
El segundo escollo fue la reducción del impuesto que representa un 6 por ciento de la tarifa eléctrica que pertenecía a las municipalidades. Dicho porcentaje, si bien para un vecino que paga $1.000 de tarifa sería un ahorro de solamente $60, para la recaudación de una comuna como Chacabuco (cerca de 50 mil habitantes) sería de $20 millones, de Olavarría (cerca de 112 mil habitantes) sería de casi $30 millones, y así en cada distrito. Por el impacto en cada localidad, la medida aprobada por la Legislatura quedó congelada hasta 2019.
A los dos recortes impositivos se les suma la decisión del equipo económico nacional con el objetivo de hacer frente a la crisis financiera. Con dicho panorama, según pudo saber La Tecla, el enojo de los intendentes no resistió diferencias políticas y, más allá de los colores, “escupieron para arriba”.
En las filas del oficialismo no se tardó en acatar la medida, pero se pidió una consideración especial a futuro. Claro está, los alcaldes de la alianza buscan un premio consuelo como respuesta al recorte que deben realizar. Desde el radicalismo se pensó con el regreso del Fondo de Infraestructura Municipal, pero el jefe de Gabinete, Federico Salvai, en su mano a mano con este medio, descartó que ello ocurra.
Por su parte, desde el peronismo el malestar es mucho más profundo y ponen sobre el escenario el acompañamiento que realizaron a la hora de luchar por el Fondo del Conurbano. Más allá que planean reforzar los reclamos a la hora de discutir el Presupuesto 2019, el optimismo no gana la batalla y prevén que “una vez más” quedarán sin recursos.
En definitiva, los intendentes vuelven a ser moneda de recorte para hacer frente a la crisis. Unos, por su posición política, esperan recibir el acompañamiento provincial. Los otros, la oposición, parecen entregados al ajuste.
Obligados a acompañar la iniciativa
“Y, no nos queda otra. Vamos a tener que ajustar”, contestó un intendente oficialista ante la consulta de La Tecla, no sin antes emitir un resoplido. En off the record, la eliminación del llamado Fondo Sojero cayó bastante mal en los municipios de Cambiemos, pero lo cierto es que poco margen tienen para gritar en contra a los cuatro vientos. “En la reunión que tuvimos en Olivos con Macri y Vidal nos lo dijeron bien claro: ‘esto lo hacemos todos juntos’”, añadió el mismo jefe comunal.
En la misma línea opinó el alcalde de Olavarría, Ezequiel Galli: “Tenemos que reducir los gastos del Estado y los municipios tenemos que ser parte. Nadie quiere perder recursos, pero tenemos que acompañar en este proceso para tener un país normalizado”. El recorte de los millonarios fondos que reciben anualmente en concepto de exportación de soja golpeará de lleno las cuentas de los distritos, será a to-dos por igual. Por eso, ya piensan medidas de ajuste para el próximo año. “Vamos a ver qué hacemos. Por suerte tenemos las cuentas en orden, pero habrá que acomodarse. Puedo llegar a demorar obras”, contestó a este medio el intendente de Las Flores, Ramón Canosa. Su municipio, por ejemplo, tenía previsto recibir 4.485.962 pesos en este concepto para 2018.
Peronistas iniciaron la cruzada por la continuidad del Fondo Sojero
“Es una cagada”, resumió a este medio un intendente del Frente Renovador. La nueva medida que golpeó de lleno las cuentas de los municipios, por supuesto, no cayó para nada bien en los distritos opositores que, a diferencia de los oficialistas, pueden salir a quejarse libremente. Por eso, el bloque del massismo en la Cámara de Diputados presentó un proyecto para que el Gobierno revea la situación.
Por su parte, los intendentes del peronismo, junto con la Defensoría del Pueblo, irán a la Justicia para evitar que el Gobierno nacional les vuelva a quitar recursos. “Para este año teníamos proyectado $5.000.000 y sólo recibimos $2.000.000, y el año que viene no va a estar este recurso. El tema es que este año ya lo teníamos proyectado en obras. Tiene un fuerte impacto; es un dinero que, por lo general, se usaba para infraestructura. Se compra material local y se usa mano de obra local”, señaló el intendente de Gonzales Chaves, Marcelo Santillán.
Pero para los distritos peronistas, la medida no sólo afecta el dinero que ingresa en los municipios, sino también a una de las cuestiones básicas del sistema federal. Claro está, al ser un ataque a las arcas de las municipalidades, desde el peronismo aseguran que es un ataque directo a la autonomía de cada distrito. A su vez, Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, sentenció que “la eliminación del Fondo Federal Solidario significa menos obras para los vecinos”.
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