La presidenta, que recorría la zona, debió ser evacuada en Arica, en el norte del país. El martes, el terremoto había dejado seis muertos y casi un millón de evacuados.
Según el Centro Sismológico Nacional, el epicentro se ubicó a unos 50 kilómetros al oeste de Alto Hospicio y la profundidad fue de 34,5 kilómetros. Tras el alerta de tsunami, la población de las localidades costeras del país fueron evacuadas, especialmente en Arica, Iquique y Antofagasta.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, quien se encontraba revisando anoche los daños en Arica (2.100 km al norte de Santiago), debió ser evacuada a uno de los cerros de la ciudad, según informó el canal estatal TVN.
Ricardo Toro, director de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), dijo que la nueva ola ya había llegado a algunos lugares del borde costero del país.
Hasta esta madrugada, las autoridades chilenas no anunciaron sobre víctimas o mayores daños materiales producto del nuevo sismo.
Los habitantes de las ciudades de Arica e Iquique salieron despavoridos de sus casas alertados por las sirenas que indicaban la evacuación desde la costa hacia zonas elevadas a más de 30 metros de altura, según imágenes difundidas por la televisión chilena.
El último relevamiento realizado por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) había confirmado que seis personas murieron tras el sismo del martes.
Muchos de los evacuados comenzaban anoche a retornar a sus hogares antes del nuevo alerta. Tres de las víctimas fatales fueron por paros cardiorrespiratorios; otras dos, aplastadas por derrumbes; y la última, debido a una caída durante la evacuación.
El epicentro del terremoto fue en el mar, a casi 90 kms de la costa frente a Iquique. Las regiones más afectadas fueron las de Arica, Parinacota y Tarapacá, donde unas 2.500 viviendas resultaron destruidas. También hubo daños significativos en hospitales y los sistemas de electricidad y agua potable.
Ocho importantes rutas seguían cortadas por roturas en el asfalto. Parte del suministro eléctrico y del agua pudieron ser reestablecidos.
Lo más destacado del operativo fue la evacuación, el martes, de unos 970.000 habitantes por temor a un tsunami que se presentaba como probablemente devastador. Las autoridades habían alertado sobre el desencadenamiento de un maremoto sobre la costa, pero las olas fueron mucho más pequeñas de lo previsto. El mar ingresó sólo unos 200 metros sobre la playa. Durante la madrugada de ayer el alerta fue levantado, aunque reapareció esta medianoche.
Bachelet destacó el comportamiento de la población, que calificó de “ejemplar”, al realizar la evacuación de las zonas costeras con bastante calma.
Comentá la nota