Campeonato de Primera División
En el último minuto puso el 2-1 para dar vuelta el partido y sacarle tres puntos a San Lorenzo en la cima. Lo ganaba el local con un golazo de Mazzola y Lodeiro había puesto el empate. El Lobo terminó con nueve por las rojas a Benítez y Coronel y la visita con diez por la expulsión de Calleri.
La escala en La Plata representaba una visita de riesgo para Boca. Porque el Bosque siempre suele ser un escenario complicado, porque Gimnasia atraviesa un muy buen presente de la mano de Pedro Troglio y porque el equipo del Vasco Arruabarrena, si bien sigue puntero del torneo, había dejado algunas dudas en las últimas victorias. Y lo sufrió hasta el final. Le costó hasta el último minuto. Hasta esa llegada de Chávez abajo del arco para empujar al gol el centro bajo de Palacios y salir a gritar el 2-1, que lo mantiene tres puntos arriba de San Lorenzo y superar una verdadera final.
Arruabarrena optó por cambiar el esquema, con el regreso de Nicolás Lodeiro por Sebastián Palacios. Así liberó a Carlos Tevez para jugar más arriba, cerquita de Calleri, e intentó ganar en tenencia de pelota con el triángulo Pablo Pérez-Gago-Lodeiro. Lo logró en partes. El uruguayo manejó los hilos, pero Tevez seguía bajando para agarrar la pelota, tal cual lo había hecho en todo el campeonato. El Apache era el más peligroso y transformó a Nicolás navarro en la figura del primer tiempo con dos buenos derechazos. El primero entrando de izquierda al medio y sacando un latigazo desde la medialuna; el segundo de tiro libre, con un roscazo que se colaba en el ángulo izquierdo.
Gimnasia trató de unir las líneas y apostar al buen manejo de Nacho Fernábndez, que lucía muy solo. Encima, promediando la primera mitad se quedó con un hombre menos por la expulsión de Oliver Benítez por un patadón desde atrás a Pablo Cubas. De inmediato, Troglio movió el banco, reacomodó la defensa y metió a Ezequiel Bonifacio por Brum.
En el segundo tiempo, llegaron las emociones. Palacios, que ingresó por Cubas para intentar desbordar a la defensa de Gimnasia, perdió la pelota en ataque. Y un bochazo largo al medio de la defensa visitante dejó al desnudo el desacolple entre los centrales. Mazzola entró por el medio enganchó ante la salida de Orion, que se resbaló y no pudo achicarle con firmeza. Y el goleador definió con el arco libre para el 1-0.
Sorpresa en el Bosque. Y para colmo, Calleri se fue expulsado por un golpe sin pelota a Barsottini. Boca lucía aturdido, pero Gimnasia nunca se animó a plantarse arriba ya diez contra diez.
El empate llegó para darle tranquilidad al equipo de Arruabarrena. Esta vez la que quedó mala parada fue la defensa local, a la salida de un córner, y Lodeiro lo aprovechó con un remate cruzado desde el corazón del área.
Desde ese momento todo fue de Boca. Gimnasia se dedicó a resistir, más aún tras la patada de Maximiliano Coronel que lo dejó con nueve. La pelota, el terreno y la necesidad eran de Boca. Pero iba a los tumbos, con pocas ideas y caía en el embudo local que rechazaba todo lo que caía. El Vasco sumó a Chávez, que fue a jugar de nueve para ocupar el hueco que había dejado la expulsión de Calleri. Se sabe que el exBanfield luce más cómodo por los costados pero el partido lo pedía dentro del área. Y desúés de un par apariciones erróneas aprovechó su momento.
Luego de uno de los tantos desbordes por la derecha llegó el 2-1. Esta vez fue centro de Palacios, como tantas otras Peruzzi. Pase rasante que cruzó el área, superó la estirada de Navarro y tocó al gol Chávez, en el último minuto.
Boca lo celebra como una final. Como otro partido en el que quedó en deuda desde lo futbolístico pero lo rescató el temple y las ganas de ir a buscar el triunfo hasta el final. Gimnasia terminó pagando muy caro sus dos expulsiones y no pudo aguantar el último envión
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