El jefe de Gobierno pidió "no hablar de larretismo" y no entrar en "internismos". Habló de "reformas para el país" y se mostró como líder nacional. Los detalles.
oras antes de ir a realizarse chequeos médicos por haber contraído Coronavirus en enero, Horacio Rodríguez Larreta aprovechó la noche del lunes por reunirse con el bloque de diputados del PRO. En la cumbre volvió a apelar a no exacerbar la polarización y que, para gobernar, la grieta hacía inviable el país. Es más: habló de las cuestiones centrales que necesita la Argentina, ya plantado como un futuro candidato a presidente.
“Polarizar puede servir para ganar elecciones pero no sirve para transformar el país. Alcanza para ganar pero no para reformarlo”, les planteó. “Hay que pensar en las grandes reformas que sabemos que el país necesita”, añadió.
El mensaje anti - grieta continuó, tal como hizo en la apertura de sesiones ordinarias el 1 de marzo ante la Legislatura porteña. También aprovechó para agradecer el esfuerzo del bloque de diputados, en especial, en el contexto de la pandemia y las dificultades ante el oficialismo.
En otro tramo de su alocución, el jefe comunal expresó que no quiere “internismos” en Juntos por el Cambio, planteó que él está para sumar, que hay que ampliar el frente opositor y que pretende que sea un “proyecto con vocación de transformación de poder”.
Luego de su exposición, Larreta abrió la comida a preguntas y opiniones de los diputados, quienes pasaron más de una hora contando la situación de sus provincias y distritos.
La cena se dio en Esquina Homero Manzi, en San Juan y Boedo, donde deambularon las empanaditas de jamón y queso, el pollo, la carne y la pizza. Hubo legisladores que optaron por ensalada. Estuvieron 32 de los 54 diputados: muchos están aún en sus provincias y solo volverían para una sesión. Por caso, el cordobés Luis Juez, quien mantiene un buen vínculo con Larreta.
El encuentro fue organizado por el jefe de la bancada, Cristian Ritondo, junto al peronista del PRO Álvaro González y al secretario general del PRO, Eduardo Macchiavelli (quien eligió el lugar para comer). Estos dos últimos no pasan por su mejor momento dentro del larretismo hace tiempo ya.
Al comenzar la cena, Ritondo arrancó planteando que era bueno que, a pesar de que el jefe comunal conocía mucho a los legisladores por la Ciudad y por la Provincia de Buenos Aires, tenga contacto con el resto de la bancada.
En otro tramo de la charla, Ritondo se autodefinió como “vidalista” y dijo que González es el “larretista” del bloque. Larreta recogió el guante y planteó que no quiere que se hable del “larretismo”. Y aprovechó para elogiar a María Eugenia Vidal.
Luego llegó el momento de las disertaciones de los diputados nacionales. Muchos hablaron de las internas con la UCR en sus distritos y la posibilidad de ir a una PASO si no había acuerdo.
La diputada Soher El Sukaria elogió a Vidal y contó que había estado con ella en Córdoba. Incluso, le puso un pasacalle para recibirla. Se trata del viaje que hizo la ex gobernadora a dar una charla en la Fundación Mediterránea y donde se reunió con varios dirigentes, entre ellos un mano a mano con Mario Negri, el radical que preside el interbloque de JxC en Diputados.
Por su lado, Luciano Laspina dio un breve panorama económico del país con la mira puesta en las dificultades que atravesará la Argentina, y en particular el Gobierno en los próximos meses.
Por su parte, Sebastián García de Luca, ex viceministro político del Interior, expresó la importancia de la “unidad” del frente opositor. Y destacó que, para eso, era clave que se “respete” cada espacio interno de JxC. De Luca es un hombre de Emilio Monzó, quien hace unos días adelantó que quiere ser candidato este año a diputado nacional y que está en condiciones de ir a una PASO.
Otros diputados venían de la presentación del libro de Patricia Bullrich en Vicente López junto al intendente local, Jorge Macri. Entre otros, Fernando Iglesias, Jorge Enriquez, el misionero Alfredo Schiavoni y Natalia Villa (del sector de intendente) venían de allí. No se lo vio a Waldo Wolff, quien no suele faltar a estos encuentros: estaba en el sur.
Sobre el final de la comida, con una velita, todos le cantaron un “feliz cumpleaños” a la joven Camila Crescimbeni, quien festejaba la llegada de sus 31 años.
Por su lado, Ritondo les adelantó a muchos de sus colegas de banca que prepara otras cenas similares con Vidal y hasta con Mauricio Macri.
De todos modos, para Larreta, fue una noche de las que no solía tener: años atrás se reservaba las cenas con su familia. Después de las 20 horas, era raro que se quede. Ayer se fue a las 23.30 horas. Cambios personales y políticos en su camino a ser candidato a presidente.
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