Aún no asumieron y ya comenzaron los cortocircuitos entre el uno y el dos de la cartera de Seguridad bonaerense. El perfil y las indicaciones de Burzaco no habrían caído bien en el futuro ministro, Cristian Ritondo.
Cristian Ritondo fue el primer ministro en desembarcar en Buenos Aires y en comenzar la transición. Todo marchaba viento en popa hasta que fue designado Eugenio Burzaco, quien bajó a La Plata con un perfil “demasiado alto”, tal cual lo describieron dentro del propio Ministerio.
El tema de la purga fue un baldazo de agua fría que Ritondo no se esperaba. María Eugenia Vidal tampoco. La situación, además, viene de larga data. Burzaco no fue designado por pedido de Ritondo, sino como un acuerdo previo en materia de seguridad. En otras palabras, no forma parte de su equipo.
Se cuenta de una discusión subida de tono para que Eugenio bajara los decibeles con sus declaraciones y se llamara a cuarteles de invierno. “Se cree que se las sabe todas”, dijeron dentro del ministerio en relación al futuro funcionario, quien cuenta con probados conocimientos en la materia.
Por ahora, los chisporroteos no llegaron a mayores. Pero nadie puede entender la “falta de cintura política” de Burzaco para hablar suelto de ropa de un tema tan escabroso en la Policía en medio de una transición.
En otro orden, y si bien formó parte del diseño del Operativo Sol, Ritondo ya busca el sucesor de Hugo Matzkin al frente de la fuerza. Pero ya se informó de que no habrá grandes modificaciones en la estructura durante los primeros meses.
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