Los organismos de derechos humanos denunciaron censura en medio de una operativo policial desmedido (que incluyó a la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura) para amedrentar a adolescentes que no superaban los 17 años. "Nos extorsionaron, dijeron que si no suspendíamos el show iban a reprimir", afirmó la mamá y manager del cantante.
Por Celeste del Bianco
"Supongo que juntar a 20 mil personas en un espacio de memoria no le gusta al Gobierno", dijo ayer Milo J en su cuenta de Instagram después de comunicar la suspensión del show gratuito en la ex ESMA por una medida cautelar impulsada por el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños. Con un operativo de seguridad exageradamente desmedido –que involucró a la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura– para amedrentar a adolescentes con un promedio de 15 años, la administración libertaria insistió en su política de vaciar la memoria. Los organismos de derechos humanos denunciaron censura e indicaron que, al contrario de los que sostuvo la jueza María Alejandra Biotti, “todo estaba en regla”. Además, la mamá y manager del cantante, Aldana Ríos, afirmó que los extorsionaron para dar de baja el espectáculo. “Nos dijeron que si no suspendíamos iban a reprimir a todos los chicos que estaban esperando”, dijo. Horas antes, habían quitado la gigantografía que muestra el momento en que Néstor Kirchner ordena que se retire el cuadro de Videla en el Colegio Militar.
En tiempos donde la neutralidad vende más entradas –o así lo creen algunos productores–, Milo J decidió apostar por la memoria y llevar su show a la exESMA. Pero en una nueva avanzada negacionista y, ahora también, en contra de la cultura, el gobierno de Javier Milei hizo una movida judicial que tuvo resultados casi inmediatos y frenó la pre-escucha gratuita del álbum 166 (Deluxe) dejando a 20.000 personas sin poder verlo en vivo (hubo algunos que, incluso, acamparon para verlo). Cuando estaba casi todo listo y el escenario ya montado llegó la cautelar de Biotti, titular del Juzgado Contencioso Administrativo Federal 5, dándole lugar al pedido de Baños con el aval del ministro Mariano Cúneo Libarona. Momentos más tarde, Milo J les pidió a sus fans que se retiren: "Si quieren entrar la policía los va a reprimir y va a ser un quilombo muy grande. Esto no es político, esto es una hijaderemilputez. Tengo ganas de llorar pero no voy a llorar, voy a gastar mis lágrimas en otra cosa".
La estrategia de Baños y Cúneo Libarona fue usar la Ley N° 26.415 que ratifica la creación del Espacio Memoria y Derechos Humanos Ex ESMA, un organismo autónomo que es gestionado por tres actores: el Estado Nacional, la Ciudad de Buenos Aires y los organismos de derechos humanos. Según la presentación, el Estado no fue notificado sobre el evento y eso implicaba riesgos en materia de seguridad y salubridad. “Debe elaborarse un programa de evacuación adecuado, disponerse puestos de hidratación y sanitarios suficientes”, indicaron en el escrito. Sin embargo, desde el directorio del ente confirmaron que todo estaba en regla. “Todo lo que están diciendo es falso, dicen que no estaban los permisos ni las habilitaciones, todo es falso y lo vamos a demostrar en el expediente”, advirtió el militante de H.I.J.O.S. Charly Pisoni en una conferencia de prensa. Y apuntó contra Baños y la jueza: “tiene que ver con una decisión de apostar al negacionismo para que los jóvenes no ingresen a este lugar”.
“¿Les parece tanto miedo a un pibe de 18 años?”, preguntó la mamá y manager de Milo J, que vestía una camiseta de Morón estampada con el nombre de su hijo. Aldana Ríos denunció que fueron extorsionados con iniciar una represión si no suspendían el evento: “Me sorprende raramente la facilidad con la que llegaron y nos extorsionaron. Llenaron de policías, motos, hidrantes y nos dijeron que si no suspendíamos iban a reprimir a todos los chicos que estaban esperando para ingresar”, contó. Y además, agregó de manera irónica: “Quiero agradecer la celeridad de la Justicia para suspender y censurar a un pibito de barrio de 18 años, que lo único que hace es arte y transmitir en sus canciones y en sus letras vivencias reales”.
Las veredas de la Avenida Del Libertador al 8100, en Nuñez, estaban colmadas de adolescentes que apenas superaban los 15 o 16 años, incluso madres con sus hijos e hijas. Alrededor de las tres de la tarde se desplegó el operativo de seguridad frente a ellos: dos cuadras de camiones de la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura estacionaron a lo largo de dos cuadras. Incluso, llegaron carros hidrantes, alguna ambulancia y un camión de bomberos. Todo por adolescentes que esperaban para ver un show. “Estábamos comiendo sandwichitos de pollo que nos trajimos cuando los vimos llegar. Estaban con armas, me dio miedo. Había un nene de 7 años que le pedía a su mamá de irse, me dio mucha tristeza todo”, le dijo a Página 12 Alison Marquez, de 13 años. Al lado suyo, Gael Macias, de la misma edad, se preguntó. “¿Qué vamos a hacer nosotros?. Somos chicos”. Entre ellos hicieron cálculos: sumando sus edades llegan a 26 años, lo mismo que debe tener alguno de los efectivos que tuvieron enfrente. También estaban ahí Maia Figueroa López, de 12 años, junto a mamá, Andrea, y su hermana, Nicole, de 7. Viajaron un día en micro desde Salta para ver Milo J. “Te sentís perseguido y no hiciste nada”, dijo la mujer.
Ríos contó que nunca tuvieron problemas con los shows de este tipo. “No es la primera vez que Cami hace un concierto gratuito, pero sí es la primera vez que lo censuran”. Milo J decidió hacer la pre-escucha sin cobrar entradas, solo había que inscribirse de manera virtual, tratando justamente de evitar las especulaciones con las que el gobierno de Milei intenta desprestigiar a los artistas que hacen su trabajo en festivales públicos. “Ésto no se paga con la tuya, no se paga con la de nadie. Esto se paga con la de Milo J”, comentó su mamá. La decisión del Gobierno generó la solidaridad de artistas como Soledad Pastorutti y Yamila Cafrune, además de referentes políticos como el gobernador Axel Kicillof
Gol en contra
“El negacionismo debe pensar que nos hizo un gol, pero yo digo que vienen perdiendo por goleada porque hoy miles de jóvenes entendieron que esta fue la negación política de que conozcan parte de la verdad y se haga la transmisión de la memoria”, dijo Manolo Franco, sobreviviente de la ESMA , en la conferencia de la que también participaron otros organismos como Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora o Nietes. Efectivamente, varios de los adolescentes que se acercaron a ver a Milo J conocieron por primera vez qué era la ESMA y qué pasó ahí. Tras la suspensión del show, muchos entraron a conocer el lugar, participaron de visitas y escucharon testimonios. Fue el caso de Danixa Aspillaga, de 17 años, que decidió entrar. “Si Milo quería hacerlo acá por algo será, pensé. Y entré y escuché demasiado sobre muchas cosas que no conocía. Fue como un golpe de realidad, no tenía noción de que existía y estudio por acá cerca. Es cultura básica que antes no me enseñaron. Y hoy aprenderlo acá, gracias a un artista es loquísimo. No tuvimos show, pero al menos aprendo”, le dijo a Página 12.
“Cuando escuchamos al nieto recuperado, nos dimos cuenta que esto había pasado en tiempos anteriores con Mercedes Sosa. Esto fue censura abrupta, Milo J tiene una canción que habla de la política y tenían miedo que cante eso. Yo sabía algo de la dictadura porque lo vi en la serie de Fito Paez, pero nunca le presté tanta atención. Aunque se haya cancelado el recital, me tocó aprender hoy”, agregó Gael Macías.
Provocaciones
En la previa, el clima estaba enrarecido. Por la mañana, quitaron del patio de la exESMA la gigantografía del momento en que Néstor Kirchner ordenó bajar el cuadro del dictador Jorge Rafael Videla del Colegio Militar. Se trata de una imagen con fuerte contenido simbólico, ese 24 de marzo de 2004, el entonces presidente también pidió perdón en nombre del Estado. Trabajadores del lugar denunciaron la presencia de patovicas que amenazaron y hostigaron a quienes intentaron impedirlo.
El exsecretario de Derechos Humanos de la Nación Horacio Pietragalla responsabilizó a Baños por decidir bajar la imagen de Kirchner y recalcó que “por más que se esfuercen” en hacer desaparecer esa imagen, “la historia no se borra”. “Hoy son más de 1200 los condenados gracias a las políticas de memoria verdad y justicia impulsadas por Néstor y Cristina Kirchner”, resaltó.
Ayer, un cantante popular y masivo, que se posiciona políticamente en favor de los derechos humanos fue censurado por un gobierno negacionista. Ayer, fue el día en que varios adolescentes conocieron por primera vez uno de los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio más grandes y fue, también, el día en que por primera vez conocieron la amenaza de la represión.
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