El Centro Mandela denunció un nuevo desmonte clandestino en el Chaco

El Centro Mandela denunció un nuevo desmonte clandestino en el Chaco
El campo se ubica en el Paraje “El Mangrullo”, 25 kilómetros al norte de la localidad de Pampa del Infierno.
“Nos encontramos con un gran desmonte sin que el titular del predio colocara el cartel obligatorio en el que se deben publicar todos los datos de los trámites y de los permisos que otorga la Dirección de Bosques para que los desmontes sean legales, por lo que razonablemente puede suponerse que fue clandestino. Estaba a la vista de cualquiera que circulara por la zona, por lo que era fácilmente detectable”, señala en un documento el coordinador del Centro Mandela, Rolando Núñez.

“Tomándose en cuenta las extensiones de la cortina vegetal frontal y la picada transversal, se habrían desmontado más de 200 hectáreas entre los meses de abril y comienzos de junio de este año”, agrega.

A través de imágenes satelitales posteriores, que incluye un informe de Bird Life y los resultados de la visita, el desmonte fue confirmado y no se apreció con nitidez que se dejaran las cortinas vegetales que exige la reglamentación, indica el Centro Mandela.

La ubicación del desmonte

El campo se ubica en el Paraje “El Mangrullo”, frente al predio de la familia Ciska y de la chacra “Los Demonios”, a 25 km al norte de la localidad de Pampa del Infierno y a aproximadamente a 2 km de la Ruta Provincial Nº 5. Las coordenadas del primer esquinero, desde el camino, son S26º 18.805’ W061º 06.295’, y desde el segundo esquinero son S26º 18.600’ W061º 06.855’. La ubicación catastral del predio desmontado es la siguiente chacras 6 y 16, de la Circ. VII, del Dpto. Alte. Brown. Los resultados de la visita realizada a campo están corroboradas por las imágenes satelitales Lansat, proporcionadas por el programa USGS.

“Cuando visitamos el predio el deslinde perimetral todavía se estaba quemando. Desde el camino se observaba el desmonte. Estaban los restos forestales, pero todavía no se los había quemado. La parte de atrás del campo ya estaba totalmente quemado; solamente faltaba desraizar para luego pasar la rastra y hacer chacra”, reveló Rolando Núñez, del Centro Mandela.

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