Hacía pocos minutos que la fiesta por la Navidad había terminado en el boliche. A la salida, se produjo una batahola: un joven comenzó a pelear contra varios, a las trompadas y con un cuchillo de cocina. La pelea terminó y el muchacho decidió marcharse. No obstante, en la fuga, se topó con un chico de 16 años que, ajeno a todo, miraba la reyerta junto a su padre. De un santiamén, el individuo le clavó el arma blanca en el corazón al jovencito, quien murió al poco rato en brazos de su progenitor.

El brutal e inexplicable crimen sucedió ayer a poco de amanecer en Villa del Rosario, localidad ubicada a 80 kilómetros de la ciudad de Córdoba.

Maximiliano Edgar Rodríguez, la víctima, tenía 16 años y vivía en Río Segundo.

Por el hecho fue detenido en el mismo lugar un muchacho de 18 años, quien admitió la autoría del crimen y se mostró “arrepentido”, según confirmaron anoche fuentes judiciales a La Voz del Interior .

Jeremías Freites Algarde (18) quedó imputado como supuesto autor de homicidio simple por orden del fiscal de Río Segundo, Luis Nazar, quien lo indagaría en las próximas horas. “Creemos que, lejos de lo que se pudiera suponer, el pibe no estaba alcoholizado ni nada por el estilo”, resaltó una fuente de la causa. Para el fiscal Nazar, el caso está “esclarecido”. Sólo restaba encontrar el arma homicida, un cuchillo tipo de cocina. Sin embargo, fuentes de la Jefatura de Policía indicaron que el arma ya fue secuestrada a metros del boliche.

Navidad fatal

El drama sucedió pasadas las 7 a la salida de una disco, en calles Entre Ríos y pasaje Italia, de Villa del Rosario.

En plena vía pública, se produjo una violenta pelea en la que habría participado el ahora detenido contra un grupo de jóvenes por causas que se desconocen. La gresca fue de proporciones. “El chico estaba a un costado, a unos metros, mirando todo, junto a su papá”, contó otro vocero del caso, quien agregó: “El que tenía el cuchillo se dio vuelta y, al toparse con el pibe, se lo hundió en el pecho de tan sacado que estaba”.

El acusado fue detenido por policías a pocos metros del boliche. “Yo lo maté, yo lo maté. No sé por qué lo hice”, les habría dicho a los uniformados.