En una esquina con semáforo, un joven hizo un trompo a toda velocidad, chocó otro auto y destrozó el suyo contra una columna de hormigón. Salió ileso por milagro.
La esquina semaforizada de calle Diamante y avenida Presidente Illia de Concordia fue el escenario de un espectacular accidente de tránsito provocado por un Volkswagen Gol, que presuntamente, por la velocidad que llevaba, se descontroló, impactó la parte frontal de otro coche y terminó sobre la bicisenda del lugar, aprisionado entre las columnas de hormigón del tendido de la red eléctrica.
“El Gol venía a las chapas por Ruta 4, se le desacomodó antes de llegar al semáforo, se fue contra el auto que estaba estacionado por Diamante y después hubo como una explosión cuando chocó contra la columna del transformador. Es un milagro que el pibe que manejaba saliera vivo”. De esa manera relató lo ocurrido a Diario Río Uruguay un trabajador de la zona, testigo del accidente que, pasadas las 11 de la mañana, ocurrió en la zona oeste de la ciudad.
De esa manera ratificó que el Gol color bordó (dominio CTA 732) transitaba en dirección este-oeste y al llegar a la esquina de una estación de servicio que hay en el lugar habría realizado un trompo, presuntamente al querer doblar por calle Diamante.
Siempre de acuerdo a los testigos del choque, el automóvil que era conducido por un joven de 22 años (identificado luego como Guillermo Ancarola) circulaba a una altísima velocidad, lo que junto a la lluvia que mojaba el pavimento habría colaborado para el trompo, que primeramente lo hizo golpear contra la trompa de otro VW Gol (modelo Country) el cual estaba estacionado sobre calle Diamante, esperando la habilitación del semáforo.
Por la inercia que traía el Gol color bordó, luego de chocar contra el otro auto siguió su derrotero para golpear furiosamente contra una columna de hormigón que terminó por destrozarlo.
Milagrosamente, el joven conductor del auto solo sufrió traumatismos leves y sendas heridas en la mano y la oreja del lado derecho, mientras que el conductor del otro VW involucrado (un hombre de 64 años) salió ileso pero con su auto con serios destrozos en su trompa.
Otro de los testigos consultados subrayó que “por suerte, como llovía, este domingo no estaba un muchacho que siempre ocupa ese lugar vendiendo sillitas y otros muebles que hace en madera, porque hubiera sido una verdadera tragedia”.
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