¿Sabías que, para mantener los medios de producción y consumo actuales, se necesitarían tres planetas Tierra para proporcionar los recursos naturales necesarios? No suena lejos ¿verdad? y, cuando hablamos de un recurso natural vital como el agua, el escenario es aún más apremiante. Para 2030, ~47% de la población mundial vivirá en áreas que presentan escasez hídrica y, a este ritmo, sociedad y gobierno debemos trabajar aún más rápido para brindar servicios de saneamiento e higiene adecuados y lograr un acceso universal y equitativo al agua potable
En América Latina, hablamos de 1 de cada 4 personas. Conservar y proteger este recurso es un compromiso compartido, en donde tanto el sector público como privado, organizaciones y sociedad en general tenemos la responsabilidad de generar un cambio.
Conscientes de esta realidad, en PepsiCo nos retamos constantemente para encontrar la fórmula perfecta que nos permita usar nuestra escala para impactar positivamente al medio ambiente, a nuestros consumidores y a las comunidades en las que operamos. Tenemos en la mira un futuro sostenible y -como una de las primeras empresas en reconocer el agua como un derecho humano fundamental- adquirimos, en el marco de nuestra estrategia de transformación PepsiCo Positive (pep+), el compromiso de tener un impacto neto positivo en el uso del agua para 2030. ¿Qué significa esto? Que estamos trabajando para reabastecer más agua de la que utilizamos en cuencas hídricas donde operamos.
Imagínate una producción de alimentos que no requiere de una sola gota de agua. Sí, leíste bien, YA LOGRAMOS un consumo de agua cero en varias de nuestras plantas en América Latina: dos en México, una en Brasil y otra en Colombia. En PepsiCo llevamos años trabajando para contribuir, desde distintos ámbitos, a la creación de una economía que sea realmente circular y hoy -en el marco del Día Mundial del Agua- podemos decir que en América Latina hemos alcanzado lo que hace años parecía imposible lograr: sistemas de agua circular que nos permiten dejar de consumir agua de los acuíferos locales.
En conjunto, estos sitios de producción han acumulado más de 660 días con consumo de agua cero. Operar sin consumir agua del suministro público marca un antes y un después en la agenda de sustentabilidad de PepsiCo y abona a mejorar la situación, sobre todo, en las comunidades que están en zonas de alto estrés hídrico.
¿Cómo es esto posible?
En los últimos años hemos dado pasos contundentes motivados por la convicción de que siempre se puede hacer más. Iniciamos con plantas de tratamiento de agua que podía ser utilizada para riego, para después implementar un programa que nos permite minimizar y optimizar el consumo de recursos como el agua durante los procesos de producción. Después avanzamos con alta tecnología para tratar, purificar y reutilizar el agua. Gracias a estos procesos de filtración -conocidos como tecnología de membrana y ósmosis inversa- hemos podido ahorrar y recuperar un alto porcentaje del agua.
Aun cuando teníamos ya una alta eficiencia en cuanto a la gestión de este recurso, seguimos avanzando para buscar una operación que pudiera funcionar sin consumir agua de las cuencas locales. Así que buscamos fuentes alternas de agua: establecimos distintos procesos de recolección de agua de lluvia y alianzas con socios comerciales con los que colaboramos para tratar su agua en nuestras instalaciones, usando los más altos estándares que marca la OMS.
PepsiCo LatAm ha logrado ser la primera región de la compañía a nivel mundial en tener operaciones con 0Lt/kg, lo que significa un consumo CERO de agua por kilogramo producido. Actualmente, esto representa 15% de la producción de alimentos de PepsiCo en América Latina y continuaremos trabajando para que cada vez más plantas de la compañía puedan adoptar esta tecnología en la región y en el resto del mundo. Hoy este enfoque transformador nos permite hacer un uso sostenible y eficiente de este recurso. Sin embargo, para seguir avanzando esta agenda se requiere de acciones colectivas. Las comunidades en las que operamos –hogar de nuestros colaboradores y consumidores– también dependen de un suministro sostenible de agua potable.
Apostar por medios de producción y consumo sostenibles es hoy una premisa indispensable para todos los actores del sector de alimentos y bebidas, pero también para el desarrollo socioeconómico y el bienestar de todos. Sabíamos que para lograrlo necesitábamos iniciativas que estuvieran a la altura, soñamos en grande y después de muchas investigaciones, modelos, prototipos y ensayos, lo logramos. Esto ha sido posible gracias a distintos factores: -una cultura de cuidado del medio ambiente, talento, innovación, tecnología, digitalización, e inversión- que hoy nos colocan como una de las empresas del sector más eficientes en cuanto a la gestión del agua.
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