Pida turno
El viernes pasado, el empresario kirchnerista Cristóbal López y su socio Fabián De Sousa recuperaron la libertad, tras una polémica resolución de la Cámara Federal, con el voto favorable de los jueces Eduardo Farah y Jorge Ballestero.
Los dos empresarios salieron raudos de sus prisiones y se dedicaron a sus temas personales, además de responder a la estrategia de sus abogados. Pero mientras López viajó a Oberá, Misiones, para dedicarse a los asuntos del corazón, De Sousa se ocupó de otras partes de su cuerpo. Por eso, se lo vio el pasado lunes ingresar a las 9 de la mañana a un conocido sanatorio de la Avenida Córdoba al 2600, casi Ecuador, en la Ciudad de Buenos Aires. Allí, el ex otro dueño del Grupo Indalo se efectuó chequeos médicos, pues decía tener“miedo de haberse agarrado algo” dentro del penal de Marcos Paz. Pero la sorpresa de quienes lo reconocieron en la sala de espera de radiología, escucharon una frase impactante: “Soy un hombre nuevo. Me dí cuenta del daño que he causado, he sido una mala persona”. De Sousa, con un lenguaje propio del Manosanta de Alberto Olmedo, se fue del nosocomio con una frase de colección: “En la cárcel tuve tiempo de reflexionar”. Y si no me tienen fe…
Click
Saltando de las cuitas de los presos K a la complicada paritaria docente, en la provincia de Buenos Aires todo es recelo entre los gremialistas -encabezados por Roberto Baradel- y los funcionarios del gobierno de María Eugenia Vidal. La última reunión entre las partes comenzó con un informe sobre el presupuesto provincial, que realizó el ministro de Economía. Hernán Lacunza explicó el déficit que tiene la provincia y la inversión que se está haciendo, actualmente, en Educación y, en especial, en infraestructura educativa. Lacunza habló acerca de una inversión de 5097 millones en infraestructura escolar y arremetió con el dato de que la provincia mayor del país gasta 19.110 millones en suplencias por faltas de docentes. Allí, terció el sindicalista Miguel Díaz -de Udocba- para decir que “estos números son muy lindos pero no los entendemos. Por eso, lo deberían ver nuestros asesores, así que le pido si nos lo pueden dar firmado”. Ante eso, el ministro de Economía provincial respondió, azorado: “Miguel, esto es el Presupuesto, es una ley firmada, votada y publicada en internet”. Y le espetó: “Acá hay cero posibilidad de chamuyo”. Pero como desconfiar es un error -pero confiar siempre también lo es-, apareció en escena “Roby” Baradel y, con uno de sus dos teléfonos celulares y comenzó a sacarle fotos a la presentación de Lacunza para llevárselas a sus abogados y asesores. Los ministros presentes -Lacunza, Sánchez Zinny y Federico Suárez- se quedaron mirando al fotógrafo combativo, obteniendo imágenes de datos que están, prolijamente detallados, en el Presupuesto bonaerense. Pase al frente…
Una selfie
Otro caso sorprendente se vivió el jueves anterior, durante la audiencia pública por la tarifa de AySA donde se discute un 26% de aumento. Para dicha audiencia se anotaron unos veinte expositores, que el Ente Regulador de Agua y Saneamiento incorporó en el orden del día. Tras la apertura, a cargo del presidente de AySA y de un representante del Gobierno Nacional, llegó el turno de las asociaciones y legisladores. Pero a poco de empezar, hubo un pedido de dos oradores para poder hablar antes: la dirigente kirchnerista María José Lubertino (que estaba 15° en el orden) y el legislador Sergio Fernando Abrevaya, quien figuraba en el puesto 16. El diputado porteño dijo que iba a “ser súper breve”, habló dos minutos, agradeció y se retiró a la sesión de la Legislatura porteña. Lubertino, quien esgrimió que debía tomarse un avión, utilizó sus 10 minutos permitidos pero, para sorpresa de todos, se sentó en primera fila y no se retiró. Y junto a una colaboradora de prensa, se tomó fotos con el llamado “palo selfie”. Lubertino generó enojos y así se lo hizo saber una integrante de las asociaciones de consumidores: “Nosotros no estamos apurados porque estamos defendiendo a los usuarios”. Besis...
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