Hace unos tres años, en la zona rural de Presidencia Roca, se instaló la Empresa “Frutos de Chaco”. Sus propietarios son productores de batata de San Pedro (provincia de Buenos Aires) y llegaron decididos a probar las ventajas agronómicas y climáticas de la región Noreste.
Atraídos por las ventajas climáticas que posee el Norte del país respecto a la provincia de Buenos Aires, el titular de la empresa, Alberto Manresa, junto a su hijo Sebastián al que luego se sumó Nicolás, se acercaron a esta zona con el objetivo de obtener batata de primera cosecha para entregar al mercado muy temprano en el mes de enero, cuando en las zonas productivas de este cultivo a excepción de Formosa, no pueden salir con mayor anticipación.
En el inicio de la etapa de ejecución del proyecto, se priorizó la instalación de un sistema de riego por aspersión, en la modalidad pívot central, atendiendo a los cultivos que se relazarían a futuro y a la heterogeneidad de suelo que tiene el campo. Carretel cinta para el cañón regador. Hay en producción 100 hectáreas de zapallos, 120 en forma escalonada de batata que se logran en forma continua, con calidad y rendimientos esperados de acuerdo al manejo tecnológico realizado. Cultivo de zapallo verde-negro, denominado tetsukabuto. Operarios en plena cosecha de batata. El departamento General San Martín hay buenos suelos, con aptitudes excelentes para cultivos de hortalizas pesadas en general, lo que planteó una planificación diversificada.
Las ventajas agronómicas también ayudaron, ya que en la zona, como todo el departamento General San Martín hay buenos suelos, con aptitudes excelentes para cultivos de hortalizas pesadas en general, no solamente batata, lo que planteó una planificación diversificada.
El problema a resolver era la discontinuidad de las lluvias, que compromete el normal desarrollo del ciclo del cultivo y como consecuencia de ello dificulta obtener cantidad y calidad de productos. “Fue entonces que entrevistamos al entonces ministro de la Producción, doctor Enrique Orban, a quien explicamos el proyecto, visitó el establecimiento, y con la promesa de su apoyo presentamos el proyecto productivo con incorporación de riego por aspersión en la modalidad pívot central, aprovechando el caudal del río Bermejo como fuente de agua abundante para este esquema”, recordó Gillard.
De esta iniciativa se interesó también el entonces gobernador Jorge Capitanich, motivo por el cual se realizaron las gestiones para acceder al financiamiento del proyecto y a la fecha tenemos los resultados que demuestran la viabilidad de producir en el Chaco hortalizas pesadas de muy buena calidad.
Equipamiento adquirido
En el inicio de la etapa de ejecución del proyecto, se priorizó la instalación de un sistema de riego por aspersión, en la modalidad pívot central, atendiendo a los cultivos que se relazarían a futuro y a la heterogeneidad de suelo que tiene el campo. “Diseñamos en forma conjunta con la empresa proveedora del equipo un módulo de trabajo que puede regar un total de 120 hectáreas en 6 distintos puntos de ubicación del pívot, que abarcan 20 hectáreas por posición del equipo, lo que nos permite poder diversificar cultivos y tiempos de riego”, explicó el ingeniero Roberto Gillard.
El pívot central trabaja sobre distintas posiciones en la que se ubica la estructura de distribución de aspersores y gira 360 grados en forma permanente y a una velocidad que se regula para definir los milímetros de agua que se entrega según el tipo de cultivo y la etapa del mismo. “Luego incorporamos un cañón regador, como complemento del pívot, de manera de poder ampliar superficie de riego, ya que el proyecto comprende producir: batata, zapallos, zanahoria, cebolla, sandía, melón entre las de mayor importancia”, agregó.
Cultivos actuales
En este momento se cosecha batata, ya desde el año pasado, en distintas épocas de plantación y zapallos en los tipos coreano o anco como lo llaman en el Sur y el brasilero como se lo conoce acá; kabutiá como lo conocen en el sur, que en definitiva es el famoso zapallo verde-negro denominado tetsukabuto.
Con la incorporación del riego se mejoró notablemente la calidad de los productos, como así también el rendimiento por unidad de superficie, pero sobre todo y lo que interesa sobre manera al productor, lograr llegar al final del ciclo del cultivos ya que sin agua esto no es posible y las lluvias no son continuas ni aún en el ciclo normal de ocurrencia de precipitaciones, menos en el transcurso del año, por lo que contar con la complementación de riego artificial es de suma importancia.
“Lo concreto es que ya se están obteniendo los primeros resultados muy satisfactorios. Hay en producción 100 hectáreas de zapallos, 120 en forma escalonada de batata que se logran en forma continua, con calidad y rendimientos esperados de acuerdo al manejo tecnológico que se realizó, por lo que las expectativas para ampliar el área de trabajo son muy alentadoras y además el campo posee una extensión de 270 hectáreas que se irán poniendo en producción”, destacó el profesional.
La comercialización
El total de lo que se cosecha se está comercializando en Buenos Aires en cadenas de supermercados ya que una parte de la estructura productiva de “Frutos de Chaco” se encuentra en la localidad de San Pedro, provincia de Buenos Aires, donde se realiza el cultivo de batata y es allí donde como consecuencia de esto está ubicada la gerencia comercial.
Es decir, que en función de esto se comercializa por el momento en grandes volúmenes, para mercados concentradores o cadenas de supermercados y se incluirá en breve a segmentos más pequeños que también son clientes potenciales y en ese marco se realizarán operaciones en el mercado local y regional, con los que ya se están realizando las conexiones y evaluaciones de demandas aproximadas.
En días normales de cosecha se están despachando desde el campo entre dos y cuatro equipos de transporte completos de mercadería, lo que se intensificará en el transcurso de los días, cuando salgan cargas de zapallos y batata que podremos tener esos valores en forma diaria.
Organización y resultados
En esta primera etapa la organización de la empresa en cuanto a inversiones consistió en el armado del campo ya que los anteriores propietarios lo tenían abandonado y como consecuencia de esto no había energía eléctrica. Ante la necesidad de mover motores eléctricos de mayor capacidad para el sistema de riego, fue necesario instalar una red trifásica para lo cual también se contó con el apoyo y asistencia del gobierno provincial y se tendieron unos 3.000 metros de red que llega hasta la orilla del río Bermejo, de donde se extrae el agua necesaria para riego.
Al inicio del proyecto se regó por inundación, por lo que fue necesario hacer una nivelación del terreno, lo que hoy facilita el armado de lotes de producción. Toda la maquinaria necesaria como tractores, rastras de discos, plantadora de batata, sembradora, rolera, disqueras, niveladora, batanes de combustible, se trajeron desde San Pedro.
Planificación a futuro
Para la campaña que viene, se continuará con los cultivos ya en evolución y se agregarán además: zanahoria, cebolla, sandía, melón, de manera de tener una mayor variabilidad de productos que con tecnología se pueden lograr y además son productos que poseen buen mercado no solamente a nivel de Buenos Aires, sino en el ámbito local, ya que muchos de estos productos ingresan de otras zonas y” nosotros creemos que en el Chaco se puede producir con buena calidad”, agregó.
“Esto lo estamos demostrando y pretendemos que sea un espacio para incentivar a muchos otros productores, para que lo puedan llevar adelante, porque este solo emprendimiento en hortalizas pesadas no podrá cubrir las demandas que tiene el mercado actualmente, por lo que es un desafío a concretar”, concluyó el ingeniero Roberto Gillard.
Comentá la nota