El sector encabezado por Gerardo Morales, Gustavo Valdés y Martín Lousteau logró imponer una resolución que faculta a la dirección del partido a tejer acuerdos para ampliar el espacio opositor. Sin nombrarlo, le abrieron el juego a Juan Schiaretti, a quien buscarán sumar hasta último momento. El sector "halcón" se llevó una derrota a medias. La discusión en torno a las candidaturas se pateó para adelante.
Por Matías Ferrari
A falta de 48 horas para la inscripción de frentes electorales, el radicalismo cerró filas detrás del sector interno que propone ampliar Juntos por el Cambio. Más de 300 dirigentes boina blanca de todo el país votaron a mano alzada este lunes la resolución que faculta al Comité Nacional a “instrumentar acuerdos políticos tendientes a afianzar un verdadero gobierno de coalición”. Detrás del consenso partidario estuvo la mano de Gerardo Morales, uno de los principales interesados en la incorporación de Juan Schiaretti al armado opositor. Si bien ningún delegado mencionó su nombre durante las más de seis horas que se extendió el debate entre correligionarios, el gobernador cordobés fue el fantasma que recorrió los pasillos de Parque Norte, donde se desarrolló la Convención.
“Es la diversidad lo que nos va a dar la musculatura necesaria para ganar, pero también para tener apoyo parlamentario y capacidad de gobierno. Sobre todo porque vamos a tomar decisiones fuertes. Vamos a seguir insistiendo en la ampliación de Juntos por el cambio hasta el último minuto antes de asumir el gobierno en diciembre, si la gente nos acompaña”, afirmó Morales, que cerró el encuentro en su calidad de presidente de la UCR.
Antes, en rueda de prensa, el gobernador jujeño había advertido que “se seguirá debatiendo” la incorporación de Schiaretti y que el tema “terminaría de resolverse el miércoles”, sobre el filo de la presentación de alianzas. En esa postura intentará tallar al interior del JxC hasta último momento, en tándem con Horacio Rodríguez Larreta, a quien lo ata un acuerdo nacional que podría derivar en una fórmula conjunta.
La posición de “ampliar la coalición” obviando los nombres propios y sin mencionar posibles candidaturas fue consensuada en la previa por Morales y el presidente de la convención, Gastón Manes, hermano y jefe de campaña de Facundo Manes. Ambas terminales mantienen negociaciones permanentes con el peronismo cordobés, y la idea fue llevar una posición firme a la Convención pero sin provocar una desbandada del grupo que bloquea cualquier acuerdo tendiente a la ampliación. El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y el espacio porteño de Evolución, encabezado por Martín Lousteau, Emiliano Yacobitti y Daniel Angelici (los tres llegaron y se fueron juntos de Parque Norte) le aportaron cuerpo y sustento político al acuerdo.
Por los mismos motivos, para el sector que no quiere saber nada con Schiaretti la convención fue una derrota a medias. Tanto Maximiliano Abad como Alfredo Cornejo y Luis Naidenoff, entre otros pesos pesados, participaron en disidencia, aunque sin tensar demasiado la cuerda. El vocero del grupo fue el diputado Mario Negri. "A Schiaretti le vamos a ganar el 25 de junio”, dijo el presidente del bloque radical de la cámara baja. “Fue un falso debate. Es un tema terminado, no se va a tratar", dijo, tajante, antes de ingresar a la convención.
“Algunos tienen una mirada muy chiquita. ¿Cómo no pensar en ampliar, que es lo que se necesita para ganar?”, le dijo Valdés a Página/12. Al gobernador, que viene de festejar –junto a Rodríguez Larreta– un amplio triunfo en las elecciones legislativas de Corrientes, se lo vió risueño y en contacto con los delegados y los militantes rasos. Fue uno de los primeros en llegar y hasta se llevó dos libros recopilatorios de conferencias de Hipólito Yrigoyen que estaban a la venta como parte del cotillón. También se compró unas cajas de fósforos de colección, con el rostro de Raúl Alfonsín, que datan de la campaña de 1983.
El programa y las candidaturas
Otro punto central de la Convención fue la presentación de un “Programa de gobierno” en el que trabajaron especialistas en las distintas áreas de gestión. Las propuestas en materia de economía, gasto social y tarifas, entre muchas otras, fueron elaboradas por los cuadros técnicos de la Fundación Alem y tiene varios puntos de coincidencia con la agenda que plantea el sector de las “palomas” del PRO.
Según los PDFs que fueron compartidos a la prensa, para el radicalismo son necesarias una reforma laboral, un ajuste en materia tarifaria, “eliminar las intermediaciones” de las organizaciones para los planes sociales, una reforma tributaria y “eliminar derechos de exportación en las producciones regionales y reducirlos gradualmente tendiendo a la eliminación total”.
El debate que se viene en el radicalismo estará centrado hasta el cierre de lista en las candidaturas. Una opción que se baraja es la de fórmulas cruzadas, con Morales como vice de Larreta y Abad como vice de Patricia Bullrich. Otro que recibió más de una propuesta en ese sentido, de parte de casi todo el espectro político --desde Eduardo Wado de Pedro hasta la propia Bullrich--, fue Facundo Manes, que por ahora no se baja de la presidencial, con la apuesta de enfrentar con chances a un PRO dividido. El que adelantó lo áspera que puede ser esa discusión fue el delegado pampeano, Hugo Pérez. "Hace 20 años que no gobernamos. Venimos de ser sparrings de Macri y de militar a Lavagna y a Ricardito Alfonsín. Miren dónde están ahora. Quiero ir a votar, aunque sea en Agosto, a un radical encabezando una formula", dijo. Recibió pocos aplausos.
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